La Ciudad de Saber conmemoró su vigésimo quinto aniversario de fundación con una siembra de banderas en el área de Clayton.
- 29/10/2024 17:45
- 29/10/2024 17:42
El Nápoles presentó este martes su versión más convincente de la temporada, domó a un Milan (0-2) en problemas con los goles de Kvaratskhelia y Lukaku, afianzó más aún su liderato y presentó su candidatura oficial para proclamarse campeón del ‘Scudetto’.
Después de un año totalmente desastroso, el Nápoles vuelve a ser candidato al ‘Scudetto’. Esta temporada llevaba tiempo dejando pistas con grandes actuaciones, pero mostró sus credenciales en San Siro, ante un Milan totalmente superado, perdido en mitad de tabla, minimizado por la maquinaria de Antonio Conte, cada jornada más precisa, más agresiva, más perfeccionada.
Porque la realidad es que este Nápoles, en lo que más destaca es en que bien trabajado. Conte ha conseguido reenganchar a grandes jugadores como Di Lorenzo, Rrahmani o el propio ‘Kvara’, a los que ha sumado la calidad e importancia de Lukaku y McTominay, fundamental en el centro del campo. También de Gilmour, perfectamente acoplado en el rol del lesionado Lobotka,
Tiene una idea de juego clara. Sale con todo, a presionar arriba. Y, así, en el minuto 5, llegó el primer mazazo. Robó en salida de balón con su bloque alto. Y construyó desde su última línea, colocada en el centro del campo, el primer gol.
Fueron tres toques que desnudaron al Milan. Rrahmani encontró a Anguissa y rompió la primera barrera; el centrocampista vio el desmarque de Lukaku y le puso un balón en profundidad rompiendo la segunda; y el delantero belga se encargó del resto: chocó contra Pavlovic, al que mandó al suelo, y fusiló a Maignan.
El dominio inicial se convirtió en un control algo ficticio de los napolitanos, pues el Milan dio señales de vida. Tuvo un par de acercamientos el equipo de Fonseca, pero no conectó con precisión. Ni Musah con Morata en el primero, ni Morata con Fofana poco después tras un tacón precioso del español.
Pero cuando más cerca parecía el gol del empate, cuando el Milan se encontró más cómodo, más dueño del partido, apareció la magia de ‘Kvara’ para decidir el encuentro. Se inventó una obra de arte en el minuto 43, marca de la casa. Carrera hacia dentro, disparo letal desde fuera del área. El Nápoles había conseguido lo más complicado, resistir y asestar un golpe definitivo cuando fue ligeramente inferior.
Le tocó después saber entender el partido. Y lo hizo. Cuando se colocó con dos goles de ventaja en la primera mitad, el Nápoles tuvo que gestionar en la segunda la reacción de los ‘rossoneri’, que hundieron durante algunos tramos a los visitantes, pero sin obtener recompensa. Solo Álvaro Morata pareció reabrir el duelo, con un gol de cabeza nada más comenzar la segunda mitad que fue anulado por fuera de juego.
Tuvo que vérselas con la velocidad de Rafael Leao, en el banquillo hasta el minuto 62; y con Pulisic, también descansando hasta el mismo minuto. Los dos jugadores más peligrosos del ataque milanista intentaron sin éxito cambiar la dinámica. El Milan, aunque con un partido menos, se queda a 11 puntos del líder, en una situación más que comprometida para Fonseca.
La situación, además, en cierta manera, favorece al conjunto partenopeo. Porque el haberse quedado fuera de competiciones europeas le permite centrarse en el campeonato doméstico y no desgastarse en exceso. Por el momento está cumpliendo con creces. Líder en solitario y la sensación de que es un equipo con las armas suficientes para ejecutar el plan de Conte.
-- Ficha técnica:
0 - Milan: Maignan; Emerson, Thiaw, Pavlovic, Terracciano; Musah (Pulisic, m.62), Fofana; Chukwueze, Loftus-Cheek (Camarda, m.88), Okafor (Leao, m.62); Morata.
2 - Nápoles: Meret; Di Lorenzo, Rrahmani, Buongiorno, Olivera (Zerbin, m.94); McTominay, Gilmour (Folorunsho, m.94), Zambo Anguissa; Politano (Mazzochi, m.69), Kvaratskhelia (Neres, m.77) y Lukaku (Simeone, m.77).
Goles: 0-1, m.5: Lukaku; 0-2, m.43: Kvaratskhelia.
Árbitro: A. Colombo Amonestó a Olivera (m.73) por parte del Nápoles.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la décima jornada de la Serie A, disputado en el Estadio Giuseppe Meazza (San Siro) de Milán (norte).