El verdadero obstáculo es lo que piensas de la piedra

Está casi finalizando el primer mes del año, y te pregunto, ¿qué tal te ha ido con la fijación de metas y con el comienzo de nuevos hábitos? Suele pasar que arrancamos el año con pilas y ganas de cambiar algunas cositas de esas que no hemos podido, en mi caso, por ejemplo, incorporar otro tipo de ejercicios físicos a los que ya hago. Otra de mis metas fue incorporar momentos para escribir mi libro, o bien dejar de hacer cosas que ya no me inspiran para generar esos espacios.

Tras casi un mes del inicio del nuevo año chequeo qué tal me ha ido, y en dónde es que he encontrado obstáculos. Teniendo en cuenta que el verdadero obstáculo es lo que piensas de las piedras que te encuentras en el camino y no las piedras en sí mismas. Antes de salir a convencer a los demás de que pueden lograr lo que se propongan, es importante convencerse uno mismo e incluso hacer lo que predicamos, ¿cierto?

Como coach y consultora, es importante que al enseñar o motivar, yo sepa qué implica ponerme metas, cambiar, lograr otras, aunque no coincidan exactamente con las de mis clientes. No podemos enseñar lo que no practicamos.

Ahora, regresando al tema de obstáculos y metas. Suele haber algunas formas de relación con los obstáculos que hacen que no logres lo que quieras.

Te invito a reflexionar juntos: Quiénes paran ante el primer obstáculo. Suelen ser las personas que utilizan la postura de víctimas ante la vida, y que siempre tienen culpables como respuesta a su no logro de objetivos y metas. Quise pero..., no pude porque..., lo que pasa es que... En este caso, la responsabilidad está puesta en otros, de modo que nada podría pasar si no toman acción sobre sus propios temas y desafíos.

Quienes ante un obstáculo se motivan. Son esas personas que aman que haya algo para resolver, deshacer, romper para continuar, y es posible que algunas de ellas incluso hasta se enorgullezcan de que en su vida todo haya sido difícil. Como si eso tuviera doble mérito.

Quienes avanzan sin hacerse preguntas. Son aquellas que con constancia van por la vida haciendo, esperando que alguna vez suceda. Y es altamente probable que suceda algo al cabo del tiempo. Tal vez sin mucho aprendizaje interior, pero sienten que no lo necesitan.

Quienes se preguntan todo. ¿Cuál es la razón de este obstáculo? ¿Qué debo aprender de esta situación? ¿Qué puede estar diciéndome esto? ¿Qué puedo cambiar para mejorar y crecer? Y así sin desesperarse, fluyen con lo que tienen que aprender en el proceso.

Muchas veces tiene que ver con incorporar alguna habilidad, la paciencia, bajar la ansiedad, saber esperar y mantener la persistencia. Suele tener que ver con autoliderarse para así liderar lo que sea.

Lo mágico de la vida es que no somos todos iguales, y que posiblemente haya muchos otros ejemplos, si eres de alguno que no mencioné, te invito a compartir cuál es tu relación con los obstáculos.

La relación que establecemos con ellos tiene que ver con nuestra propia mente y creencias. Muchas veces incluso podemos ver obstáculos en donde otras personas con otras creencias ven oportunidades.

Siempre recuerdo el año 2001, cuando hubo una alta crisis en el país en el que vivo. Los locales de comida cerraban, muchos negocios caían en bancarrota, muchas personas perdían su trabajo y emigraban. En esa misma época, nuevos locales más modernos y con nuevos conceptos abrían, nuevos estilos de trabajo aparecían, personas que tenían dinero en dólares guardado y que no llegaban a poder comprar su casa, de repente podían comprar no solo una, sino dos.

Siempre que hay una crisis, hay una oportunidad. Te invito a practicar. ¡Buena semana!