Índice de Basilea 2024 afirma que aumenta el riesgo del blanqueo de activos en Panamá
- 03/12/2024 00:00
- 02/12/2024 13:49
En un año, el riesgo de lavado de dinero en Panamá subió de 5,76 a 5,90 puntos, ganándose por segundo año consecutivo la posición 47 del Índice AML de Basilea, que analiza el cumplimiento técnico de las normas del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), donde 0 es bajo riesgo y 10 el nivel más alto.
En la edición 13ª de la denominada “Clasificación de los riesgos de lavado de dinero en el mundo”, publicada ayer, 2 de diciembre, Ruanda (46) supera a Panamá, con 5,94 puntos y en un escalón detrás del país centroamericano está Arabia Saudita (47), con 5,88 puntos.
En la región, Panamá ocupa la quinta posición de la medición; le anteceden por su alto nivel de riesgo Haití (1), con 7,92 puntos; Venezuela (2), con 7,59 puntos; Nicaragua (3), con 6,40 puntos; Surinam (4), con 6,09; Honduras (6), con 5,66; San Cristóbal y Nieves (7), con 5,64 puntos; El Salvador (8), con 5,51 puntos; Cuba (9), con 5,50 puntos y Guatemala (10), con 5,45 puntos.
Al centrar la lupa en los países de América con menos riesgos sobresalen San Vicente y las Granadinas (146), con 4,07; Chile (144), con 4,08; Antigua y Barbuda (142), con 4,10 puntos; Uruguay (141), con 4,10 puntos; Trinidad y Tobago (138), con 4,19 y Dominica (137), con 4,21 puntos.
El Índice AML de Basilea es una herramienta independiente de clasificación y evaluación de riesgos basada en datos de la vulnerabilidad al lavado de dinero y los delitos financieros relacionados con su capacidad para contrarrestar estas amenazas y otros riesgos de delitos financieros.
El Índice AML de Basilea es desarrollado desde 2012 por el Centro Internacional para la Recuperación de Activos (ICAR) del Instituto de Gobernanza de Basilea, y clasifica a los países y jurisdicciones, según su vulnerabilidad ante los delitos financieros en especial al lavado de activos en el mundo.
Este reporte anual incluye solo a los países y jurisdicciones que cumplen con los requisitos mínimos de datos: una evaluación mutua del GAFI de cuarta ronda y al menos el 65 % de disponibilidad de datos en todos los indicadores. Este año, 164 jurisdicciones cumplieron con estos requisitos, lo que aumentó la cobertura total en la Edición Pública de 2024 en 12 en comparación con el año pasado. Sin embargo, para la actual edición, el reporte reconoce que durante el año hubo avances en el papel, pero son elusivos.
Además, trata de una mejora gradual de los sistemas de lucha contra el blanqueo de dinero de los países en general, al menos en lo que respecta al cumplimiento técnico de las normas mundiales y en los países con deficiencias de larga data. Pero la eficacia de los sistemas de lucha contra el blanqueo de dinero en la práctica sigue siendo alarmantemente baja frente a las amenazas en constante evolución que plantean el fraude y otros delitos financieros complejos, a menudo transnacionales.
Al ser consultado sobre la posición de Panamá en el Índice de Basilea 2024, Raúl Ricardo Molina, integrante del panameño Grupo Acción para la Igualdad Financiera Internacional (Gapifi), comentó que: “Todas las economías con cierto grado de libertad están expuestas al lavado de dinero, pero lo que se debe hacer es tomar medidas que razonablemente lo impidan, ya que de querer impedirlo al 100 % se va a paralizar la actividad económica mundial y eso no tiene sentido. Cuando analizamos todo lo que se viene generando desde los Panama Papers, las empresas que se mencionan allí en su gran mayoría no estaban constituidas en Panamá, sino que las constituyó una firma panameña en otras jurisdicciones y las cuentas bancarias de las más de 200.000 sociedades, ninguna estaba en Panamá, sino en Europa. Pero los que lavamos dinero somos los panameños, yo no entiendo el estándar. No puede ser que Panamá está mal y los otros países están bien. Aquí pareciera que hubiese algo en contra del país...”, reflexionó.
