Vida y cultura

Huracán Milton: cambio climático y los desastres recurrentes en Panamá

Una de las secuelas principales de los huracanes son los problemas de aseguramiento que surgen en las zonas afectadas. Carlos Gordón
Otra amenaza es la ‘gentrificación climática’ que ocurre en Florida. Carlos Gordón
Actualizado
  • 12/10/2024 00:00
Creado
  • 11/10/2024 19:17

Con un evento de dimensiones casi apocalípticas, se espera que los daños impacten gravemente la infraestructura del estado de Florida

Al momento de escribir estas líneas, el huracán Milton, ciclón tropical de categoría 3, hacía su llegada a las costas de Florida, con vientos sostenidos de 175 km/h y una amplitud de entre 300 y 400 km. Según The New York Times, Florida ha declarado “51 de los 67 condados bajo estado de emergencia, las escuelas cancelaron clases a lo largo de toda la península. Aeropuertos, puertos marítimos y parques temáticos cerraron. Aproximadamente 5.5 millones de personas enfrentaron órdenes de evacuación obligatoria”.

De acuerdo con la organización Climate Central, “el huracán Milton ha sufrido una intensificación extremadamente rápida, con un incremento en los vientos sostenidos de 148 km/h en solo 24 horas, debido a las temperaturas superficiales del mar, que están en máximos históricos”.

El reporte continúa señalando que, “un análisis rápido concluyó que el cambio climático ha hecho entre 400 y 800 veces más probable la aparición de las temperaturas superficiales del océano que hemos observado en las últimas semanas. El calentamiento de las aguas del Golfo, impulsado por el cambio climático, fue clave en el rápido desarrollo de Milton, lo que lo convierte en un huracán más peligroso”.

Con un evento de dimensiones casi apocalípticas, se espera que los daños impacten gravemente la infraestructura del estado de Florida. Solo hace dos días -el lunes 9 de octubre- un artículo publicado por CNN estimaba los daños generados por el huracán Helene a su paso por los estados de Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia y Florida, en US47.5 billones. De esta cifra, entre 20 y 30 billones de dólares, corresponde a viviendas sin cobertura de seguros, con lo cual sus propietarios tendrán que hacerle frente a las pérdidas sin esta asistencia. ¿Cuál será el impacto económico de Milton?

Una de las secuelas principales de los huracanes son los problemas de aseguramiento que surgen en las zonas afectadas. “Florida es la peor y la primera en cuanto a lo que el cambio climático está haciendo a las tasas de seguro de propiedad” y enfrenta un “colapso” en el valor de las propiedades, es el titular de un artículo publicado en Insurance Newsnet, medio especializado en temas de finanzas y seguros en Estados Unidos.

Este artículo menciona la falta de medidas efectivas en Florida, a pesar de los esfuerzos del gobernador DeSantis para mejorar la resiliencia del estado frente al cambio climático. Además, el artículo indica que el aumento de los costos del seguro y las inundaciones están generando ‘gentrificación climática’, desplazando a los residentes tradicionales y favoreciendo a los inversores, lo que transforma las dinámicas sociales y económicas de las comunidades afectadas.

Otro artículo, publicado por CBS en septiembre de 2023, describe cómo 35.6 millones de propiedades en EE. UU. (25 % del total) están enfrentando riesgos crecientes como incendios forestales e inundaciones debido al cambio climático, lo que ha provocado un incremento en el costo del seguro y una reducción de cobertura, lo que además de afectar los presupuestos familiares, devalúa las propiedades. Poco a poco, cada vez más regiones de Estados Unidos se van incluyendo en el listado de zonas ‘inasegurables’.

Inundaciones en Panamá: un problema de gestión territorial

A diferencia de Florida, en términos generales, las inundaciones en Panamá corresponden a fenómenos recurrentes y de menor impacto que los que afectan a otras regiones del golfo de México, el Caribe y América Central. Si se revisa el listado de zonas afectadas por las tormentas, es posible observar cómo se ha normalizado el hecho de que en sectores como Juan Díaz, Tocumen, Pacora, Río Abajo, Parque Lefevre, y algunas calles de Curundú, Calidonia y Bella Vista, ocurran inundaciones con cada lluvia.

En Panamá, el riesgo ante las amenazas existentes se ve exacerbado no solo por la ausencia de mecanismos efectivos de ordenamiento territorial y gestión del riesgo de desastres, sino por la condición de acelerado crecimiento económico y de urbanización registrada a partir de la devolución del Canal a administración panameña en el 2000.

En una revisión bibliográfica que realicé para estimar las pérdidas económicas por desastres naturales en Panamá entre 1916 y 2016, se pudo establecer que ascienden a USD 793.056.386. Al analizar las pérdidas por década, se observa un incremento significativo, desde 25.000 dólares en la década de 1910 hasta 468.614,386 dólares entre 2010 y 2016, siendo este último período el de mayor registro de pérdidas económicas en la historia del país, acumulando 59 % del total.

Las inundaciones, sequías y sismos son los eventos que generan las mayores pérdidas. En el caso de las inundaciones y sequías, los años entre 2010 y 2016 concentran los montos más altos. Para los sismos y vendavales, los mayores daños se registran principalmente en la década de 1990 (sismo de Bocas del Toro, como el evento más destacado), mientras que los incendios forestales destacan en la década de 1980. El aumento del nivel del mar, como amenaza emergente, solo presenta pérdidas registradas durante la década de 2010.

De acuerdo con el “Inventario de las incidencias de los desastres en la República de Panamá”, publicado por Sinaproc 2023, “Panamá, hasta la fecha se ha mantenido fuera del pasillo de movilización de los huracanes, pero por el cambio climático, el pasillo, se está moviendo más al sur y en los próximos años, podíamos estar afectados directamente por estos fenómenos. A la vez, el nivel del mar se está elevando y en las próximas décadas son inminentes posibles inundaciones en las zonas costeras”.

Panamá, al igual que Florida, podría enfrentar una crisis en el mercado de seguros debido al cambio climático. Con el corredor de huracanes desplazándose más al sur y el aumento del nivel del mar, es probable que se incrementen las tormentas e inundaciones, lo que podría elevar los costos del seguro o hacer imposible asegurar propiedades en zonas de alto riesgo.

Otra amenaza es la ‘gentrificación climática’ que ocurre en Florida, donde el aumento en los costos de seguros y la exposición a desastres desplaza a las poblaciones tradicionales, podría suceder en Panamá. En zonas vulnerables como Juan Díaz o Pacora, las inundaciones recurrentes podrían llevar a una pérdida de valor de la vivienda, con lo que aumentaría la desigualdad, desplazando a la población vulnerable a otras zonas, mientras inversionistas más ricos ocupan estas zonas.

En síntesis, el problema de Panamá es el desarrollo urbano acelerado y desordenado. Se permite y facilita la construcción en áreas propensas a desastres, sin que se incorpore en los diseños de los proyectos el adecuado manejo del agua en un lugar tropical. Ante todo, ha faltado por parte de las autoridades urbanísticas, -gobiernos locales y ministerios- un planteamiento de ciudad que eleve el problema a una prioridad de política pública y de visión de ciudad. El colchón y las bolsas de comida han reemplazado el interés por construir una ciudad donde las inundaciones no sean parte de lo cotidiano.

A diferencia de Florida, en términos generales, las inundaciones en Panamá corresponden a fenómenos recurrentes y de menor impacto que los que afectan a otras regiones del golfo de México, el Caribe y América Central”.