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Persiste acecho del boxeo profesional a los Juegos Olímpicos
- 27/01/2020 00:00
- 27/01/2020 00:00
El boxeo profesional vuelve a rondar los linderos del pugilismo olímpico, a pesar de las voces que se oponen a ello, no solo por el espacio que cada una de estas actividades tiene con justicia en el mundo, sino por las impredecibles consecuencias que se tejen a su alrededor.
No hablamos, por cierto, de perjudicar el negocio que reviste al boxeo profesional por sí mismo, sino del irremediable daño físico que pudiera tener uno de sus actores, producto de los golpes recibidos por alguien con mucha mayor preparación.
Es cierto, el pugilismo es una de las actividades inmersas en el deporte, que de por sí practicarlas podrían traer graves consecuencias, pero los mismos se maximizan cuando, por ejemplo, enfrentamos a un joven aficionado con un experimentado atleta profesional.
El Comité Olímpico Internacional (COI) autorizó en septiembre pasado, la participación de púgiles profesionales en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, reavivando la polémica existente desde hace cuatro años, cuando la AIBA modificó el reglamento y abrió las puertas al profesionalismo.
El preolímpico de boxeo de América se realizará en Buenos Aires, Argentina, a finales de marzo próximo, y tienen previsto participar púgiles indistintamente amateurs o profesionales.
Una de las últimas personalidades del boxeo en oponerse a la polémica decisión, fue el ex monarca Oscar de la Hoya, campeón olímpico en Barcelona 92, quien compara la situación actual a cuando estuvo en el campo aficionado.
“Que hubiera sido de mí, si hubiera enfrentado a peleadores más grandes que yo... no es justo”, expresó de la Hoya a finales de la pasada semana en México, donde precisamente se daba una eliminatoria profesional con ese fin. “No imagino cómo un boxeador profesional se pueda sentir a gusto de quitarle los sueños a un muchacho de 17 años”, precisó.
Asimismo, el seis veces campeón mundial señaló los riesgos que se corren al enfrentar a gladiadores con mucha mayor experiencia.
Otro de los que está 'fajado' con los que promueven la incursión profesional en los juegos olímpicos, es el presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), el mexicano Mauricio Sulaimán, quien fue mucho más amplio en sus argumentos.
“El principal problema de este asunto, es que no se tiene una definición del criterio de elegibilidad, en cuanto al nivel de competencia de los púgiles”, precisó.
En esa línea, señaló que “no importa si eres el campeón mundial profesional más importante del mundo o si eres un novato, que está empezando a pelear a cuatro rounds en el boxeo de paga o si eres un jovencito de 18 años, que solamente tiene limitada experiencia en el terreno amateur”.
El dirigente mexicano aceptó que, en base a las reglas, cualquier púgil puede participar, pero objetó que pudieran hacerlos sus campeones o clasificados mundiales, porque no es “de ninguna manera aceptado”.
A pesar de la oposición de una de las más consolidadas organizaciones profesionales de boxeo; otras, como la OMB y la AMB le han dado todo su respaldado e inclusive, ésta última tiene organizado un campamento para febrero próximo en Medellín.
En este campo de entrenamiento participarán al menos 60 pugilistas de Italia, Puerto Rico, Venezuela, Argentina y Colombia, que están clasificados para estar en el preolímpico.
La idea de la AIBA de llevar púgiles profesionales a las Olimpiadas era con la intención de que fueran los de primera línea, como el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez, el venezolano Jorge “Niño de Oro” Linares o el kasajo Gennady Kolovkin, como alguna vez lo hicieron el baloncesto (1992) y el tenis (2000).
Pero, en su primera incursión en Río 2016, las cosas no les salieron como lo tenían programado, ya que apenas alcanzaron a llegar tres, después de las eliminatorias continentales.
El ex campeón mundial mosca de la FIB, el tailandés Amnat Ruenroeng, el italiano Carmine Tommasone y el camerunés Hassan N'Dam. Los dos primeros no pasaron de la segunda ronda, mientras que el tercero cayó en su debut.
En esta segunda ocasión, promovida por el COI tras la suspensión de la AIBA de toda actividad olímpica, se espera que la convocatoria sea mucho más efectiva.
Para el periodista colombiano Estewil Quezada, experimentado cronista de la región de Barranquilla, los púgiles profesionales no debieran incursionar en Tokio 2020, por las mismas razones que han esgrimido de la Hoya y Sulaimán.
“Hay un aspecto donde el boxeador aficionado tendría ventaja, por ejemplo, en la intensidad de los combates, pero donde se acople el profesional, sería él quien tendría mucha ventaja”, anotó.
Quezada apuntó a La Estrella que los juegos olímpicos les son atractivos a peleadores de segunda línea o que alguna vez despuntaron, gracias a la proliferación de organizaciones en el pugilismo profesional.
“Contrario a si van campeones del mundo, como “Canelo” Alvarez, Anthony Joshua o Gennady Golovkin, dónde habría mucha diferencia entre uno y otro, salvo contadas excepciones, como es el caso de los púgiles cubanos que algunos tienen trescientas peleas”, agregó.
Sin embargo, precisamente son estos campeones y otros, como Manny Pacquiao y Deontay Wilder, que rechazan la participación de profesionales en Tokio.