Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
Canal de Panamá enfrenta una crisis hídrica de sus acuíferos
- 25/11/2024 00:00
- 24/11/2024 18:08
A pesar de que los niveles de los embalses del Canal de Panamá están en recuperación con la temporada lluviosa 2024, los acuíferos que son los encargados de almacenar naturalmente el agua de lluvia que cae sobre la cuenca hidrográfica presentan un déficit hídrico.
Un acuífero se define como una formación geológica que está constituida por una o más capas de rocas, capaz de almacenar y ceder el agua. “Cuando cesa de llover resulta que no hay agua suficiente para alimentar esos ríos. Eso lo estamos notando. Por lo tanto, hoy, lo que está haciendo el Canal de Panamá, junto con el Estado es encontrar una solución para poder enfrentar el déficit hídrico que se mantiene”, afirmó Ayax Murillo Burgos, gerente de Hidrología del Canal de Panamá.
Los acuíferos, especialmente los de la cuenca del río Chagres, dijo, son esenciales para el abastecimiento de agua potable de la población y para el funcionamiento del Canal de Panamá; por lo que cuando sus niveles caen, se pone en riesgo tanto el suministro de agua a las comunidades como la operatividad de la vía acuática que conecta los océanos Atlántico y Pacífico y por la que pasa el 5 % del comercio mundial.
Y es que a pesar de que los embalses superficiales como Gatún y Alajuela están siendo gestionados con vertidos preventivos, los acuíferos no se recargan lo suficientemente rápido como para mantener una reserva estable de agua.
Este escenario, comentó Murillo, se debe a que desde el 2013 no se ha registrado dentro de la cuenca hidrográfica del Canal ningún año húmedo, desde el punto de vista de la estadística, ya que todos los comportamientos han sido promedio o por debajo del promedio, o seco o extremadamente seco.
Por ejemplo, detalló, la lluvia sobre la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá debe ser en promedio 2.600 milímetros acumulados, pero en los datos históricos que han estudiado demuestran que así como bajan también hay repuntes, que han sido desglosados de la siguiente manera: 2010 con 3.800 milímetros, 2011 con 3.200 milímetros, 2012 con 2.900 milímetros, 2013 con 2.200 milímetros, 2015 con 1.700 milímetros, 2020 con 2.400 milímetros, en 2021 y 2022 con 2.600 milímetros y 2023 con 1.800 milímetros.
El gerente de Hidrología del Canal señaló que han visto que el déficit hídrico con El Niño se da cada cuatro años y de manera muy frecuente, lo que hace que los acuíferos no alcancen a recargarse.
Por ejemplo, explicó que los eventos extremos de El Niño se han dado desde 1976, 1977, 1982, 1997, 2015, 2016, 2018, 2019 y ahora, recientemente, en el año 2023 y 2024. Estos cambios tan frecuentes año contra año, aseguró, es lo que no permite que los acuíferos se recarguen.
Por lo tanto, ve urgente contemplar proyectos hídricos que puedan cubrir esa demanda de agua creciente que tiene la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá, tomando en cuenta que la población también está creciendo.
“Usted se imagina que nos enfrentemos a un evento tipo niño en 2027 y no tengamos una reserva para saber cómo enfrentarlo, tomando en cuenta que los recursos acuíferos pueden deprimirse, al punto de que los embalses presenten bajos niveles, que podrían perjudicar no solo la operatividad del Canal, sino también el agua para la población”, manifestó Murillo.
“Por esa parte es importante prestarle atención a las variabilidades climáticas, que estamos enfrentando porque para el próximo 2025 y 2026 van a entrar en operación nuevas plantas potabilizadoras que van a aumentar la demanda de agua. Imagínense si en el río Chagres deja de llover y los acuíferos aún no se han recargado lo suficiente”, añadió.
El administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez Morales, ha hecho énfasis en el reto climático provocado por la falta de lluvia, como consecuencia del fenómeno de El Niño, y que requirió una serie de medidas de ahorro de agua, así como la implementación de acciones de sostenibilidad ambiental, como una estrategia para la preservación de la rentabilidad y confiabilidad de Panamá como ruta marítima.
“El agua dulce es uno de los principales recursos utilizados por el Canal de Panamá, y para ello dependemos de las precipitaciones para el tránsito de los buques. Debido al cambio climático, esperamos ver un aumento en el número de episodios causados por el fenómeno de El Niño. Sobre eso no tenemos control, y por eso vemos una oportunidad para diversificar nuestras operaciones y servir a la industria marítima de una manera diferente”, afirmó Vásquez.
La subadministradora del Canal de Panamá, Ilya Espino de Marotta, también se ha referido al tema, diciendo que “nos enfrentamos a algo nunca visto: una baja en la cantidad de lluvias, un Canal ampliado funcionando y el 50 % de la población consumiendo agua de los lagos del Canal”.
Además ha explicado que estas variaciones climáticas, debidamente registradas y estudiadas por técnicos del Canal, muestran la necesidad de garantizar la sostenibilidad de la vía acuática para asegurar su funcionamiento efectivo. Por ello, dijo, se está proponiendo la construcción de un nuevo reservorio de agua como alternativa a corto plazo, así como una serie de acciones que buscan reducir la cantidad de emisiones de carbono en las flotas operativas del Canal y disminuir el tiempo de espera de los buques con efectos a largo plazo.
Recordó que el agua que se almacena en los reservorios de los lagos Alajuela y Gatún cae en forma de lluvias y es fundamental para garantizar el abastecimiento a más del 50 % de la población del país que reside principalmente en los distritos de Panamá, La Chorrera, Arraiján y Colón. Pero también se utiliza para la generación hidroeléctrica, producción de alimentos y es esencial para una gran cantidad de actividades económicas como el turismo, la construcción, industria, entre otras.
Otro tema que se está siguiendo de cerca, según Murillo, es que con las variaciones climáticas se ha originado que el patrón de lluvias esté cambiando; no solo está lloviendo menos, sino que está lloviendo de manera diferente a como hemos estado acostumbrados.
Señaló que los registros de las estaciones de medición existentes en la cuenca indican que, mientras que en ciertas provincias del país se podrían presentar lluvias intensas, en la cuenca caería poco o nada durante estas mismas fechas.
Con la activación del plan Temporada de Control de Inundaciones 2024-2025, Murillo informó que a pocos días de iniciar el mes de noviembre, tradicionalmente el más lluvioso en la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá, los controles y monitoreos en los reservorios Gatún y Alajuela indican que se ha igualado el nivel de agua disponible al del año fiscal 2022, cuando se alcanzó el máximo nivel histórico de agua en el embalse Gatún, producto del evento de La Niña.
“Tenemos aproximadamente 2 metros y medio por encima del nivel del año pasado para el embalse de Gatún y el embalse del lago Alajuela. Nosotros trabajamos arduamente para mantener estas fuentes con vida para el 60 % de la población, que depende del agua de ambos lagos”, enfatizó el gerente de Hidrología del Canal.
“Entonces, dependemos de todas estas cosas. El Canal de Panamá, sin agua no funciona, así que urge desarrollar nuevos proyectos que nos den la capacidad y la seguridad de que para los próximos eventos de El Niño podamos enfrentarlo. Vuelvo y reitero, tenemos lluvia, pero también hay variabilidades climáticas tremendas”, concluyó.