José Manuel Pérez: 'La figura del padre no es impoluta ni infalible'

Actualizado
  • 18/06/2020 00:00
Creado
  • 18/06/2020 00:00
El próximo domingo se celebra el Día del Padre y el representante auxiliar del Fondo de Población de las Naciones Unidas en Panamá reflexiona sobre el rol de esta figura

José Manuel Pérez es el representante auxiliar del Fondo de Población de las Naciones Unidas en Panamá, y en esta entrevista habla del rol del padre. El suyo falleció cuando él tenía tan solo 3 años, y la vida le regaló 5, que fueron sus 2 abuelos y 3 tíos. El próximo domingo se celebra el Día del Padre y La Estrella de Panamá entrevistó a Pérez para reflexionar sobre esta figura que es vista, en algunos casos, como impoluta e infalible. Y no es lo es, dijo. Tampoco considera que el padre sea solo un proveedor de lo material en el hogar, también tiene que ser un proveedor de amor y afecto a sus hijos.

José Manuel Pérez , representante auxiliar del Fondo de Población de las Naciones Unidas en Panamá
El próximo domingo se celebra el Día del Padre en varios países del mundo, ¿cuál es su visión sobre esta figura?

Primero, quiero confesarte que mi padre falleció cuando yo tenía 3 años, sin embargo, tuve muchos padres, como 2 abuelos, que fueron muy especiales, tíos y figuras paternas que de una u otra manera cumplieron mucho ese rol. Entonces mi visión del padre pueden ser muchas cosas; no solamente es alguien que te dio la vida, por decirle de alguna manera, sino también alguien que está siempre contigo y que sabe dar, primero, amor incondicional y constructivo al enseñarte pautas en la vida. Un padre debe ser un modelo, en el sentido que sus actos sean el mejor ejemplo para sus hijos, que los ayude en el transitar por la vida. Padre son muchas cosas, como dice la canción, y dependiendo de si es un hijo o una hija su conducta puede variar, pero evitando esas conductas que marcan prejuicios como, por ejemplo, debe ser más fuerte con el niño y más suave o condescendiente con la niña, no necesariamente es así. Cada hijo trae su propio paquete sorpresa, es decir su propia personalidad, y basado en eso uno busca lo mejor para ellos. Un padre es alguien que está allí a tu lado, ni delante de ti ni detrás de ti, sino a tu lado, ofreciendo apoyo, estímulo y mucho amor, esto último independientemente que sea varón o mujer. Yo no creo en eso de que a los varones hay que tratarlos con fuerza o no demostrarles amor, se puede ser un padre amoroso con el niño y eso no significa que lo haces débil. En conclusión, un padre es el ejemplo que das en vida.

En sociedades machistas como la nuestra, la figura del padre siempre es vista como impoluta e infalible, hasta el punto que no se le cuestiona, como a la materna, ¿coincide?

Es una visión muy sesgada y distorsionada de lo que es ser padre; desde el punto de vista de que la crianza es una responsabilidad de los dos, no se le puede recargar a la madre únicamente la crianza de los hijos y las fallas que se pueden tener, el hombre es corresponsable. Te cuento una anécdota que me hace pensar que las cosas están cambiando: yo tuve que realizar por un mes unas cinco visitas al Hospital del Niño, y me llamó mucho la atención que a la salida de la consulta externa por primera vez veía a muchos hombres acompañando a las mujeres con los niños en brazos; al analizar un poco el perfil de los hombres, uno podría pensar que no eran personas a los que uno está acostumbrado a ver realizando estas labores de cargar niños, especialmente con el cuidado que lo hacían. Vi a varios y fue muy bonito. Creo que las mentalidades están cambiando, los hombres y mujeres se están viendo en un tono distinto, en el sentido de que si vamos a tener un hijo, vamos a cargarlo juntos. En la clase media, la mujer no está esperando casarse para que el hombre la mantenga, busca pareja, y como profesionales obtienen un trabajo. Yo tuve la suerte de que, cuando mi padre falleció, mi madre viajó a Estados Unidos, mi hermana y yo nos criamos allá por 10 años, yo aprendí a realizar los trabajos del hogar, aprendí a compartir las cargas de la casa, y cuando regresé a Panamá fue un choque porque hacían mofa de lo que yo hacía. Pero reitero, las nuevas generaciones han empezado a mirar el mundo distinto y estas barreras que existían antes sobre lo que debe hacer el hombre y la mujer se superan cada vez más. La figura del padre no es impoluta ni infalible, y estoy seguro de que muchas mujeres no soportan eso.

Esta frase es muy común en la sociedad “padre no es el que engendra, sino el que cría”. ¿Considera que la frase define el rol del padre o simplemente reafirma preceptos de la persona proveedora, el que trabaja para mantener?

