Los panameños de las Ligas Negras, ¿tuvieron nivel de grandes ligas?

Actualizado
  • 29/04/2024 00:00
Creado
  • 28/04/2024 18:15
La Liga Negra se desarrolló entre 1920 a 1948 con diferentes formatos y sistemas

La organización de las Ligas Mayores estadounidense dio un paso importante en la consolidación de su imagen, al elevar a su nivel a las Ligas Negras e incorporar sus estadísticas a los registros existentes en el centenario de su creación.

Las reacciones, a favor y en contra, de quienes defienden la pureza de una y otra liga no se hicieron esperar, principalmente de quienes aducen, que con ello se buscaba limpiar un pasado oscuro de las Ligas Mayores.

Hablamos de una decisión tomada en 2020, pero que hoy aún es un tema polémico, más que todo por la poca importancia que, en su momento, se les brindó a estas ligas.

“En lugar de aceptar su historia como un recordatorio de su pasado y su costo humano, el béisbol tomó la salida más fácil. Decidió sentirse mejor reescribiendo los libros de historia”, dijo en su momento, Howard Bryant, en la página digital de ESPN.

La Liga Negra se desarrolló entre 1920 a 1948 con diferentes formatos y sistemas, algunos sin uniformidad, en cuanto a calendario de juegos, reglamentos y estadísticas.

El tema tiene muchas aristas que, por su alcance, involucra asimismo a panameños que participaron en ellas en los años 40, y que altera nuestras estadísticas sobre la cantidad que han ascendido a las ligas mayores.

En esa línea, a los 69 jugadores que lo habían hecho antes del anuncio oficial, se les sumaron otros diez de esas ligas, además de Miguel Amaya (Chicago), el último en ser ascendido.

Pero más allá de esto, la pregunta que nos hacemos y que debatimos, es si los panameños que participaron en las Ligas Negras, llegaron a tener la calidad para estar en las Mayores, como un Humberto Robinson o Héctor López, por ejemplo.

Los súbditos de Dihigo

El cubano Martín Dihigo es considerado el más grande pelotero que pasó por las Ligas Negras y, aunque jamás jugó en el béisbol de las Mayores, es uno de los pocos nombres inducidos en el Salón de la Fama de Cooperstown.

Dihigo no fue el primero ni el último, pero demuestra que, si bien no todos los participantes de estas ligas tuvieron la calidad, hubo quienes pudieron jugar en las Mayores mucho antes que Jackie Robinson en 1947.

En ese sentido, es posible también que alguno de los diez panameños enlistados entre los 3.400 jugadores de las ligas negras, a quienes se les dio estatus de grandes ligas, podrían haber jugado en las Mayores.

Este es el caso de León Kellman (R, Cleveland Buckeyes), Alejandro Colthrist (3B, Indianapolis Clowns), Clyde Parris (CC, New York Black Yankees) y Víctor Barnett (J, Newark Eagles).

Asimismo, Gil Garrido (CC, New York Cubans), Victor Greenidge (L, New York Cubans), Archie Brathwaite (J, Philadelphia Stars), Frank Austin (CC, Philadelphia Stars), Gerald Thorne (J, Philadelphia Stars) y Ulises Mahoney (1B, Philadelphia Stars).

Una prueba de la majestuosidad de estos peloteros fue Kellman, quien jugó en la Serie Mundial Negra de 1947 con el Buckeyes, instancia en la que también estuvo presente con los New York Cubans uno que sí llegó, Patricio Scantlebury.

Un detalle. En esas ligas también jugaron los panameños Alberto Osorio, Andrés Alonso, Belfield Harris, Roberto Lucas, Pablo Bernard y Granville Gladstone, entre otros.

Diferencias de opiniones

El veterano periodista bocatoreño Demetrio Romero Wong, quien a sus 91 años mantienen inalterable sus recuerdos, vio jugar a la mayoría de estos peloteros, tanto en la amateur como en la profesional y tiene una opinión al respecto.

“A todos los vi jugar, aunque no recuerdo a Colthrist. Llegué a ver la pelota desde la época de (los equipos) Policía Nacional, Jardín Tropical y Comercio, en la llamada Liga Nacional”, dijo.

“Posiblemente pudieron haber hecho un buen papel en grandes ligas, sobre todo Greenidge, quien era un buen lanzador”, reflexionó.

Romero Wong vio en ellos e inclusive a muchos de los que no están en esa lista, cualidades muy buenas, además de su excelente trabajo en el campo.

“Pudieron haber llegado a vestir el uniforme de alguno de los equipos, porque tenían cualidades y una cosa, ellos jugaban con mucho entusiasmo, con el deseo de triunfar, jugaban la pelota caliente, no como la de ahora”, expresó.

Fue el momento que escogió para hablar de algunos de los que están en el listado.

“Austin defendía muy bien el short, Garrido no lo recuerdo como un bateador de mucha efectividad, pero defendiendo en el terreno era muy bueno”, sostuvo.

“Kellman fue un gran receptor, mientras Parris era muy bueno y hábil recorriendo las bases, Thorne y Brathwaite se distinguieron por el poder al bate”, añadió.

Otro nonagenario periodista es el colonense José Balmaceda, quien empezó a escribir en La Estrella de Panamá en 1949, cuando el nacional de pelota mayor se celebró en Las Tablas.

Balmaceda fue testigo del escándalo que se registró ese año, cuando se conoció que el mánager del Spur Cola, el afamado León Kellman, había firmado a varios peloteros para la pelota profesional.

Pero, volviendo a nuestro tema, el más antiguo miembro con vida de la fenecida Asociación de Redactores Deportivos de Colón (ARD), cree que solo Garrido hubieran enganchado en la carpa grande.

“No creo que tendrían oportunidad, quizás Gil Garrido, quien era una maravilla en el campo corto”, reflexionó.

Balmaceda no solo trató de ser objetivo, sino que, en su opinión, podría ser aventurado opinar sobre el particular, si se tiene en cuenta que muy poco se conocía en Panamá de las ligas negras de béisbol.

“Era imposible hacer una comparación de una liga y otra, más allá de lo poco que se recibía por los medios impresos. No creo haberlos visto jugar, porque nuestra conexión con la MLB (principalmente) era por radio”, indicó.

“No me atrevería a decir que los panameños de esos tiempos, tenían capacidad para jugar en las grandes ligas, qué va”, añadió.

“De que eran buenos sí, pero cuánto tiempo después de romperse la barrera con Jackie Robinson, hubo que esperar para que Humberto Robinson subiera y tampoco demoró mucho”, reflexionó.

Otro análisis que trajo a la mesa Balmaceda fue el hecho de que tampoco todos los que jugaron en la Liga Negra, fueron material de grandes ligas.

“Cuando Branch Rickey (dueño de los Dodgers) tuvo la intención de meter a un negro en su equipo, miró hacia la Liga Negra, donde había buenos jugadores, pero no todos eran del mismo nivel”, apuntó.

Así es, no todos los peloteros que jugaron en las Ligas Negras eran material para las Mayores, pero siempre quedará ese asterisco de duda sobre si, en lo referente específicamente a panameños, alguno de los mencionados pudo hacer algún ruido en el ‘Big Show’.

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