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Fase de grupos, un tramo no siempre despejado para el campeón
- 16/11/2022 00:00
- 16/11/2022 00:00
"El fútbol es popular porque la estupidez es popular. Once jugadores contra otros once corriendo detrás de una pelota no son especialmente hermosos", afirmó una vez el escritor argentino Jorge Luis Borges quien amaba el ajedrez; era uno de los más grandes escritores, un profundo seductor literario, especialmente con sus cuentos, aunque desatinado en sus posturas políticas.
Lo que no entendió mi admirado Borges fue que este deporte, con el que reprendía a los ingleses por: “...haber llenado al mundo de juegos estúpidos, deportes físicos como el fútbol, que es uno de sus mayores crímenes”, por su dinámica y esencia, posee una convocatoria sin límites previsibles.
El fútbol hoy motiva sin distingo de condición intelectual, social, económica, racial, de género, de edad, etc. Se tatuó en el recuerdo de muchos porque con sus simples reglas y una pelota cualquiera, como ningún otro deporte, nos invita a jugarlo con desmedida ilusión entre amigos en medio de una calle, a la hora del recreo en el colegio, etc., y se hace presente al momento de la discusión en la que todos somos árbitros y entrenadores.
Ese deporte, que no le gustaba a Borges, vuelve a provocarnos y prometernos estar presente en su mejor versión, a partir del próximo domingo, en una nueva edición de su máximo torneo: la Copa Mundo.
Catar 2022 abre la competencia para 32 selecciones nacionales, con el encuentro entre Catar y Ecuador. Veremos unas selecciones con pretensiones de dejarnos una buena actuación que haga sentir orgullosos a sus nacionales, otras en el pelotón selecto de candidatos a las que la obtención del título es el premio único al que aspiran.
Regularmente una buena actuación en la Copa Mundo tiende a valorarse principalmente por avanzar en la fase de grupos, llegando a octavos de final. Para los aspirantes al título es un trayecto obligatorio a superar, pero, ¿quienes quedaron campeones se ubicaron al terminar la primera fase en el primer lugar de su grupo, demostrando en este tramo todo su poderío y desplegando su mejor fútbol?
Rastreando el comportamiento en la fase de grupos, de las selecciones que han obtenido la Copa Mundo, principalmente en los periodos 1994-1998, 2002-2010,2014-2018, para no hacer muy extenso el recorrido, encontramos algunos patrones para tener en cuenta.
Los campeones no siempre brillan desde la fase de grupos, les ha costado desplegar su fútbol, algunos han tenido incluso dificultades para avanzar saboreando un trago amargo. No necesariamente en esta etapa la selección que dejó escrito su nombre en la historia de los campeones, se caracterizó por ser la selección más goleadora desde el arranque o ganó con amplia ventaja los partidos (el 1-0 a favor fue a veces un resultado recurrente), ni tampoco su mejor delantero terminó como el máximo goleador del torneo.
Demos una mirada a los siete últimos campeones buscando una evaluación de su rendimiento en esta primera etapa. A partir del mundial de Estados Unidos 1994, se imponía la adjudicación de 3 puntos por partido ganado y se mantenía 1 punto por empate.
Brasil clasificó de primero en su grupo B alcanzando 7 puntos. Ganó sin dificultad sus dos primeros partidos y empató 1-1 en el cierre, en donde tuvo que ir a remontar el gol conseguido por Suecia. Consiguió 6 goles, recibiendo solo 1, junto a Bélgica fue a los que menos les anotaron de los clasificados en todos los grupos. Tenía dos implacables delanteros Romario y Bebeto; nunca se desbocó buscando el gol, estuvo principalmente muy atento defensivamente, ello le permitió ganar la final en la tanda de penales.
Para la Copa de 1998 en Francia, la selección gala anfitriona del torneo lideró el grupo C, consiguiendo los 9 puntos en disputa. Anotó 9 goles, el número más alto de goles en esta fase, y recibió 1 gol, el segundo menor número después de Argentina que tuvo 0 goles en contra.
Para el mundial Corea/Japón 2002, Brasil superó la fase de grupos como primero con 9 puntos, anotando 11 goles, el mayor número de goles de todos los grupos. Concedió 3 goles en contra, ante Turquía (1) y ante Costa Rica (2); junto con Suecia y Turquía, el segundo mayor número de goles adversos después de España, quien recibió 4. Pero este Brasil tenía fuego en su delantera liderada por Ronaldo. Francia en 1998 y Brasil en 2002 son las últimas dos selecciones, del periodo que estamos viendo, que ganaron sus tres partidos e hicieron los nueve correspondientes de la fase de grupos.
De allí en adelante el comportamiento varió y los campeones a la postre no estuvieron tan inmaculados. Durante el campeonato de 2006 en Alemania, Italia avanzó de primera, pero con 7 puntos; ganó en su primer partido, tuvo luego dificultades en el empate 1-1 con Estados Unidos, cerrando la fase con una segunda victoria ante República Checa 2-0.
