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- 31/08/2019 02:00
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Detrás de la logística y la organización de este acontecimiento se encuentran las manos que hacen esto posible, un total 19 mil voluntarios ofrecen su tiempo para que se realice cada torneo.
Las ganas de formar parte de este hito histórico para Perú, es lo que mueve a jóvenes y adultos a participar como miembros del staff de Lima 2019.
Los voluntarios lucen un pantalón crema y una camisa blanca con mangas amarillas.
Al ingresar a cada complejo deportivo los visitantes son acogidos por personas que denotan en sus rostros una sonrisa y gritan al unísono ¡Buenas bienvenidos!, de esta manera reciben a los fanáticos, deportistas y a la prensa internacional.
Testimonios
Gary Carbajal tiene 28 años de edad, estudió en la Universidad Peruana de Ciencias aplicadas (UPC) y se graduó como Ingeniero de Gestión Empresarial, en el mes de mayo de este año; se incorporó al voluntariado de Lima 2019 como parte de un proyecto personal, y también buscando un evento diferente en su vida.
‘Decidí ser voluntario por la oportunidad de entrar en contacto con los comités y los atletas, ya que anteriormente realizaba deportes y tener ese impacto cultural es muy gratificante', expresa.
Carbajal cuenta que fue uno de los últimos en aplicar para formar parte del voluntariado, comenzó su labor en los Juegos Panamericanos y desde entonces continuó con los Parapanamericanos.
‘He recibido un gran apoyo por parte de la delegación de Panamá. No tengo palabras para describir esta experiencia, solo me toca agradecer porque he podido conocer a atletas de talla mundial como Samantha Alonso, del surf y Miryam Roper, que ganó medalla de bronce en judo. Durante estas semanas he aprendido mucho del señor Agustín Montalvo, jefe de misión del Comité Paraolímpico de Panamá', manifiesta.
En cuanto a su organigrama de trabajo, nos contó que laboran en dos turnos de 8 horas diarias y se retiran a las 8:00 de la noche.
‘Hasta el momento estamos asignados 3 personas Kori Escalante, Víctor Hugo y mi persona para colaborar con la delegación de Panamá', indica.
Otra de las voluntarias que compartió sus vivencias es Kori Escalante, una chica de 22 años, y que es estudiante de Ingeniería en Sistemas.
‘Siempre me ha gustado ayudar en diferentes aspectos, hice voluntariado para ayudar a los niños, animales y el medioambiente, en Huancayo lugar donde resido. Esta es una manera más de participar y hacer lo que me gusta. Es dar un espacio de mi vida por algo que considero importante y que merecería el apoyo de todas las personas, especialmente de los peruanos, para dejar en alto el nombre de nuestra nación y demostrar que en Perú es posible ofrecer una cálida bienvenida a todas las delegaciones que están lejos de su hogar', resalta.
La joven peruana señala que no pudo participar en los Juegos Panamericanos, sin embargo, dice que ha disfrutado de los Juegos Parapanamericanos.
‘Lo que me motivo para ser voluntaria es que amo mis raíces y lo que representa, por ejemplo, la danza, me encanta el huaylarsh y de esa forma me enteré que seriamos parte de algo histórico. Al ver la presentación en Toronto, donde se recibió la antorcha, me dije a mi misma ‘quiero ser parte de eso' de demostrar lo mejor del Perú y con una gran sonrisa para todos nuestros hermanos de otras naciones, me invade el orgullo de ser peruana y gracias a esta hermosa experiencia también me siento parte de la hermosa familia de Panamá', comparte.
Esta joven voluntaria expresó que una de las vivencias que más la ha impactado, es el acercamiento que ha tenido con los atletas panameños.
‘Convivir con la delegación de Panamá, especialmente con los deportistas me cambio mi forma de ver las cosas, abrió mi mente y me enseñó a luchar por mis sueños, a pesar de las circunstancias que la vida te puede presentar y que con esfuerzo y perseverancia todo es posible, para varios de ellos estos fueron sus primeros Parapanamericanos y sin duda es el comienzo a un brillante futuro', asegura.
Escalante cuenta que una de sus experiencias más cercanas fue con el atleta panameño, Juan Carlos Caballero, quien compite en impulso de bala, en la categoría F11 y que en su última representación supero su marca personal.
‘Caballero es una persona muy alegre, nosotros percibimos el mundo de manera distinta, en comparación con los que poseen discapacidad visual. Con él aprendí a ser más descriptiva con lo que pasa a mi alrededor, de esta manera me comunicaba mejor con él. Ahora logró ver el mundo de manera más profunda', concluye.
Un voluntario que presta su tiempo y conocimientos en un evento como los Juegos Panaparalímpicos es como un motor, mueve
ENVIADA ESPECIAL