Cepal: Daños por desastres en 2022 ascienden a $1.789 millones

Actualizado
  • 01/03/2023 00:00
Creado
  • 01/03/2023 00:00
La mayor parte de las pérdidas ha sido generada por las tormentas Más de 7 millones de personas resultaron directamente afectadas y más de mil murieron a consecuencia de los 74 eventos peligrosos y desastres que ocurrieron en 2022, revela el Anuario Estadístico 2022 del organismo de las Naciones Unidas
Las inundaciones y tormentas han ocasionado severos daños e impacto a las economías de los países.

“El valor de todos los daños y pérdidas económicas relacionados directa o indirectamente con los desastres para el año 2022 en nuestra región ascendió a $1.789 millones”, revela el Anuario Estadístico 2022 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) publicado el pasado viernes 24 de febrero.

El informe, que presenta una síntesis estadística del desarrollo sociodemográfico, económico y ambiental de los países de la región, analiza el costo económico acumulado de los desastres para el período 1970-2022, por tipo de desastre.

El organismo de las Naciones Unidas destaca que históricamente América Latina y el Caribe ha tenido una contribución menor al cambio climático en comparación con otras regiones. Sin embargo, los países de esta región “son muy vulnerables” a las consecuencias negativas del fenómeno.

Precisa que en las últimas tres décadas, la mayor parte de las pérdidas económicas ha sido generada por los desastres ocasionados por inundaciones y tormentas. Aunque los reportes de terremotos, sequías, deslizamientos de tierra, temperaturas extremas, erupciones volcánicas e incendios cada vez son más frecuentes.

De acuerdo con la Cepal, solo en el año 2022 ocurrieron 74 eventos peligrosos y desastres, los cuales dejaron como saldo más de 7 millones de personas directamente afectadas y más de mil personas fallecidas.

Las inundaciones por fenómenos meteorológicos como tormentas y huracanes resultaron ser las causantes del 53% de los daños ocurridos durante las últimas cinco décadas (1970-2022), lo que significó un costo económico acumulado de $174.301 millones.

Mientras que los eventos geofísicos (terremotos, erupciones volcánicas y desplazamientos de masa seca), el 23% del total de las situaciones ocurridas durante el periodo analizado, con un costo económico acumulado de $73.956 millones; inundaciones el 15%, lo que significó un costo acumulado de $49.986 millones y los eventos climatológicos 9% (incendios forestales, sequías y temperaturas extremas), con un costo económico de $28.776 millones.

El documento también destaca que entre el año 2015 y el 2022 unas 53.363.918 personas resultaron afectadas directamente por los desastres naturales, una cifra menor a la reportada entre 2007 y 2014, 86.658.768. Por su parte, entre 1999 y 2006 resultaron afectadas unas 33.572.922; y entre 1991 y 1998 fueron 32.282.726.

Por otro lado, el saldo de personas muertas por los eventos extremos y desastres fue de 9.891 entre 2015 y 2022; una cifra también menor que los reportes de los años 2007 y 2014 cuando se contabilizaron 234.188 víctimas; mientras que 46.250 fueron entre 1999 y 2006 y 29.409 se reportaron entre 1991 y 1998.

¿Qué se considera un desastre?

El Centro de Investigación sobre la Epidemiología de los Desastres define la palabra “desastre” como un evento impredecible y con frecuencia repentino que causa grandes daños, destrucción y sufrimiento humano.

Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (Undrr), un evento peligroso es la manifestación o materialización de una o varias amenazas en un período específico. Un evento peligroso se puede transformar en un desastre como resultado de la combinación de la ocurrencia del evento peligroso, así como de otros factores, como la vulnerabilidad, la capacidad o la preparación.

“Un desastre es la disrupción grave del funcionamiento de una comunidad o sociedad en cualquier escala debido a eventos peligrosos que interaccionan con las condiciones de exposición, vulnerabilidad y capacidad, ocasionando uno o más de lo siguiente: pérdidas e impactos humanos, materiales, económicos y ambientales”, detalla la Cepal.

Así clasifica los desastres en dos grupos: geofísicos (terremotos, erupciones volcánicas y desplazamientos de masa seca) y climatológicos (tormentas, inundaciones, desplazamiento de masa húmeda, temperaturas extremas, sequías e incendios).

“El costo económico por desastres muestra las pérdidas económicas, durante un período determinado, que adicionalmente se pueden desglosar en cuatros grupos (geofísicos, meteorológicos, hidrológicos y climatológicos) clasificados”], de acuerdo con el Centro de Investigación sobre la Epidemiología de los Desastres.

En su informe, la Cepal destaca métricas sobre condiciones físicas, cobertura terrestre, ecosistemas, biodiversidad, calidad ambiental, tierra, recursos energéticos, hídricos y biológicos, emisiones al aire, desastres, asentamientos humanos, regulación y gobernanza ambiental.

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