Honor, legado y artes marciales, en 'Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos'

La nueva cinta de Marvel Studios, bajo la producción de Kevin Feige y dirección de Destin Daniel Cretton, se centra en Shang-Chi (Simu Liu), un joven convertido en “arma mortal” tras años de intenso entrenamiento en artes marciales en China. Él es hijo de un magnate que obtiene los míticos diez anillos, los cuales le garantizan poder y fuerza más allá de lo que cualquier humano puede soñar.

La cinta se estrenará en Panamá, en cines disponibles, el 2 de septiembre.

Al principio de la cinta vemos un panorama que se puede catalogar como “típico”, Shang-Chi (bajo un nombre más americanizado) junto a su amiga y compañera de trabajo Katy (Awkwafina) en karaoke, tomando el bus y viviendo la cotidianidad; pero todo cambia cuando vemos el primer golpe de un villano, y entonces Shang-Chi nos demuestra que es el hombre para el trabajo: salvar al mundo y la dimensión mágica de La To.

La mezcla entre seriedad y bufonería de Liu es una maestría que pocos protagonistas del multiverso cinematográfico de Marvel (MCU) han alcanzado, sin ser forzado o perdiendo algunas marcas de tiempo. La interpretación de Liu deja entrever los planes de las próximas entregas de Marvel, hacia un universo de mayores dimensiones en peligro y un set de personajes que deberán demostrar ser la “única salvación” contra los villanos (sin poderes mágicos que les ayuden).

La maestría de Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos se compone por un reparto que, a pesar de ser estrenado en esta cinta, se hacen sentir familiares para quienes son fanáticos de la casa de cómics, y hacen sentir bienvenidos a quienes quizá vean la película como su introducción a Marvel. La calidez de la fotografía, el desarrollo de los personajes profundizando en sus valores, misiones y personalidades (antes de la primera hora), da mayor claridad a lo que está en juego sobre los hombros de Shang-Chi, Katy y Xialing (Meng'er Zhang).

El guion creado por Cretton y David Callaham sazona la cinta con entradas divertidas, frases pegajosas y secuencias de acción detallistas, que hacen mantener la atención para no perder un segundo de lo que sucede en la pantalla. Todo puede ser una pista. La música está compuesta por Joel P. West y acompaña a los personajes de forma cohesiva, adentrando a los espectadores al reino de emociones en las que se encuentran los actores también, creando un ecosistema armonioso como pocas cintas de superhéroes han podido.

Ser el primer superhéroe asiático en la pantalla grande representa una gran responsabilidad no solo para Liu, sino para Marvel, la cual deberá continuar mejorando sus adaptaciones culturales si planea invertir más en la historia de Shang-Chi (porque China no solo se define por dragones y artes marciales). “Esta es una gran apertura de Marvel hacia la cultura asiática”, señaló a La Estrella de Panamá, Awkwafina, quien interpreta a Katy en la cinta, “estamos ante una oportunidad de hacer mucho más e implementar una mayor y más justa representación, así que es un buen comienzo”.

Asimismo, la actriz (conocida por cintas como Raya y el último dragón; Jumanji: el siguiente nivel) destacó que Katy fue un personaje clave en el desarrollo de la cinta, pues “añade ese corazón inocente y divertido en medio del caos”. “Destin y David me comentaron que habían pensado en Katy para mí, y me divertí interpretándola porque me identifico con su forma de pensar y de tomar decisiones, así como su rol como apoyo constante para Shang-Chi aunque tenga que aprender cómo ser una guerrera de un día para otro”, indicó.

En medio de las batallas, los enfrentamientos familiares y los (muchos) flashbacks para entender la vida de Shang-Chi, la importancia de su rol, y el de su hermana en la cinta, el humor se ve implementado de forma orgánica. Hay momentos para reír, para preocuparse, para sentir el estómago en la garganta, y otros simplemente para admirar la belleza de la creación de seres míticos benevolentes (o malvados) en constante protección y persecución para lograr la paz en la dimensión que se encuentran.

Pese a lo poco realista que pueda sonar toda la historia que pasan Katy y Shang-Chi durante su estadía en Ta Lo cuando se cuenta a terceros, es un paso para entender los futuros lazos en el multiverso Marvel. Aún más, con la emoción acumulada por los estrenos de Doctor Strange 2, Spider-Man: No Way Home, y Eternals (2021).

Actualmente la cinta se posiciona con un rating de 91% positivo en el sitio web de calificación cinematográfica Rotten Tomatoes, lo que la une a la high-tier (o parte alta) de las películas de Marvel Studios, por detrás de películas aclamadas como

(97%), Iron Man (94%), Avengers: Endgame (94%), Thor: Ragnarok (93%), Spider-Man: Homecoming (92%) y Guardianes de la Galaxia (92%).

Sin embargo, la historia de Shang-Chi brinda algo nuevo a la mesa de superhéroes Marvel, su humor y su perspicacia se podrían juntar con el conocido Starlord (Peter Quill) o crear su propia identidad que fomente una salida de la formulaica estructura Marvel, de la que aún no escapa por completo. Aún así cumple su cometido en dos horas de duración, y nos adentra a una historia de honor y legado, así como de amistad y autodescubrimiento.