Nueva generación brilla en Bormio: Moeller lidera el SuperG

Después de sólo un año de experiencia en la Copa del Mundo de esquí alpino, el noruego Fredrik Moeller consiguió este domingo, a sus 24 años, su primer éxito en la categoría superG en Bormio (Italia), en una pista que ha vuelto a atormentar a los grandes nombres del circuito. .

Es el surgimiento de una nueva generación. O la confirmación de que no hay que tener miedo y que hay que coquetear con la inconsciencia de la juventud para domar al formidable y controvertido Stelvio.

Al igual que el suizo Alexis Monney, inesperado ganador del descenso de Bormio el sábado, Moeller tiene 24 años y nunca ha subido todavía a un podio de la Copa del Mundo.

Pero su éxito, el primero en Bormio para un noruego desde Aleksander Aamodt Kilde en 2021, no es menos contundente.

“No esperaba ganar aquí, aunque obtuve buenos resultados en super-G este invierno. Sabía que era rápido y mi equipo funcionaba bien, simplemente intenté esquiar como sé hacerlo”, admitió el ganador del día, todavía sorprendido.

Relegó al austriaco Vincent Kriechmayr a 20/100, mientras que Monney confirmó su éxito del día anterior, con un sorprendente tercer puesto, a 24/100.

Ganador del SuperG en Bormio en 2022 y 2023, el suizo Marco Odermatt tuvo que conformarse con el quinto puesto, a 45/100 de Moeller, lo que le permite conservar por poco el liderato de la clasificación del Mundial de la especialidad, por delante de Moeller. .

Como muchos, el ganador de las tres últimas ediciones de la Copa del Mundo parecía aliviado de haber terminado en Bormio, donde se llevarán a cabo las pruebas de esquí alpino masculino de los Juegos Olímpicos de 2026.

“Este súper G fue difícil para mí, desde la salida no tuve buenas sensaciones, luego negocié muy mal la Carcentina y perdí mucho tiempo”, analizó “Odi”, firmemente consolidado en lo más alto. del ranking mundial del gran globo, ahora 161 puntos por delante del noruego Henrik Kristoffersen.

“Lo principal es terminar este fin de semana sin lesionarse, ayer me llevé un susto grande en la bajada”, recordó.

Si una vez más causó buena impresión con cuatro representantes entre los seis primeros, el equipo suizo sin duda perderá para la temporada a Gino Caviezel, que sufre una dislocación de hombro y una “lesión compleja” en la rodilla.

Partiendo del dorsal 1, el esquiador de los Grisones chocó contra una barrera y finalizó su carrera con un deslizamiento interminable.

Evacuado en helicóptero tras una larga interrupción que todavía estremecía de miedo a esquiadores y espectadores, Cviensel añadió su nombre a la lista de heridos de Bormio, entre la que figuraban el francés Cyprien Sarrazin (hematoma intracraneal), el italiano Pietro Zazzi (fractura de tibia y peroné) o el El suizo Josua Mettler (rotura de los ligamentos cruzados de ambas rodillas).

El domingo, varios esquiadores, puestos a prueba física y mentalmente por el Stelvio, tres kilómetros de hielo con desniveles y movimientos del terreno, renunciaron a alinearse en super-G, como el francés Alexis Pinturault, el italiano Christof Innerhofer o el alemán Simon Jocher. .

En ausencia de Sarrazin, segundo en el superG de Beaver Creek, el equipo francés, marcado por la hospitalización de su líder y debilitado por un virus, todavía colocó a dos representantes entre los diez primeros.

Nils Allègre quedó octavo, justo por delante de Florian Loriot (9º).

“Las condiciones seguían siendo difíciles, me golpeaba mucho en la cima, estoy un poco agotado por los nervios, no es fácil encontrar la energía, pero estoy contento con mi esquí”, insistió Allègre.

En la clasificación general de la temporada de Super G, Marco Odermatt se mantiene como líder, pero la victoria de Moeller reduce la diferencia a solo cinco puntos. El suizo, sin embargo, amplió su ventaja en la general absoluta de la Copa del Mundo a 161 puntos.

La próxima oportunidad para reducir la brecha será en el slalom de Madonna di Campiglio, el 8 de enero, antes de que Odermatt regrese al descenso en la estación austriaca de St. Anton.