- 28/10/2019 10:09
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El deporte de las pesas o la halterofilia fue una de las disciplinas que siempre tuvo una gran presencia en Panamá, principalmente en los últimos cincuenta años del pasado siglo.
El paso de sus atletas por diversos torneos dejó huellas imborrables y aún hoy sus nombres son mencionados, máxime por el hecho de que sus actuaciones nunca más fueron igualadas.
Las medallas obtenidas por Carlos Chávez, Ildelfonso Lee, José Díaz y Alexis Batista en Juegos Panamericanos, y otras alcanzadas por Narciso Orán, Pablo Justiniani, Virgilio Gilces, Iván Batista, Tomás Rodríguez y Ricardo Salas, son los máximos logros que ha tenido la halterofilia.
Sin embargo, detrás de estos grandes nombres hubo los de otros que no figuraron, pero a quienes también se les debe estas exitosas presentaciones. Nos referimos al de los entrenadores.
En efecto, esas preseas también se obtuvieron gracias a los esfuerzos de los instructores Encarnación “Chacón” Plata, Omar Revello, Ángel Famiglietti, Luis Ramos y Víctor Vergara, entre otros.
Es cierto, en los primeros dieciocho años de la nueva centuria se han logrado triunfos, pero no tan contundentes y tan resonantes como en el pasado.
¿Por qué ocurre esto? ¿Hace falta el material humano adecuado para ello? o ¿no existen las condiciones para desarrollarlo?
Para responder a estas preguntas, conversamos con el profesor Víctor Vergara, quien a sus 73 años aún sigue vinculado a un deporte que le ha traído grandes satisfacciones, pero también muchos sinsabores y decepciones.
“Mis primeros pasos en este deporte se dieron hace casi 50 años, cuando era educador físico en un colegio de la comunidad de Chame, y el profesor Ángel Famiglietti nos invitó a participar en un torneo intercolegial”, señaló Vergara.
“Preparé a unos muchachos con unos implementos que me entregó el entonces presidente de la Federación, y uno de mis atletas, Roberto Torres, logró ganarle al colonense José Díaz, quien después fue inmenso”, recordó.
De allí en adelante ha corrido mucha agua debajo del puente y aunque su vida ha estado vinculada a esta disciplina por casi 49 años, jamás ha recibido un pago como entrenador.
“Siempre se me prometió un nombramiento, pero nunca se concretó, más que todo por la mezquindad de los dirigentes, a quienes nunca les gustó que mi pasión por este deporte fuera acompañada de severas críticas a sus administraciones”, resaltó.
En su larga carrera como instructor le tocó trabajar con figuras como Narciso Orán, José Tamayo, Virgilio Gilces, Rolando Villamil, Iván Batista, Tomás Rodríguez, Ricardo Salas y Alexis Batista, entre otros.
Su título de educador físico es acompañado por certificados de asistencia a seminarios a Bolivia, México y Cuba, donde pulió sus conocimientos en el deporte de las barras y los discos.
Vergara actualmente entrena en el gimnasio municipal “Arturo Brown” de Ciudad Radial, en Juan Díaz, donde instruye a diez atletas, entre ellos, seis mujeres.
Prepara a los medallistas centroamericanos Erika Ortega, Juan y Ariel Batista, así como a Ángel Agrazal, Alexandra Pimentel, Katherine Duncan, Georgie Pimentel, Andrea de la Fuente, Allison Barrios, Daysi Degracia, Keyla Aguilar, Jorvi Varela y Michael Duncan.
Para Vergara, uno de los últimos instructores en trabajar en el gimnasio “Chacón Plata”, ubicado debajo de la gradería principal del estadio Juan Demóstenes Arosemena, al competidor de hoy le falta entrega, pasión y disciplina.
“Los atletas de ahora no solamente no están ganando las medallas del pasado, sino que tampoco están haciendo los totales de esa época”, aseveró.
El veterano instructor puso como ejemplo el hecho de que Alexis Batista levantó en el pasado mundial máster, los mismos totales que hacen los pesistas más jóvenes de su división.
Precisó que al atleta en la actualidad le hace falta dar la “milla extra”, esa que va acompañada de la pasión, disciplina, entrega y compromiso.
“Esto va de la mano a que las últimas administraciones de la Federación han sido pésimas (…), marcadas por el clientelismo, y donde no hay reparos en dejar en tierra a atletas o entrenadores, por el hecho de que sus ligas provinciales no votaron por ellos en las elecciones”, afirmó Vergara.
Indicó que mucha responsabilidad le cabe a las pasadas administraciones de Pandeportes, que apoyaron económicamente los viajes sin asistir a los torneos nacionales, y mucho menos garantizar, que los atletas seleccionados son los más aptos.
Vergara está convencido de que deben volver los torneos intercolegiales, como una alternativa para encontrar nuevos valores en este difícil deporte.
Pero primero, aseveró, debe despertarse el interés de los estudiantes, con exhibiciones y torneos juveniles en sectores donde existan varios centros escolares, que garantice una buena asistencia. “Hace poco asistimos a un colegio, acompañados por el actual presidente Henry Phillips, y varios estudiantes estuvieron interesados, lo que demuestra que las escuelas son muy buen semillero”, explicó.
Precisó que hay países donde existen escuelas primarias exclusivamente para deportistas, donde los estudiantes alternan los estudios con las prácticas.
“Acá los muchachos no pueden entrenar a conciencia, porque tienen que atender sus escuelas y luego los estudios”, matizó.
Sin embargo, destacó que este tipo de proyectos deben ir acompañados de implementos, porque actualmente existen gimnasios donde no hay los equipos adecuados para siquiera preparar físicamente a un atleta.