Consiguió 5 goles, una cifra dentro del promedio corta. Carencia que se reflejo al entrar en los octavos de final en donde sufrió para derrotar a Australia mediante un penal en la prórroga; sin embargo, tuvo solo 1 gol en contra, un autogol de Zaccardo. Mostró una solidez defensiva de la que hizo gala en el certamen.
En Sudáfrica 2010 se romperían las estadísticas de los campeones en la Fase de Grupos con España. Perdería el primer partido contra Suiza 1-0, por primera vez y hasta ahora la única que una selección que se proclamó campeona perdió su partido inicial. El conjunto ibérico se quedó sin margen de error, obligado a ganar a partir de su segundo encuentro todos los partidos que le quedaban.
Al cierre del grupo le correspondió su “primera final” al límite ante Chile, que marchaba de primero y estaba prácticamente clasificado, tenía que ganar para clasificar, rogando que Suiza no derrotara a Honduras. Se le dieron los resultados.
Quedó estrechamente de primera en el grupo H con 6 puntos, el número más bajo de los campeones para superar esta fase. Superó a Chile que tenía igual número de puntos por mejor diferencia de goles. España sumaba +2 y Chile +1. Con ello eludió el encontrarse a Brasil en octavos de final. Anotó 4 goles, una cifra tacaña, recibiendo 2 goles. Es la demostración más elocuente de que la fase de grupos no es siempre un tramo dulce para el que queda campeón.
Brasil 2014 vio a Alemania quedarse en el primer lugar de su grupo G, otro más adjudicándoselo con 7 puntos. Empezó goleando 4-0 a Portugal, que se rompió después de la expulsión de Pepe; posteriormente ante Ghana, quien los exigió al máximo; tuvieron que recurrir al veterano Klose para empatarles 2-2. En el cierre del grupo superaron una dura resistencia de Estados Unidos, derrotándolos 1-0. 7 goles a favor, buen promedio, y 2 goles en contra. Tenían gol pero también un eficaz esquema defensivo.
Rusia 2018 reafirmó la tendencia notoria de los campeones en los últimos siete mundiales, dos triunfos y un empate. Francia avanzó de primera en el grupo con 7 puntos, dos partidos ganados y uno empatado; en esta fase no fue muy prolífica, ofensivamente anotó solo 3 goles en dos partidos, uno de ellos de penalti. Recibió 1 gol. La tónica fue alcanzar en la fase de grupos solidez defensiva, aunque en el siguiente tramo recibieran más goles, pero ya cuando los partidos estaban prácticamente resueltos.
Se observa particularmente que en los últimos cuatro torneos las selecciones que alzaron la Copa (2006, 2010, 2014 y 2018) no fueron una sensación desde la fase de grupos, ninguna ganó sus tres partidos correspondientes sumando 9 puntos.
Algunos candidatos al título que ganaron su grupo con tres victorias y llegaron a la final, no la ganaron. Por ejemplo, en Sudáfrica 2010 le sucedió a Países Bajos; en Brasil 2014 aconteció con Argentina; en 2018, con Croacia.
Mantener la portería con el mayor número de ceros (sin que te anoten) contribuye al objetivo, pero en esta fase no es garantía de llegar a la final. Argentina en 1998, Suiza en 2006 y Uruguay en 2010 y en 2018, no recibieron goles en la fase de grupos. Caso contrario, Brasil en 2002 así como España en 2010, ambos recibieron más goles en los tres partidos de la fase de grupos (Brasil 3 y España 4), que en los cuatro partidos siguientes que los llevaron al título (Brasil 1 y España 0).
Si bien la mayoría de los jugadores vienen jugando juntos con sus selecciones en torneos continentales y en las eliminatorias, conociendo ideas y planteamientos del entrenador, los equipos deben o tienen que hacer ajustes para adaptarse al torneo. Regularmente impone algunos cambios tácticos y de jugadores.
Se debe resaltar que el fútbol no es mecánico, siempre hay un elemento que se escapa a la valoración y ponderación general, el cual a veces termina incidiendo y quebrando la lógica. En Catar 2022 posiblemente se altere la estadística.
Para no olvidar en el cierre a Borges, le preguntaron una vez, ¿para qué sirve la poesía?, contestó: ¿Para qué sirve un amanecer? ¿Para qué sirven las caricias? ¿Para qué sirve el olor del café? Respondía con preguntas que la poesía tiene el valor y la utilidad de la vida, no se puede cuantificar.
El fútbol y la Copa Mundo tienen poesía, llevan intrínseca la emoción y la ilusión, elementos esenciales de la poesía, más allá de la parte de corrupción y la voraz comercialización que sobrepasa el espíritu del deporte... Tal vez hoy Borges cambiaría de opinión al conocer su proyección mundial, tal vez le inspiraría escribir uno de sus cuentos motivado por las miles de historias, ciertas o soñadas, que la Copa Mundo comienza a hacer rodar desde el domingo. Con el fútbol nunca se sabe.
*Recomiendo como “Entrada” del menú antes de recibir el plato fuerte, que es el Mundial, ver la excelente serie documental de Netflix FIFA UNCOVERED.