El Parque Electoral: un espacio entre la comodidad estatal y la pobreza urbana
- 29/06/2024 00:00
- 28/06/2024 19:10
Algunos años antes, en el 2013, el Tribunal Electoral había inaugurado su flamante sede de US$40 millones en un terreno de 3.2 hectáreas a un costado del Mercado de Abastos La reconversión de suelo urbano degradado en proyectos de espacio público o equipamiento urbano ofrece grandes oportunidades para el fortalecimiento de los barrios y la ciudad. Sin embargo dentro de estos propósitos y transacciones, desde lo público, cabe también las menudencias de ¿para quién? o ¿para qué?
La estación Curundú del Metro de Panamá Con la apertura Línea 1 del Metro de Panamá en abril del 2014, entre Albrook y Los Andes, las salidas de la estación subterránea de Curundú fueron estratégicamente planificadas frente al proyecto de renovación urbana de Curundú, sobre los antiguos terrenos del mercado de Abastos, que vislumbraba su remoción con la creación de la Cadena de Frío. Para poder edificar la estación subterránea, era necesario concretar la mudanza del mercado. Los terrenos del mercado también habían sido incorporados a la planificación de la “Ciudad Gubernamental”, diseño urbano de la prestigiosa firma estadounidense Skidmore, Owings & Merril (SOM) en el año 2014.
El mercado de Abastos y el nuevo mercado de Cadena de Frío Desde 1984 funcionó en el área de Curundú, sobre la avenida Omar Torrijos, el Mercado Agrícola Central o Mercado de Abastos, administrado por el Municipio de Panamá en unos terrenos de su propiedad. El mercado funcionaba bajo precarias condiciones de insalubridad, desorganización, limitados accesos y mala disposición de la basura. Además de los productos agrícolas, también habían algunas fondas, buhonería, etc. que eran el sustento de un grupo de personas dentro de la economía informal: los pobres.
La red de mercados de cadena de frío: Merca Panamá, abrió sus puertas el 1 de enero de 2019 en el sector de Chivo Chivo, un área periférica despoblada con accesos limitados al transporte público. A pesar de la intensa lucha contra el desalojo por parte de los arrendatarios del mercado, los mismos no tuvieron más remedio que aceptar su destino y fueron reubicados hacia las nuevas instalaciones. En ese mismo mes de 2019 se demolieron las viejas estructuras industriales del mercado, en un área que alguna vez fue limítrofe con la antigua Zona del Canal.
El Tribunal Electoral y el surgimiento del Parque Electoral Algunos años antes, en el 2013, el Tribunal Electoral había inaugurado su flamante sede de US$40 millones en un terreno de 3.2 hectáreas a un costado del Mercado de Abastos. El edificio enviste cierta monumentalidad de éste órgano del Estado con un imponente pórtico de triple altura, simetría y organización clásica de pabellones.
En el año 2014 el Tribunal Electoral convoca a una licitación por un valor de US$ 3.6 millones de dólares para la elaboración de un plan maestro sobre los terrenos colindantes del mercado, aún en funcionamiento, toda vez que era inminente traslado del mercado. En la memoria del plan menciona: “El Parque Electoral tiene como idea central la creación de un parque cívico y recreativo que complemente a la sede del Tribunal Electoral. Dicho parque, ha de brindar amplias áreas verdes, estacionamientos, espacios cívicos, y oportunidades de esparcimiento para aquellos que laboran y visitan el Tribunal Electoral” (Arosemena & Soundy Arquitectos).
¿Tiene el Tribunal Electoral la función de estar diseñando parques, plazas y espacios públicos sobre propiedades del Municipio de Panamá?, ¿Acaso los funcionarios gubernamentales y visitantes de la instituciones públicas necesitan parques y áreas recreativas? Las intenciones parecen nobles. Es así, con la formulación del plan empieza un lobby por el uso de estas tierras, con plan en mano, luego de la cancelación del proyecto “Ciudad Gubernamental” tras el cambio de gobierno. La Alcaldía de Panamá cede en el año 2019 las casi cuatro hectáreas al Tribunal Electoral para hacer realidad el Parque Electoral.
De parque electoral a estacionamiento electoral Revisando lo actuado, de los elementos, la parte del plan construida ha sido primordialmente los más de 270 estacionamientos contabilizados, de los 430 propuestos, sobre un área de una hectárea de la cuatro aproximadas del total. En efecto, existe un área verde, con una calle perimetral de acceso privado y uso interno, al parecer exclusivo de la institución sin ningún tipo de conexión al exterior, relación, o acceso público con las comunidades vecinas. El resto del área, mayoritariamente colindante con la zona residencial del proyecto de renovación urbana de Curundú, es la zona donde han de construirse las tres bocas de la estación subterránea del metro, cuyo futuro es incierto; cubiertos por rastrojos y lodazales y que toman distancia del resto de las instalaciones físicas de la institución. La postergación de la apertura de la estación Curundú ha traído mayores especulaciones.
Por lo actuado caben algunas preguntas: ¿Realizó el Tribunal Electoral los debidos procesos de participación ciudadana con la comunidad para la elaboración de este plan y validación del consecuente “parque espacio público”? ¿Es Curundú o la ciudad de Panamá beneficiaria del parque y del disfrute de estos terrenos? Su destino indica el aprovechamiento de la institución para satisfacer necesidades privadas de aparcamiento, utilizando un suelo urbano que costó mucho recuperar.
