San José, café y gallo pinto
- 21/03/2024 14:44
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En Costa Rica hay paisajes naturales que impresionan, pero a los ticos también les gusta comer. Su gastronomía local es amplia y se conserva en los mercados locales
Apenas aterricé en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, en la provincia de Alajuela en Costa Rica, me tomé una taza de café. Mi primera parada fue finca Las Peñas ubicada en la zona del Valle Central del país. Al igual que Panamá, Costa Rica es tierra fértil para la siembra del café que según cuenta la historia empezó a principios del siglo XIX.
En la casa de don Herbert lo sirven de la manera tradicional, es decir “chorreado”, se filtra el agua sobre el café que reposa en una bolsa de tela fina similar a una media. Basta acompañarlo con pan dulce a la hora de la merienda.
Pero en Costa Rica no solo se toma café, visitar el Mercado Central de San José, fundado en 1880, es descubrir una gastronomía local muy variopinta. Hay tamales, aliñadas (tortillas de maíz con queso), gallos (la versión tica de los tacos mexicanos) rellenos con picadillos varios, chorreadas, tortillas de maíz fresco que suelen acompañarse con natilla, casado, un plato bien resuelto con arroz, frijoles, carne, ensalada y el típico gallo pinto que también se come en Nicaragua, aunque cada quien lo hace a su gusto, con arroz, frijoles, tajadas, queso, chicharrón (las guarniciones varían) y por supuesto, la tortilla de maíz, que no puede faltar.
Además de las recetas populares que se conservan en los mercados locales, la gastronomía costarricense abarca otras cocinas como es la de los grupos indígenas que conviven en algunas áreas del país. El chef Pablo Bonilla se interesó en investigar estas comunidades nativas y comunicar su legado culinario.
En 2018 abrió su restaurante Sikwa en el barrio Escalante, donde resalta el producto local y pone en valor la cultura ancestral. Sus viajes alrededor del mundo han enriquecido su trabajo, y la investigación sigue siendo una constante del día a día.
Cinco años después Bonilla ha logrado reconocimiento internacional y Sikwa se convirtió en el primer restaurante de Costa Rica en entrar a la lista de los 50 mejores de Latinoamérica en 2023, en el puesto número 47. Si tienes la oportunidad de visitarlo, pide el menú degustación.
Chiliguaro y chifrijo
Si hay una dupla que se repite en los bares y cantinas de la ciudad es el chiliguaro y el chifrijo, el primero es una bebida preparada con guaro, así se llama el famoso destilado que fabrican en Costa Rica a base de caña de azúcar, combinado con salsa picante y jugo de tomate, entre otros ingredientes.
El chifrijo en cambio es un platillo que reúne lo que más le gusta a los ticos, arroz con frijoles, chicharrón, pico de gallo, aguacate y tortillas de maíz. Nació en la década de los setenta y hoy se consigue en la mayoría de los restaurantes de la capital. Un buen lugar para probarlo es la icónica cantina La Buenos Aires, abierta desde 1905. Si prefieres ir por cocteles más clásicos como un Negroni, date una vuelta por Caffe Negroni.
Apenas aterricé en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, en la provincia de Alajuela en Costa Rica, me tomé una taza de café. Mi primera parada fue finca Las Peñas ubicada en la zona del Valle Central del país. Al igual que Panamá, Costa Rica es tierra fértil para la siembra del café que según cuenta la historia empezó a principios del siglo XIX.
En la casa de don Herbert lo sirven de la manera tradicional, es decir “chorreado”, se filtra el agua sobre el café que reposa en una bolsa de tela fina similar a una media. Basta acompañarlo con pan dulce a la hora de la merienda.
Pero en Costa Rica no solo se toma café, visitar el Mercado Central de San José, fundado en 1880, es descubrir una gastronomía local muy variopinta. Hay tamales, aliñadas (tortillas de maíz con queso), gallos (la versión tica de los tacos mexicanos) rellenos con picadillos varios, chorreadas, tortillas de maíz fresco que suelen acompañarse con natilla, casado, un plato bien resuelto con arroz, frijoles, carne, ensalada y el típico gallo pinto que también se come en Nicaragua, aunque cada quien lo hace a su gusto, con arroz, frijoles, tajadas, queso, chicharrón (las guarniciones varían) y por supuesto, la tortilla de maíz, que no puede faltar.
Además de las recetas populares que se conservan en los mercados locales, la gastronomía costarricense abarca otras cocinas como es la de los grupos indígenas que conviven en algunas áreas del país. El chef Pablo Bonilla se interesó en investigar estas comunidades nativas y comunicar su legado culinario.
En 2018 abrió su restaurante Sikwa en el barrio Escalante, donde resalta el producto local y pone en valor la cultura ancestral. Sus viajes alrededor del mundo han enriquecido su trabajo, y la investigación sigue siendo una constante del día a día.
Cinco años después Bonilla ha logrado reconocimiento internacional y Sikwa se convirtió en el primer restaurante de Costa Rica en entrar a la lista de los 50 mejores de Latinoamérica en 2023, en el puesto número 47. Si tienes la oportunidad de visitarlo, pide el menú degustación.
Chiliguaro y chifrijo
Si hay una dupla que se repite en los bares y cantinas de la ciudad es el chiliguaro y el chifrijo, el primero es una bebida preparada con guaro, así se llama el famoso destilado que fabrican en Costa Rica a base de caña de azúcar, combinado con salsa picante y jugo de tomate, entre otros ingredientes.
El chifrijo en cambio es un platillo que reúne lo que más le gusta a los ticos, arroz con frijoles, chicharrón, pico de gallo, aguacate y tortillas de maíz. Nació en la década de los setenta y hoy se consigue en la mayoría de los restaurantes de la capital. Un buen lugar para probarlo es la icónica cantina La Buenos Aires, abierta desde 1905. Si prefieres ir por cocteles más clásicos como un Negroni, date una vuelta por Caffe Negroni.