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- 19/06/2024 00:00
- 18/06/2024 20:21
Uruguay está desde el viernes pasado en Palm Beach, Florida, ajustando detalles para el partido ante Panamá contra quien abrirá el domingo en el Hard Rock Stadium de Miami, su 46ava participación en la Copa América.
La selección canalera estará desde hoy en territorio estadounidense acomodándose para dar inicio a su adaptación al entorno, con el propósito de continuar la preparación de este encuentro que le representará su segunda incursión en el torneo de selecciones más longevo del fútbol.
El cruce entre estas dos selecciones por el grupo C pone de relieve los distintos presentes y aspiraciones. La nómina de 26 jugadores que designó el entrenador Marcelo Bielsa, se correspondió con los nombres de quienes se esperaban integraran la celeste, por lo que no hubo discrepancias mayores con la prensa deportiva, aunque siempre les sobra algún nombre que se les ha quedado afuera, como el hecho de la no convocatoria del joven delantero Luciano Rodríguez, a quien llaman ‘La Perla’.
Rodríguez fue campeón del mundo en 2023 con la Sub-20 y es uno de los goleadores de la liga local, pero en el renglón de delanteros a los charrúas no es que les falte pólvora, la preocupación es que se les llegue a mojar. Cuentan con ocho delanteros, todos jugando en el exterior, entre quienes los nombres más resonantes son los de Darwin Núñez del club inglés Liverpool, con 11 goles en la pasada temporada, en plena madurez con 24 años, y su máximo goleador histórico Luís Suárez, que a sus 37 años comparte con Messi el ranking de anotadores del Inter Miami en la MLS con 12 goles. Suárez quiere sumar una segunda Copa América a un recorrido que ya le marca los tramos finales de su carrera.
La Selección de Uruguay, primer campeón de este certamen en 1916, cuando se llamaba Campeonato Sudamericano, está igualada con Argentina en el mayor número de títulos conseguidos: 15 para ambos. Esta edición se les presenta como la oportunidad para superar al conjunto gaucho en la cantidad de campeonatos, tras once años de sequía; como también se les ofrece de revancha para cumplir las expectativas que se tenían con el equipo en Qatar 2022, que no se llenaron.
Eso se refleja en las declaraciones de Federico Valverde, el volante del Real Madrid recién consagrado campeón de la liga española y la Champions League, el jugador más sobresaliente de este momento, quien dijo en una entrevista por el canal televisivo de la Federación Uruguaya, AUF TV: “Hay veces que las cosas no salen, como en el Mundial que salió todo al revés, pero eso nos hizo fuertes...Se puede decir que es una revancha, en el fútbol se vive de eso”.
Aunque no se exprese lo mismo sobre Marcelo Bielsa, para el entrenador argentino también podría calificarse así, ya que no ha ganado la Copa América. Es su tercera presencia, en las dos anteriores con la Argentina: avanzó hasta los cuartos de final en 1999 y alcanzó la final en 2004, perdiéndola ante Brasil en la tanda de penales 4-2, al empatar 2-2 en el tiempo de juego.
Uruguay llega como un equipo sólido en defensa y contundente en el ataque. Ocupan el segundo puesto en las eliminatorias sudamericanas para el mundial 2026, en las que han vencido tanto a Brasil como a Argentina. Recibieron 5 goles en 6 partidos y anotaron 13 goles, la cifra más alta hasta ahora entre las selecciones suramericanas. Además, se siente entonados tras la victoria por 4-0 sobre México en su último amistoso.
Panamá y Uruguay se han enfrentado cuatro veces, ganando los charrúas con resultados amplios: 6-1 en el Campeonato Panamericano de Chile 1952, y en tres amistosos: 1-0 en 2015, 3-0 en 2019 y 5-0 en 2022.
Históricamente las pretensiones uruguayas están puestas casi siempre en la conquista de la competencia a la que llegan; esta Copa América es un objetivo en la mira. Una clara victoria sobre Panamá sería la primera señal. Según reportan los medios de comunicación uruguayos, no hay hasta el momento jugadores lesionados en el equipo.
A la lista de los 26 convocados por Thomas Christiansen no le aparecen lunares visibles como para ponerle reparos, pero están los que se perciben debían estar y los que no aparecen, aunque su trabajo muestra méritos, porque a la selección canalera le ha caído un rosario de lesiones que han dejado por fuera a Fidel Escobar, Andrés Andrade y Cecilio Waterman, además de secuelas, como la epidemia de gripe que vive el país, que parecieran amenazarla con una posible extensión de contagio, según lo pudimos ver en el amistoso contra Paraguay, con preocupación principalmente por Anibal Godoy, su capitán.
Desde lo deportivo al equipo se le percibe, después de los tres recientes partidos- los dos eliminatorios ante Guyana y Monserrat y el amistoso ante Paraguay- que atraviesa por horas bajas en su juego. Tiene mayores dificultades para encontrar equilibrio defensivo, resintiendo las ausencias de Escobar y Andrade, con jugadores de recambio a los que les falta kilometraje y adaptación. A Davis y Murillo, les falta acompañamientos que transmitan confianza. La lógica indicaría que Luis Mejía sería el portero titular.
En la línea medular, muestra inconsistencias para el quite de pelota y cortar las progresiones del rival. En esta zona se han mostrado imprecisos en la transición hacia el juego ofensivo. Carrasquilla es el eje, sin embargo, Bárcenas su socio habitual y esencial en el juego creativo, sin restarle valor a su aporte, ha perdido continuidad y a veces se ha vuelto previsible; antes desequilibraba y engañaba más, quitarle el balón era misión difícil. Ayudarle a recuperar la pócima de magia que se le ha extraviado, no sabemos si estará al alcance del cuerpo técnico. A César Yanis y Cristian Martínez se les espera con protagonismo. José Luis Rodríguez podría ser una pieza para recomponer el rompecabezas.
Adelante, los delanteros tienen desborde, fuerza y capacidad para aparecerse en las oportunidades, pero desaprovechan más de lo que cosechan. Hay cuotas de gol que tuvo en las últimas eliminatorias hacia Qatar 2022 que no se han llenado, aportadas entonces por Rolando Blackburn y Gabriel Torres. De los nuevos, Eduardo Guerrero y Kahiser Lenis todavía no han cuajado, son una apuesta a refrescar el ataque.
Hay que ser francos y reconocer que Panamá tiene una plantilla corta producto de un fútbol que está en desarrollo, las limitaciones no son fáciles de maquillar. El plan ideal es mejorar los números conseguidos en su primera participación por invitación a la Copa América Centenario 2016.
En aquella copa, Panamá estuvo incluida en el grupo D, junto a Argentina, Chile y Bolivia. Un grupo igualmente difícil del que salió el campeón del torneo, Chile; partió con una victoria 2-1 sobre Bolivia, sufriendo luego las goleadas ante Chile 4-2 y Argentina 5-0. Panamá era un equipo en progreso, quedó en la tabla general en el puesto 12 entre 16 participantes, superando a Paraguay, Bolivia, Jamaica y Haití. Sería la generación que clasificaría al Mundial del 2018.
Para no irnos lejanos en el tiempo, predecir si vamos a ver la Panamá con el rendimiento de la semifinalista de la última Liga Naciones de Concacaf 2023-24 o una más dubitativa como la de los últimos partidos, es una incógnita. Siempre se desea la mejor versión, pero si no supera las estadísticas de su primera participación en la Copa América, ¿hay que sacar el mazo exigiendo responsabilidades?