Fíjate qué interesante. Estoy de acuerdo con que padre no es el que engendra, sino el que cría, pero si lo vemos como el ser proveedor, la pregunta que nos tenemos que hacer es: ¿proveedor de qué? Proveedor de lo material únicamente o también proveedor de lo espiritual y de lo afectivo, creo que no solamente se puede ser proveedor de lo material, sin lo afectivo y espiritual. Sin estos dos últimos valores, el padre únicamente es el que trabaja y pone comida sobre la mesa, pero no está criando. Criar es todo un concepto muy distinto, es formar hombres y mujeres para una sociedad. Ser proveedor no solamente es lo material, y es allí donde se equivocan muchos y vemos el fenómeno de la pensión alimenticia, que está bien porque cubre lo material, pero, ¿alguna vez el padre se toma la molestia de saber cómo está su hijo o estar a su lado cuando el niño tiene una dificultad? Entonces la pensión alimenticia cubre lo material, y cumplir con el compromiso no es ser padre ni criar hijos. Es una frase con verdades a medias.

¿Qué tanto contribuyen el sistema educativo y los medios de comunicación a esta formación o deformación de la figura del padre y cuál debería ser su papel?

El sistema educativo, en la medida en que replica ese rol del padre que labora y la madre que se dedica a los oficios de la casa, evidentemente falla. Creo que los textos escolares deberían ser más equitativos en cuanto a la labor del hogar que deben ejercer tanto el hombre como la mujer, tanto de labores como de participación en la construcción de un ambiente familiar, de forma tal que empiecen a cambiar el chip de las personas. En el caso de los medios de comunicación, me entristece ver las novelas –y no es que yo vea novelas–, pero cuando ves un programa en la televisión observas que replican modelos o conductas de la sociedad que no son aceptables. Esta realidad lo que hace es que las personas asuman una normalidad de conductas que no deben ser normales, como cuando un hombre le pega a una mujer o que no acepta que su hijo cuestione sus palabras. En otras épocas, la figura del padre nunca se cuestionaba, pero eran otros tiempos y otras realidades, hoy día no es así. Siempre he dicho: convénceme con la razón, explícame porqué tal cosa está mal y seré el primero en cambiar. El otro factor importante es que no pretendas estar ausente en la vida de tus hijos y de repente, cuando algo sale mal, empieces a reclamar. A veces las consecuencias de los actos de tus hijos son la falta de tiempo con ellos, aunque es un factor muy difícil de asumir porque el trabajo te quita tiempo y llegas a la casa cansado, con el único deseo de reposar, pero hay que sacar tiempo porque se paga muy caro cuando no se hace. Es un fenómeno que ocurre en todos los estratos sociales.

¿Cómo equilibrar ese tiempo que se le debe dedicar a los hijos y al trabajo?

Es tener un poco de disciplina, tener cierta rutina con tu familia. A veces es muy fácil enrollarse en que el trabajo es importante, pero uno tiene que buscar de alguna manera ese tiempo que se le debe dedicar a los hijos; en mi caso, por ejemplo, muchas veces llegaba a la casa después de la 8:00 de la noche, cuando mis hijos ya habían cenado, pero antes de que se durmieran les dedicaba un espacio, aunque fuera en su cama para hablar sobre cosas del día. Es cierto que uno a veces está cansado y lo que quiere es quitarse los zapatos y tirarse en la cama, pero sacar ese tiempo con los hijos, sin duda, siempre será una buena inversión. Siempre es bueno pensar en unas vacaciones con la familia, con los hijos, y cuando hablo de vacaciones no es ir a otro país, sino ir a la playa de Veracruz, por ejemplo, a pasar un rato. Ningún hijo recordará la plata que le dejaste, siempre recordará las vacaciones que pasó con su padre, aunque sean viajes cortos; siempre habrá anécdotas que luego podrás recordar con tu hijo o hija.

En 2017, el país adoptó una ley que establece tres días de licencia de paternidad y el año pasado se presentó un anteproyecto que busca equiparar la licencia paternal a la materna. ¿Cómo analiza la medida?

Para equiparar la licencia paternal con la maternal habría que analizar muchos puntos de vista, pero definitivamente tiene que haber un periodo en que el hombre pueda acompañar a la mujer cuando nace el niño o niña. Dos semanas antes de que naciera mi hijo menor, a mí me habían liquidado del trabajo y tuve la suerte de pasar el siguiente mes con mi esposa sin tener que trabajar y hoy, analizando ese hecho, uno se da cuenta de que es una forma de cambiar a la sociedad, porque empieza a ver al hombre como el corresponsable en la crianza de los hijos, además que es un tiempo muy valioso para la mujer.

¿Cómo define el rol ideal de padre?

Es una combinación de guía, de maestro y más que maestro, un descubridor. Cuando uno está con su hijo descubre cosas, no tenemos porqué decirle cómo solucionar la vida, sino darle los valores, las herramientas y una perspectiva de vida para que ellos asuman. Que van a fracasar y que tendrán momentos difíciles, claro que sí. Un padre no es el maestro en el sentido estricto del significado de esa persona que dicta clases, sino que ambos (padre e hijo) descubran hacia dónde quieren llegar, el conocimiento se descubre, se reflexiona. El padre puede enseñar y aprender de sus hijos, eso construye una relación verdadera para toda la vida.

¿Un mensaje final para los lectores?

Tómenselo en serio. Es el trabajo más importante que uno tiene en la vida y el que más rédito, satisfacciones y alegrías te da. Evidentemente también te puede dar las mayores amarguras. Ser padre es un cúmulo de cosas y es una bendición de la espiritualidad en la que una crea.

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