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- 03/05/2017 02:03
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Los Reales de Kansas City se han convertido en un ‘equipo de rachas', unas muy positivas; otras, muy negativas.
Desde que comenzó un proceso de reconstrucción en el año 2004, los Reales no parecían apuntar hacia un objetivo concreto, salvo tratar de salir de un bache perdedor consistente.
Las mejoras en ese período fueron poco alentadoras, hasta que en el 2012, la casa de los Reales, el Kauffman Stadium albergó el Juego de Estrellas.
Al año siguiente, los Reales pasaron de testigos a actores principales. Llegaron los brazos de James Shields y Wade Davis, junto a un puñado de jóvenes y ambiciosos peloteros como el venezolano Salvador Pérez, Alex Gordon, Mike Moustakas, Eric Hosmer, Lorenzo Cain, Billy Butler, Alcides Escobar y un bullpen de gran calidad, con Kelvin Escobar, Wade Davis, ahora convertido en relevista, Ryan Madison y un cambio que trajo al dominicano Johnny Cueto, y teniendo a otro quisquieyano como abridor, Edison Vólquez, les permitió ganar la Serie Mundial de 2015, luego de un primer viaje el año anterior.
Tras eso, Kansas City comenzó a dejar ir jugadores. Cueto, Gordon y Ben Zobrist se fueron como agentes libres; y aunque la mayoría del núcleo campeón del 2015 sigue presente, el equipo no ha levantado más la cabeza.
Después de dos campeonatos de la Liga Americana y una Serie Mundial, los Reales volvieron a la mediocridad.
En 2016 ni siquiera estuvieron cerca de un comodín en la Liga Americana; mientras que en esta temporada, sunegativa marca de 8-16, sin contar su sucedido anoche ante los Medias Blancas de Chicago, es la peor de todo el béisbol.
¿Por qué los Reales de Kansas City se han caído en estos dos últimos años?
No existe respuesta para esta interrogante.