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La variante ómicron: ¿qué riesgos puede representar para la región?
- 11/12/2021 00:00
- 11/12/2021 00:00
Justo cuando el mundo comenzaba a sentir la “tranquilidad” por la disminución del número de contagios diarios de SARS-CoV-2, así como del número de decesos por este virus, aparece a finales de noviembre en Sudáfrica una nueva variante bautizada como ómicron.
Países como Austria y Alemania plantearon la necesidad de forzar una cuarentena en la población no vacunada (lo que en el caso alemán llevó a aumentar la demanda de vacunas por parte de la población), mientras que en los Países Bajos promovieron una cuarentena parcial, de cara a motivar de alguna manera a las personas que aún no creen en la vacuna.
Por su parte, en la mayoría de los países se está trabajando en el refuerzo de la vacuna para aquellos que han completado su esquema. En Noruega y República Checa, por ejemplo, se está realizando una campaña de vacunación de refuerzo para los mayores de 18 años.
En algunos países se comenzó a exigir la presentación del certificado de vacunación para tener acceso a restaurantes, bares, cines y espacios de distracción.
Con todos estos esfuerzos parecía que el mundo comenzaba a sentir cierta “normalidad”, donde lo único extraño, en comparación con el periodo prepandemia, era el uso de las mascarillas y el distanciamiento físico, pese al repunte de casos de la llamada “tercera ola” que se está viviendo en Europa.
Aunque la tendencia a aumentar los controles con pases sanitarios, limitaciones para la entrada de los no vacunados, la obligatoriedad de presentar una prueba PCR negativa y otras medidas ya se vio en los países del hemisferio norte, no fue sino hasta hace unos días en que los países entraron en preocupación por la variante ómicron.
El 24 de noviembre apareció en Sudáfrica esta variante del SARS-CoV-2, la que según primeras declaraciones de expertos y de la misma Organización Mundial de la Salud (OMS) representaba “una gran preocupación” por su nivel de contagiosidad.
Por su parte, la Organización Panamericana de Salud (OPS) indicó que “la variante ómicron ha sido reportada en al menos 25 países, pero no está claro si la infección causa una enfermedad más grave en comparación con las infecciones con otras variantes”.
En este contexto, de inmediato las Bolsas de Valores y las cotizaciones de criptoactivos se desplomaron ante el nervio de los inversionistas, quienes, como es usual, ante una situación de alarma, liquidan parte de sus posiciones en activos riesgosos y se refugian en activos menos rentables pero estables, como es el caso del oro, algunos commodities y bonos del tesoro.
Economistas del grupo de banca e inversión Goldman Sachs, ofrecieron algunos aportes reseñados por El Economista, de España, donde, en un informe plantean que “los efectos de ómicron sobre el crecimiento mundial borren 2,5 puntos porcentuales del crecimiento mundial anualizado en el primer trimestre del próximo año y 0,4 puntos porcentuales en el conjunto de 2022 en su conjunto. No hay mal que por bien no venga, dado que ahora los economistas de Golman suman 0,3 puntos porcentuales adicionales a las perspectivas para 2023 a medida que el crecimiento global se recupera”.
“Goldman Sachs ya ha recortado sus perspectivas de crecimiento económico para EE.UU. en 2022, señalando los riesgos y la incertidumbre que plantea la nueva cepa. La entidad espera ahora que el crecimiento del producto interior bruto (PIB) estadounidense se expanda un 3,8% el próximo año, por debajo de su estimación anual anterior del 4,2%, y que el crecimiento desde el cuarto trimestre de 2021 al cuarto trimestre de 2022 sea del 2,9%, por debajo del 3,3% previamente estimado”, recoge El Economista.
Países como Japón, Marruecos e Israel decidieron de manera casi inmediata implementar un lockdown completo, mientras que las medidas para el ingreso de extranjeros y nacionales provenientes de países deSudáfrica, Botsuana, Lesoto y Mozambique se hicieron más rigurosas,
Para la OMS, la medida de cerrar por completo las fronteras puede causar un efecto contraproducente y no solo a nivel económico y de recuperación de los países tras casi dos años de pandemia, ya que podría desmotivar las alertas de nuevas variantes por parte de los países que las registren, dado el efecto negativo sobre sus poblaciones en cuanto a movilidad.
Con relación a la efectividad de las vacunas, tanto la OPS como la OMS se han hecho eco de las declaraciones de la mayoría de los laboratorios fabricantes, que han indicado que para principios del año entrante la vacuna que combata la nueva cepa estaría disponible.
Latinoamérica ha sido una de las regiones más golpeadas con los efectos de la covid-19. Hasta ahora la pandemia ha cobrado más de un millón y medio de vidas, el 29% del total mundial. La capacidad de dispersión de ómicron hace pensar a las autoridades que su propagación será inevitable.
Una nota reciente del rotativo argentino La Nación explica que, ”la economía en desorden alimenta el segundo peligro, que la variante podría elevar la inflación ya alta. Es en Estados Unidos donde parece mayor este peligro, dado que el estímulo fiscal excesivo del presidente Joe Biden ha sobrecalentado la economía y los precios al consumidor subieron 6,2% en octubre, comparado con un año antes, el nivel más elevado en tres décadas. Pero la inflación también es incómodamente elevada en otras latitudes, con un nivel global del 5,3%, según datos de Bloomberg”.
Los efectos que puede tener la variante llevaron a los diferentes países a reforzar las jornadas de vacunación en su población para así contener sus efectos.
Sin embargo, en este contexto, la información que manejamos actualmente nos hace concluir que los mercados volverán a sus niveles normales de operatividad y se continuará con la “vuelta a la nueva normalidad” a la que nos ha llevado la pandemia.
Según un estudio realizado por The New York Times, expertos en salud pública han pedido cautela, señalando que todavía no hay pruebas sólidas de que ómicron sea más peligrosa.
El hallazgo sugiere que ómicron puede ser menos vulnerable a las defensas inmunitarias del organismo. Los investigadores sudafricanos también han señalado que la variante parece estar propagándose más del doble de rápido que la variante delta.
Hay indicios de que puede causar solo una enfermedad leve; sin embargo, esta observación se basa principalmente en los casos que se han presentado en Sudáfrica entre los jóvenes, quienes son, en general, menos propensos a enfermarse de manera grave con covid-19.
Según la presidenta de la Asociación Médica de Sudáfrica, lugar donde nació la variante, los hospitales del país no estaban saturados de pacientes contagiados con la nueva variante, debiendo tener en cuenta además que la mayoría de los hospitalizados no contaban con un esquema de vacunación completo. Asimismo, indicó que la mayoría de los pacientes que había atendido no perdían el sentido del gusto ni del olfato, y solo tenían una tos leve.