La corrupción ha sido identificada como el mayor obstáculo para el desarrollo económico y social del país por la ciudadanía y por organizaciones internacionales,...
- 03/04/2011 03:00
PANAMÁ. El crecimiento económico, generalmente, no se mide en razón de género; se hace en razón de números, rendimiento, producción y resultados concretos.
Estas mediciones, sin embargo, han comenzando a mostrar un sesgo marcado por la participación de las mujeres en los procesos productivos, encontrando un fuerte estímulo en aquellas damas que decidieron enfrentar retos y sumarse al desarrollo económico.
Muchos de estos indicadores se encuentran en el estudio de la consultora gerencial Deloitte, cuyos resultados fueron dados a conocer en días pasados.
INVERTIR EN MUJERES
El estudio fue desglosado por Irene Pedreschi, directora de Recursos Humanos y Gestora de Talentos de Deloitte Panamá, y da a conocer aspectos trascendentales sobre la participación de la mujer en el crecimiento económico de los países.
‘La mujer, como profesional y factor económico, está en crecimiento. Puede considerarse que en estos momentos es el mercado emergente más grande del mundo, porque sus decisiones sobre la economía, ya sea en el hogar, o en una empresa, son decisivas y casi siempre, acertadas’, apuntó Pedreschi.
Pero al mirar la situación en regiones desarrolladas, incluso en Europa, donde las mujeres conforman el 45% de la fuerza laboral y más de 50% de los títulos universitarios están en su poder, apenas el 11% ocupa los puestos ejecutivos en las empresas y corporaciones.
Esta desigualdad no se compadece con el aporte que las mujeres hacen en la economía del mundo.
‘En 2014, la mujer habrá duplicado su injerencia en la economía del mundo’, destacó Pedreschi. Esto, mirando el informe de Deloitte, revela que las mujeres controlan $20 trillones del gasto total de consumidores a nivel mundial, con un pronóstico de aumento a $28 trillones para el 2014.
Por ello, la inversión en el recurso humano femenino, dándole la relevancia que merece es hoy una política empresarial que comienza a hacer cada vez más común.
‘Ignorar el género como punto importante de negocio, tratándose de mujeres, puede ser muy costoso para los empresarios de hoy en día’, ratifica Pedreschi.
Para Nadine Gasman, directora de la campaña ÚNETE, que promueve la Organización de Naciones Unidas, existe una brecha salarial del 30% entre hombres y mujeres profesionales, en igualdad de posiciones y condiciones laborales.
Gasman sostiene que es preciso aumentar la autonomía económica de las mujeres. ‘Esto puede generar un fuerte impacto en cada uno de los países. Está comprobado que mientras más mujeres se incorporen en las economías, más respaldo recibe el Producto Interno Bruto (PIB- per cápita)’, destacó.
Cifras del Centro de Estudios Económicos de América Latina (CEPAL) señalan que en el sector urbano panameño un 27% de mujeres genera ingresos, frente a un 6% que no cuenta con ninguno.
CAPACITACIÓN DE GÉNERO
Un aspecto que ayuda a la inserción laboral de las mujeres es la capacitación de género. ‘La mujer no es un número para llenar una cuota; por sí misma, es un ser cuya participación es decisiva en la economía’, señaló Gisela Álvarez de Porras, ex viceministra de Economía.
Para ella, la mujer ha dejado de ser ‘una líder emergente’ para convertirse en ‘una líder’. Sin embargo, para llegar a solidificar este aspecto, es precisa la inversión en políticas y capacitación de género.
Por otro lado, considera Álvarez de Porras, las decisiones de planificación van de la mano con la productividad de las mujeres, y en esto, el hombre juega un papel que también es decisivo.
‘Si una pareja de profesionales decide tener familia, los intereses deben ser compartidos, tanto en lo económico como en el aspecto de crianza y cuido de los niños’, destacó.
TRABAJO Y DESARROLLO
Las posibilidades de crecimiento para la mujer en un entorno dominado por hombres siempre es difícil; pero ciertos detalles, como el atreverse a dar el paso al frente, suelen abrirles las puertas de par en par.
A Sandra Miró, el dar ese paso adelante la convirtió en la primera mujer en ocupar la gerencia general de DHL Panamá, el más grande servicio de courier a nivel mundial.
‘El logro en una empresa es una cosa; el éxito es otra, que produce una sensación más grande y diferente. La mujer de éxito debe hacerse presente, levantar la mano y decir yo estoy aquí y soy capaz. Hay que aceptar el reto, demostrar nuestras capacidades’, apuntó Miró.
De unirse, además, en opinión de la doctora Enitza George, ‘la fe y pasión en lo que se está haciendo, y mantener la confianza para alcanzar metas y objetivos concretos’.
Alcanzar ideales y luchar por la equidad son tareas para las nuevas generaciones de mujeres. El respeto del hombre hacia quienes son consideradas la mayor fuerza económica emergente del mundo implica un cambio de mentalidad, en el que ellas ganan espacios y consolidan su éxito.