Oksana Masters, la sobreviviente del desastre de Chernobyl que hace historia en los Juegos Paralímpicos

Las historias de superación muchas veces superan nuestras expectativas y esta es una de ellas. Oksana Masters, cuya vida fue impactada por el accidente en la planta nuclear de Chernobyl en abril de 1986.

El accidente de Chernobyl impactó en la vida de muchas personas, incluyendo la de Masters, aunque ella aún no había nacido, pero su madre vivía en esa área.

Debido a estos hechos, Masters nació con graves malformaciones físicas.

La ucraniana, que hoy en día tiene 35 años, nació con seis dedos en ambos pies, sin pulgares, con una pierna más corta que la otra y sin huesos importantes en las piernas, por lo que tuvo que adaptarse a una vida bastante difícil, pero ese tan solo fue el inicio de su calvario que vivió mientras estuvo en Ucrania.

Tiempo después de su nacimiento, sus padres tuvieron que darla en adopción debido a su incapacidad de mantenerla. Esta decisión llevó a que la atleta paralímpica viviera en tres orfanatos.

”En mi pueblo había fugas de radiación. No podíamos salir de nuestra casa durante varios días”, dijo tiempo atrás Masters sobre su tiempo viviendo en Ucrania.

De acuerdo con una publicación del sitio The Players Tribune, Masters aún sigue con secuelas psicológicas debido a los momentos atroces que vivió en los orfanatos hasta los ocho años, cuando fue adoptada por Gay Masters, quien la llevó a vivir a Buffalo, Nueva York, Estados Unidos, para darle una mejor calidad de vida.

En sus inicios, la nacida en Ucrania no pudo acoplarse al nuevo estilo de vida que estaba teniendo en Estados Unidos. A pesar de todas las comodidades, el factor psicológico le jugó una mala pasada, que incluso tuvo que dormir en el piso en varias ocasiones, a pesar de tener su cama.

La paratleta alegó en su momento que “en el orfanato asociabas el sueño con el abuso”, por lo que vivió malos ratos en sus primeros días en su nuevo hogar.

Las cosas no mejoraron cuando Masters cumplió los nueve años, debido a que tuvieron que amputarle una de sus piernas y cinco años después le amputaron la otra.

Masters tuvo que volver a luchar contra las adversidades físicas y psicológicas que se le presentaban, pero esto solo fue un factor importante para encontrar su pasión y escape en el deporte.

Su salto al deporte

La atleta encontró un regocijo primero en el arte del remo adaptado. “En el agua, comencé a tener una nueva sensación de libertad y control que me habían arrebatado tantas veces a lo largo de mi pasado”, declaraciones publicadas por el sitio Infobae.

Ese solo fue el inicio de una carrera que, hasta el momento, ha dado mucho frutos. Hizo su debut en esta disciplina en los Juegos Paralímpicos Londres 2012, en la que ganó la presea de bronce. Con el tiempo también probó otros deportes como el esquí nórdico y el biatlón.

La ucraniana no se puso un techo y tuvo la experiencia de participar en los Juegos de Invierno de PyeongChang 2018, en las que ganó la medalla de oro en esquí. Su siguiente parada fueron los Juegos Paralímpicos de Invierno de Pekín 2022 y se llevó tres preseas más, dos de oro en biatlón y una en esquí.

Una lesión en la espalda obligó a Masters de experimentar otro deporte y su siguiente parada sería el paraciclismo. En los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 ganó dos preseas de oro en esta última disciplina mencionada. “El deporte me ha hecho ver que el cuerpo (haciendo énfasis en su cuerpo) tiene un poder que nunca se debe subestimar”, señaló.

Si bien es cierto que el deporte está siendo su foco en estos momentos, eso no le quita el deseo de formar una familia en un futuro. Relató que tiene el deseo de formar una familia y en estos momentos mantiene una relación sentimental con el también atleta paralímpico Aaron Pike.

En los Juegos Paralímpicos París 2024 Masters ha seguido su línea ganadora y hasta el momento se ha acreditado dos preseas de oro, ambas en la disciplina de ciclismo, lo que la convierte en una de las paratletas más prestigiosas del mundo.