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'Los inolvidables', el resurgimiento del género musical en Panamá
- 23/09/2021 00:00
- 23/09/2021 00:00
El teatro musical puede capturar miles de emociones en pocos minutos de una canción o una coreografía que desaparece casi tan rápido como apareció, sembrando pistas de una historia o entablando un camino para los personajes –y la audiencia– en camino a la resolución de lo que viven. En “Los inolvidables”, el dramaturgo y guionista Benjamín Cohen presenta estas emociones a flor de piel, capturadas en un marco musical diferente y cargado de sentimientos perdurables a través del tiempo.
La obra, creada y dirigida por Cohen, es la culminación de años de arduo trabajo y una esperanza inquebrantable por parte del elenco y el equipo productor. En 2011, la idea de una historia basada en hechos reales, estilizada en comedia –pero también impregnada de drama y reflexiones humanas–, llegó a Cohen, quien puso manos a la obra y escribió el guion rápidamente, a la vez que componía la música y creaba las letras de las 18 canciones originales de la obra.
Luego de altibajos en el panorama teatral, la falta de un teatro disponible y otras adversidades, en 2018 se planea el montaje de la obra para ser inaugurada junto con el teatro Pacific, sin embargo, nuevos desafíos lo retrasan poniendo en su cuarta pausa la puesta en escena. “Para entonces decidimos que podíamos esperar un poco más y presentarla en 2020”, comentó Cohen, “pero la pandemia nos azotó, los teatros cerraron y la obra quedó nuevamente en la gaveta”.
Ahora, en 2021 (10 años después de su creación), “Los inolvidables” sale de su escondite y se presentará del 6 al 31 de octubre de 2021, con funciones de martes a sábado a las 8:00 p.m. y domingos a las 6:00 p.m. Los boletos ya están disponibles en los sitios web: www.panatickets.com, y www.teatropacific.net; además de la taquilla del teatro Pacific.
El sacrificio de Cohen y Diana Abouganem (productora de la obra y socia del dramaturgo en el teatro Pacific) por una década, dio tiempo para lustrar la obra y hacerla como el “canto a la libertad” que Cohen busca transmitir. Además, se convirtió en la primera obra musical de Panamá en vender sus derechos para su puesta en escena en países como México, EE.UU. y España, un hito comercial de franquicia teatral sin precedentes.
La historia gira en torno a Ághata Braun (Val Monique), quien se muda de Francia a su país natal sin saber que su madre (Lissette Condassin) la ha comprometido en matrimonio con un poderoso militar de alto rango (Roberto Thomas). Cuando conoce a Samuel Meyer (Salomón Ackerman), una dulce confusión por un pastel de cumpleaños se convierte en una divertida historia de amor, que les cambiará sus vidas para siempre.
Ambientada en el contexto histórico de la Segunda Guerra Mundial (entre los años de 1933 y 1945), la historia se centra en dos familias alemanas, en extremos opuestos: mientras una busca apoyar a los judíos amenazados por el régimen nazi, la otra promueve los avances del dictador Adolf Hitler, en medio de un día a día dentro del circo. “Los inolvidables' es un viaje al principio de lo que fue el final para millones de inocentes; víctimas de un régimen dictatorial del siglo XX, con un trasfondo que compartimos todos los seres humanos, sin importar raza, religión o ideologías”, señaló Cohen, “nos enseña por qué debemos recordar nuestro pasado, dejando un gran mensaje para las nuevas generaciones”.
El proceso de escribir el guion fue un momento de “incluir todo, en un espacio reducido, sin trastocar el mensaje”, lo que para Cohen representó volcar en papel sus ideas y posiciones frente a una época oscura de la historia de la humanidad. “No estamos hablando solo de la muerte de millones de judíos, sino también de personas negras, homosexuales, personas con discapacidades, y quien fuera que no se adaptara a su moral, y lo que pensaban que era correcto”, apuntó el dramaturgo.
