Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
- 05/10/2017 02:00
- 05/10/2017 02:00
Creo, aunque parezca increíble. ¡De verdad, creo en esta Selección!. Me pregunto si creer es un acto racional. Sospecho que no. Porque sería incapaz de explicar racionalmente esta creencia.
Es más: soy de los que sostienen que este equipo viene de menor a mayor; que puede entrar al mundial por la puerta grande, pero invita a creer que lo hará por la ventana.
Siembra dudas e interrogantes en el devenir de cada encuentro y a la vez, resuelve usualmente, de manera favorable en 90 minutos. La selección lleva al fanático de la alegría a la decepción y de allí a la euforia en poco tiempo, pero creo en el equipo.
Soy de los que piensan, además, que el proceso preparatorio no es de los mejores. No se sabe quién manda, es decir se sabe, se supone, que manda Bolillo, pero existe una ‘Panzer dependencia' tan inevitable como insoluble y grave.
Por dar alguna referencia última bastará con recordar la desilusión y malestar general por la no convocatoria de Nelson ‘Ruso' Barahona, jugador pedido a gritos por la patria futbolera dado su alto rendimiento, sumado a la falta de gol de la selección.
No hay muchos motivos para ser optimistas y sí una montaña de dudas, el señor Hernán Gómez dijo desde el primer día de su gestión que la solidez de la línea defensiva, incluido el portero, era vital para intentar grandes hazañas y al parecer logró su cometido. Casi no le anotan, solo 5 goles recibidos en 8 presentaciones.
Sin embargo, dicho hasta el cansancio, para ir al mundial hay que anotar goles y la realidad marca que a horas del inicio del partido más importante de la historia del fútbol panameño, el técnico sigue ensayando variantes ofensivas en busca del milagroso gol que proporcione los tres puntos.
Es cierto que Panamá ganó, goleó y gustó en su último compromiso ante Trinidad y Tobago, a quien derrotó por 3 a 0, pero también es muy cierto y alarmante, que solo se consiguieran siete anotaciones en ocho juegos disputados en el hexagonal final. Más claro: menos de un gol conseguido por partido. Aun así ¡creo en estos jugadores!.
Soy hincha confeso de este equipo, también del que dirigía Julio Dely y hasta del de Cheché Hernández, no porque confié hoy o confiara plenamente en sus estrategas, - menos en Bolillo que en los otros dos, que quede claro -, sino porque creo en la esencia del jugador panameño, en su rebeldía y en la fuerza motriz que le permite seguir disfrutando de sus sueños hasta el final.
Decir esto y afirmar que creo en este equipo parece una contradicción. Tal vez lo sea. Pero pienso que hay talento y jugadores experimentados. Después la gran verdad del fútbol pasa por ellos y al resto nos toca solo apoyar y creer
PERIODISTA