Rubén Tejada y su duro camino a donde comenzó todo

En el año 2007, un joven panameño llegaba al béisbol profesional de los Estados Unidos. Rubén Tejada fue parte ese año de los VSL Mets1 en la liga para novatos de los Mets de Nueva York.

Jugó 32 partidos, bateó para .364, con tres jonrones y 25 carreras empujadas, un comienzo auspicioso para un chico de apenas 18 años de edad.

A los 21 años, Tejada debutó en las Grandes Ligas en la temporada de 2010. Jugó 78 encuentros, bateando para .213, con un jonrón y 15 remolques.

El mánager de los Mets por aquellos años, Terry Collins tenía gran confianza en las habilidades del joven panameño, quien en 2012 jugó 114 partidos y 119 en 2014, a las órdenes de Collins.

En 2015, los Mets ganaron la División Este de la Liga Nacional y llegaron con gran ilusión a los playoff; sin embargo, Rubén Tejada no pudo disfrutar del viaje a la Serie Mundial ese año ante los Reales de Kansas City, al ser víctima de una barrida malintencionada de Chase Utley, de los Dodgers de Los Ángeles, que le rompió el peroné.

Momentos difíciles

Desde aquel incidente, Tejada comenzó un andar nada agradable. Los Mets lo liberaron en marzo de 2016, siendo firmado de inmediato por los Cardenales de San Luis; sin embargo, otra lesión lo relegó hasta que el equipo lo colocó en asignación. Tejada rechazó la medida y se convirtió en agente libre.

El 13 de junio de 2016, firmó un contrato de ligas menores con los Gigantes de San Francisco y en diciembre de ese mismo año, se va a los Yanquis de Nueva York; al año siguiente, suscribe acuerdo con los Orioles de Baltimore luego de cual regresa a la agencia libre en 2018.

Tras este turbulento paso entre equipos (tres en total), sin mayor suerte, Tejada acepta un contrato de ligas menores con los Mets de Nueva York en marzo de 2019; el miércoles de esta semana, los Mets lo suben al equipo grande.

A pesar de irse en blanco en cuatro turnos en su regreso a las Grandes Ligas, Rubén Tejada representa un ejemplo de constancia y fe en sí mismo y en sus habilidades. Está de vuelta, con mayor madurez y las ansias de un novato, intactas.