“Esta es una carta de amor a la paz y la libertad, llamándola “Los inolvidables”, porque de eso se trata: nunca olvidar a aquellos que sobrevivieron y lucharon contra lo que ponía en juego sus derechos a la vida y el amor”, agregó. Con el auspicio de la Fundación Espacio Anna Frank (Venezuela), dedicada al “cultivo de principios como la sana convivencia, el respeto al diferente y la valentía moral”, la obra tiene el objetivo de entretener, pero también de educar a la audiencia en términos de solidaridad social.
Para Cohen, entrelazar la historia real del régimen nazi con una historia de amor y comedia fue un reto a vencer, logrando una compilación de perspectivas, reflexiones y acciones valerosas que dan una diferencia tangible a la obra. Esto se añade al rol de las canciones en la transmisión de los mensajes de la obra. Sin estudios formales de música o composición, Cohen se deja llevar por el diálogo entre el guion y las emociones de los personajes para componer sus canciones: “Tengo mi computadora con un piano, y cuando me toca escribir cada canción, empiezo a escribir letra y leer el guion al mismo tiempo, entonces me viene una melodía, a ella le añado la letra y una estructura que sea complementaria con el ritmo de la historia general”, explicó.
Luego de un año de composición de las canciones y escritura del guion en paralelo, Cohen indicó que la revisión del escenario completo con el elenco “fue el mejor momento. Escribir la música no es lo más difícil para mí, aunque otros digan que es lo más complejo de un musical, pero mientras tenga el guion en mi mente siento que mis emociones se conectan y la música viene por sí sola”, apuntó.
Recordó a su vez la importancia de entender el rol de las canciones en el movimiento de los personajes y su evolución. “La canción 'Amarte sin control' la escribí con ayuda de mi esposa, y tiene pinceladas de nuestra historia tras un matrimonio de 16 años actualmente, lo que me conecta especialmente a su melodía, y lo que la audiencia también podrá sentir para sí misma”, expresó.
Cohen, a su vez, puntualizó la experiencia de regresar a las tablas con el elenco ya escogido desde la primera intención de la puesta en escena, conformado por Nilena Zisópulos, Ana Belén Crostón, Randy Dominguez, Gina F. Cochez, Juan Carlos Avendaño, Miguel Cuadra. “Fue en automático, tenemos artistas muy talentosos, disciplinados y apasionados por el teatro”, apuntó, “además que buscamos colectivamente llevar a la audiencia a entender la importancia de no dejar que la historia se repita, sino fortalecer los lazos de paz social, una mayor cultura de amor entre cada uno”.
Para esta obra, el diseñador de vestuario Luis Salazar fue el director encargado de crear los conjuntos para cada personaje (más de 150), siendo un proceso local. “Obtuvimos las telas y toda la producción en Panamá, se ha hecho todo aquí, con ayuda especial de Salazar, José Luna y Karol Ubarte. Asimismo, un equipo de más de 40 artistas (entre actores y bailarines) estuvieron bajo las coreografías de Melina Samaniego y Ricardo Moreno, además de la dirección vocal de José 'Pepe' Casis.
En cuanto a la calidad de sonido, “Los inolvidables” es la primera obra en adquirir el nuevo sistema de microfonía de Shure fabricado específicamente para los grandes musicales de Broadway, logrando que el público disfrute de una alta calidad de sonido, que es complementado con el sistema surround que actualmente ofrece el teatro Pacific.
Igualmente, Cohen indicó que “Los inolvidables” también tiene el objetivo de inspirar a otros dramaturgos (experimentados y nuevos en la escena) a crear contenidos históricos que lleven a la reflexión de mensajes verdaderos y difíciles. “Panamá necesita crear una cultura de ver el teatro como una opción primordial de entretenimiento, tanto como lo es el cine”, apuntó, “esto crearía mayores espacios de producción y montaje, así como la apertura de puertas para nuevos directores, actores, guionistas y demás”.
El teatro, como un ecosistema vivo con actores que se apoyan entre sí, ha sufrido diversos golpes en medio de la pandemia, lo que Cohen destacó como “un momento de oportunidad para fortalecer la atención hacia el teatro. Tenemos nuevos talentos naciendo desde las universidades, pero se requiere un mayor apoyo en los presupuestos culturales que ayuden a impulsar sus creaciones públicamente”, enfatizó.