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- 03/03/2025 00:00
- 02/03/2025 13:45
“Las cooperativas son las mejores prestadoras de servicio universal, ya que llegan a los lugares donde el bolsillo de la gente no alcanza o la geografía no lo permite, es por eso que el cooperativismo es una forma solidaria de hacer negocios”, aseguró Antonio Roncoroni, presidente de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Energía, Telecomunicaciones Rurales y Tecnología (Clertic).
Roncoroni estuvo en Panamá como parte del Encuentro Anual de Clertic 2025, que este año se hizo, por primera vez, en el país. Destacó que este evento regional les permitió intercambiar conocimientos, experiencias propias y tratar de llevarlo a la práctica con la realidad de cada país
Durante una entrevista con La Estrella de Panamá, el presidente de Clertic habló sobre los desafíos del acceso desigual a servicios esenciales en las zonas rurales de América Latina y el Caribe, así como promover políticas y programas que reduzcan la brecha digital.
Por ejemplo, destacó que ya se encuentran analizando algunos proyectos de cooperativismo que se hacen en Panamá para brindar apoyo. Entre esos, los de la Cooperativa de Servicios Múltiples Profesionales en Energía, Hidrocarburos y Gas de Panamá (Coopehgas) que consisten en dos proyectos piloto en áreas comarcales.
Es muy sencillo. Somos capitalistas porque somos empresas privadas que generamos recursos y con el capital prestamos el servicio. Pero una vez que, primero, nos administramos, elegimos a nuestros directivos, no por la cantidad de acciones, por el contrario, se eligen con el voto de la mayoría de los socios [es decir] con independencia del capital.
Segundo, la distribución de la riqueza solidaria. ¿Qué quiere decir con esto? El cooperativismo integra a todo el mundo que quiera integrarse a tomar un servicio. No necesita tener la obligación de hacerlo. Su nacimiento y su forma jurídica le prohibiría ser excluyente de la gente.
Y tercero, cuando se genera la rentabilidad, para decir lo que se llama retorno en el cooperativismo, por lo menos en la ley argentina, el retorno se redistribuye de acuerdo a cómo lo lograron hacer aquellos que formaron el retorno a partir de sus consumos.
Lo que no hay duda es que la brecha digital es muy grande. Por ejemplo, si el tema solo lo tomamos desde los teléfonos móviles, vemos que hay más teléfonos móviles que población, pero no toda la población tiene teléfono móvil. ¿Qué quiere decir? Hay gente que tiene más de dos teléfonos móviles y hay gente que no tiene teléfono móvil. Entonces, la brecha digital en América está lejos de ser superada.
Diría que lugares como Uruguay, Chile, Argentina - que tienen bastante desarrollo- están todavía con una brecha digital superior al 25 % o 30 %. En lugares como Latinoamérica con menos desarrollo, la brecha digital llega hasta el 50 %. Creo que ese es desde el punto de vista del cooperativismo una oportunidad de hacer crecer nuestras instituciones, una oportunidad de que el germen del cooperativismo se multiplique a lo largo y ancho de nuestra meta.
Desde el cooperativismo creo que el modelo argentino es el más exitoso, porque cuenta con 2.000 cooperativas de servicio público, que cubren un 25 % en todo el territorio. Esto es grandísimo, porque además están atendiendo fundamentalmente en donde hay más dificultades geográficas y económicas. También demuestran que, a pesar de los grandes problemas macroeconómicos de la economía argentina, el modelo sí funciona.
También existen otros países que el Estado ha convertido o ha dado el servicio universal y lo han hecho con empresas estatales. Yo, claramente, estoy a favor de que el servicio lo preste la actividad privada y si es posible, cooperativas.
La primera cosa que se tiene que hacer es permitir que la cooperativa de servicio público se convierta en cooperativa de internet. Que la legislación autorice esto. La verdad es que es un tema que, gracias a Dios, está quedando en el pasado, porque todas las legislaciones están permitiendo hacerlo.
Segundo, lo que hay que hacer es constituir las cooperativas donde hay una que está prestando un servicio público, convertirla también en más servicio público, o sea, de internet, de electricidad [...]
Hoy las cooperativas eléctricas en Latinoamérica están haciendo parques solares en todos lados y trabajando con parques eólicos. Mientras que las cooperativas telefónicas están luchando muchísimo contra la contaminación visual.
El cooperativismo, además de prestar el servicio en condiciones geográficas adversas y en condiciones económicas no tan rentables, como la de las grandes ciudades, tiene en su objetivo el respeto por la naturaleza y fomentar la prestación de los servicios con el menor impacto ambiental posible.
Los proyectos se financian, como todo el cooperativismo, con el ahorro propio. Sin embargo, en Argentina hay un fondo que se llama Fondo de Servicio Universal, que lo componen todas las empresas que prestan el servicio de telecomunicaciones, que es el 1 % de recaudación y ese 1 % se utiliza para llegar al lugar donde la brecha digital no llega. Los procesos se hacen con préstamos subsidiados, que no son reembolsables, en lugares donde claramente no hay un negocio para atender, sino que hay una necesidad de un servicio que hay que llevarle a la gente. Internacionalmente, lo que estamos tratando de hacer es utilizar todas las herramientas crediticias que existen en el mundo para atender la brecha digital.
Primero, la legislación; segundo, detectar la necesidad, y tercero, entender que el cooperativismo arma su capital con mucho esfuerzo y trabajo, y no en 10 minutos.
No generamos capital en los mercados financieros, sino a partir del aporte mutuo de los socios y del esfuerzo de años de trabajo.
Para mejorar la conectividad de las comunidades, lo primero que hacemos es que tomamos contacto con toda la gente de Latinoamérica, visitamos los países y tomamos contacto con los lugares donde hay cooperativas de servicios públicos eléctricos, en cooperativas de internet.
Esto pasó en Chile, en Chillán, donde en 2024 inauguramos una cooperativa eléctrica muy grande, que hoy también es de internet y televisión, y que seguramente distribuirá inteligencia artificial. También en Gualeguaychú, Entre Ríos, en Argentina, en donde la cooperativa de ahí está por lanzar el servicio de internet.
En Argentina, que es el caso que más conozco, existen 1.400 operadores de servicio de internet, de los cuales 600 son cooperativas. Con eso te estoy diciendo que más del 40 % de los operadores de servicio internet en Argentina son cooperativas.
No. Estamos precisamente mirándolos en este momento.
Estamos haciendo contacto con lugares como Panamá. Lo primero que hacemos es detectar la necesidad jurídica, si la tiene, y la necesidad territorial para saber si hay brecha digital. A partir de ahí, tratar de incentivar a las cooperativas que ya están funcionando, como es el caso de Coopehgas, para que presten los servicios de tecnología de la información y las comunicaciones, eléctricos y comunicación rural.
¿Cómo ayudarían?
Vamos a brindar apoyo a Panamá en todos los proyectos que presenten y que estén enfocados en disminuir la brecha digital y llevar electricidad rural. Todo lo que se lleve a ese lugar va a contar con el apoyo de la Clertic, sin lugar a dudas.
Panamá ha sido un caso extraordinario de crear un encuentro regional para permitirnos llevar nuestro mensaje, juntarnos con la autoridad y los embajadores. De eso se trata, de intercambiar conocimientos, experiencias propias y tratar de llevarlo a la práctica con la realidad de cada país.