Café Geisha, un grano en auge comercial

El Café Geisha panameño sigue rompiendo récords. “El año pasado, logramos un récord de $10,000 por kilogramo de café en una subasta que realizamos. Vamos a ver qué sucede con la subasta de este 7 de agosto, pero creo que la calidad del café ganador nos permitirá aspirar a un nuevo récord de precios”, señaló el presidente de la Asociación de Cafés Especiales de Panamá (Scap, por sus siglas en inglés) Hunter Tedman, en entrevista para este medio.

Este café, que encuentra su principal mercado en China, Corea del Sur, Taiwán, Singapur y otros países asiáticos, pertenece a un mercado que, según Tedman, con una demanda que “está creciendo”. “Panamá ha logrado posicionar su café de especialidad hasta hacerlo rentable y que se pueda volver un negocio”, dijo.

El líder de Scap comentó que esto se debe al trabajo de posicionamiento de la marca ‘Panama Geisha’ en el mundo, algo que se ha conseguido “con poco apoyo gubernamental”.

“Nuestra marca está registrada en Panamá, la Unión Europea, China, Taiwán y otras naciones. Es una marca con una reputación muy cuidada, que tiene un sello de respaldo en el mercado”, destacó el caficultor.

Tedman explicó que el Café Geisha proviene del terroir donde se cultiva, el cual no es producto de una fermentación intensa ni de elementos saborizantes. “Proviene 100% de la genética, el clima, el suelo y las prácticas que los caficultores efectúan”, detalló.

Es esta sensibilidad climática la que ha hecho que los productores de Geisha tengan que adaptarse a los azotes del fenómeno del Niño. “El café depende de la naturaleza, porque no es un cultivo que no se siembra tres veces por año o que crezca en un invernadero, es por eso que estamos a expensas de lo que suceda con el clima”, reconoció el especialista.

El lado positivo es que se trata de un cultivo “resiliente”, ya que se trata de un árbol que tiene larga vida. “Aun así, no estamos exentos, porque hay años que son mejores que otros y hay que adaptarse”, valoró.

Alexis Bonilla, de la coordinación agrícola del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida), indicó en un comunicado, a finales de 2023, que dado el acentuamiento de la temporada seca, era vital que los caficultores aumentaran la sombra dentro de sus cafetales.

“Enfrentamos una situación variable en cuanto al comportamiento del clima y los caficultores deben hacer los ajustes necesarios para que se mantenga la producción”, alegó el funcionario.

“Si la sombra permanente (estos son árboles de mayor altura) es escasa, puede sembrarse plantas que aporten una sombra temporal, como es el caso de la higuerilla, guandú, bala o poró, de forma tal que cuando el período seco se presente, ya estemos preparados para enfrentarlo”, recomendó.

El impacto del Fenómeno del Niño llega en un punto en el que, según Tedman, la producción de café nacional, a nivel general, se encuentra “muy golpeada”. “El porcentaje de caficultores que trabajan con nuestra variedad de café no supera el 5% de todos los caficultores que hay en el país”

“La caficultura es un negocio muy difícil, especialmente en Panamá (...). Los productores de café que venden sus productos en cerezas a los compradores tradicionales están empobrecidos y, a duras penas, llegan a fin de mes”, analizó.

Esto en un contexto en el que las cifras provinciales se mantienen en aumento, El director regional del Mida en Chiriquí, Alcibíades Arauz, indicó en un escrito que, la zafra cafetalera que inició en agosto de 2023 y se extiende hasta los primeros meses de 2024, tiene previsto generar una producción de 110,000 quintales de café, en esa provincia, lo que representa un aumento de entre el 15% al 20%, en comparación al año agrícola anterior, cuando se recolectaron 88,000 quintales.

Datos del Mida muestran que el parque cafetalero de Panamá es de cerca de 21,000 hectáreas, de las cuales unas 12.400 son de arábigo y el resto de robusta.

El consumo per cápita anda por los 5,9 kg, un uso alto si se compara con otros países como Brasil, donde es de 5,4 kg, o Estados Unidos, estimado en 3,7 kg.

La principal productora continúa siendo la provincia de Chiriquí, con 6.434,99 hectáreas cultivadas y 1,154 productores. Luego viene Coclé, con 4.715 hectáreas por 2.210 productores. Después continúa Panamá Oeste con 2.300 hectáreas y 1.000 productores y cierra Colón, 1.801 hectáreas y 1.601 productores.