Dijo que aquí en Panamá es difícil abrir una cuenta bancaria. “Un embajador de España se quejó ante la Cancillería de que aquí en Panamá era casi imposible abrir una cuenta bancaria”, recordó el abogado de profesión.
“El lavado de dinero se da a través de los centros financieros, pero si es tan difícil abrir una cuenta en Panamá, entonces, ¿cómo la gente lava dinero? No digo que no se dé, pero en proporciones que sean significativas como para señalar a Panamá, no me parece correcto”, cuestionó Molina.
Y agregó “que Cuba, Costa Rica, México y Colombia tengan mejor evaluación que Panamá es un chiste que se cuenta solo”.
Por su parte, el abogado Carlos Barsallo dijo que “sí, Panamá desmejora. Lo hace a pesar de haber salido de lista GAFI. El informe ahora da más importancia a temas de corrupción y sobornos”.
Y a través de su cuenta en X, antes Twitter, compartió: “Índice de Basilea 2024 Riesgos de lavado de dinero alrededor del mundo. Resultados Panamá. Ver posiciones mundial y regional. Curiosamente, posición de riesgo desmejorada, no obstante salida de lista de GAFI. Metodología explicada en documento público”.
El 27 de octubre de 2023, Panamá fue excluida de la lista gris del GAFI. En el Índice AML de Basilea, siendo una medición de hasta 10, el país se encuentra en la mitad.
La salida de Panamá es un trabajo de Estado. En coordinación con el Gafipi, en 2023 se creó este grupo interdisciplinario con el propósito de idear estrategias diplomáticas para exigir a organizaciones internacionales un trato igualitario a Panamá ante listas discriminatorias.
Los cinco países con mayor riesgo son Birmania (1), con 8,17 puntos; Haití (2), con 7,92 puntos; República Democrática del Congo (3), con 7,73 puntos; Chad (4), con 7,60 y Venezuela (5), con 7,59 puntos.
Mientras que entre las cinco economías con bajo riesgo en lavado de activos figuran: San Marino (164), con 2,96 puntos; Islandia (163), con 3,00 puntos; Finlandia (162), con 3,07 puntos; Estonia (161), 3,16 puntos y Andorra (160), con 3,29 puntos.
Los bloques que analiza son la Unión Europea y Europa Occidental, que obtuvo un promedio de 4,18 puntos; Europa Oriental y Asia Central, con 5,64 puntos; Asia Oriental y el Pacífico 4,91 puntos; América Latina y el Caribe 5,09 puntos; Oriente Medio y África del Norte 6,04 puntos; América del Norte 3,99 puntos; Asia Meridional 5,29 puntos y África Subsahariana, con 5,60 puntos.
En su propio reporte, Kateryna Boguslavska, que lideró el desarrollo del Índice AML de Basilea 2024 y brinda asistencia técnica a los países que buscan comprender y abordar sus deficiencias en la lucha contra el lavado de dinero, comentó que: “la gran brecha entre el cumplimiento técnico y la eficacia en relación con las normas del GAFI plantea dudas sobre si las inversiones en sistemas contra el blanqueo de dinero están produciendo resultados tangibles. Pero el delito financiero es un fenómeno multidimensional y en rápida evolución con importantes implicaciones sociales, políticas y económicas. No podemos evaluar el éxito examinando los sistemas de forma aislada; es importante considerar factores más amplios como la transparencia financiera, las libertades civiles, la libertad de prensa y la independencia judicial.
Por eso, el Índice AML de Basilea proporciona datos sobre estos factores, junto con indicadores de amenazas en rápida evolución, como los delitos ambientales y el fraude”.