La integración de Curundú al desarrollo urbano de la ciudad frente a su permanente aislamiento Un escenario ideal es la apertura de la estación Curundú y la construcción de un proyecto de diseño urbano consensuado con la ciudadanía, liderado por la Alcaldía de Panamá y que tenga un impacto y relación con Curundú. Otra alternativa es resucitar el proyecto de “Ciudad Gubernamental” relacionada al transporte masivo, para oficinas públicas y así solventar el enorme gasto de alquiler inmobiliario por parte del Estado en una zona tradicional del centro de la ciudad de Panamá.
La localización de la estación frente al proyecto de vivienda pública, brindaría acceso a la principal red de transporte público de la ciudad a una población que ha carecido históricamente de servicios básicos como transporte público, centros escolares, servicios de salud además de oportunidad de empleos. También es una coyuntura para actuar frente a problemas sin resolver como las personas que quedaron excluidas del programa de vivienda y que desde entonces viven en una zona de tugurios, a un costado del terreno del antiguo mercado. ¿Por qué no construir un nuevo y moderno mercado en el sitio que reactive la economía local o una escuela secundaria, por ejemplo? Sin embargo, todas estas propuestas necesitan consenso y participación de la comunidad. Estas acciones revalorizaría la estigmatización del proyecto de vivienda pública, elevando la calidad de vida de la población y su permanente aislamiento; con acceso a más recursos, en su ascenso social hacia el abandono de la pobreza.
La reconversión de suelo urbano degradado en proyectos de espacio público o equipamiento urbano ofrece grandes oportunidades para el fortalecimiento de los barrios y la ciudad. Sin embargo dentro de estos propósitos y transacciones, desde lo público, cabe también las menudencias de ¿para quién? o ¿para qué?
Con la apertura Línea 1 del Metro de Panamá en abril del 2014, entre Albrook y Los Andes, las salidas de la estación subterránea de Curundú fueron estratégicamente planificadas frente al proyecto de renovación urbana de Curundú, sobre los antiguos terrenos del mercado de Abastos, que vislumbraba su remoción con la creación de la Cadena de Frío. Para poder edificar la estación subterránea, era necesario concretar la mudanza del mercado. Los terrenos del mercado también habían sido incorporados a la planificación de la “Ciudad Gubernamental”, diseño urbano de la prestigiosa firma estadounidense Skidmore, Owings & Merril (SOM) en el año 2014.
Desde 1984 funcionó en el área de Curundú, sobre la avenida Omar Torrijos, el Mercado Agrícola Central o Mercado de Abastos, administrado por el Municipio de Panamá en unos terrenos de su propiedad. El mercado funcionaba bajo precarias condiciones de insalubridad, desorganización, limitados accesos y mala disposición de la basura. Además de los productos agrícolas, también habían algunas fondas, buhonería, etc. que eran el sustento de un grupo de personas dentro de la economía informal: los pobres.
La red de mercados de cadena de frío: Merca Panamá, abrió sus puertas el 1 de enero de 2019 en el sector de Chivo Chivo, un área periférica despoblada con accesos limitados al transporte público. A pesar de la intensa lucha contra el desalojo por parte de los arrendatarios del mercado, los mismos no tuvieron más remedio que aceptar su destino y fueron reubicados hacia las nuevas instalaciones. En ese mismo mes de 2019 se demolieron las viejas estructuras industriales del mercado, en un área que alguna vez fue limítrofe con la antigua Zona del Canal.
Algunos años antes, en el 2013, el Tribunal Electoral había inaugurado su flamante sede de US$40 millones en un terreno de 3.2 hectáreas a un costado del Mercado de Abastos. El edificio enviste cierta monumentalidad de éste órgano del Estado con un imponente pórtico de triple altura, simetría y organización clásica de pabellones.
En el año 2014 el Tribunal Electoral convoca a una licitación por un valor de US$ 3.6 millones de dólares para la elaboración de un plan maestro sobre los terrenos colindantes del mercado, aún en funcionamiento, toda vez que era inminente traslado del mercado. En la memoria del plan menciona: “El Parque Electoral tiene como idea central la creación de un parque cívico y recreativo que complemente a la sede del Tribunal Electoral. Dicho parque, ha de brindar amplias áreas verdes, estacionamientos, espacios cívicos, y oportunidades de esparcimiento para aquellos que laboran y visitan el Tribunal Electoral” (Arosemena & Soundy Arquitectos).
¿Tiene el Tribunal Electoral la función de estar diseñando parques, plazas y espacios públicos sobre propiedades del Municipio de Panamá?, ¿Acaso los funcionarios gubernamentales y visitantes de la instituciones públicas necesitan parques y áreas recreativas? Las intenciones parecen nobles. Es así, con la formulación del plan empieza un lobby por el uso de estas tierras, con plan en mano, luego de la cancelación del proyecto “Ciudad Gubernamental” tras el cambio de gobierno. La Alcaldía de Panamá cede en el año 2019 las casi cuatro hectáreas al Tribunal Electoral para hacer realidad el Parque Electoral.
Revisando lo actuado, de los elementos, la parte del plan construida ha sido primordialmente los más de 270 estacionamientos contabilizados, de los 430 propuestos, sobre un área de una hectárea de la cuatro aproximadas del total. En efecto, existe un área verde, con una calle perimetral de acceso privado y uso interno, al parecer exclusivo de la institución sin ningún tipo de conexión al exterior, relación, o acceso público con las comunidades vecinas. El resto del área, mayoritariamente colindante con la zona residencial del proyecto de renovación urbana de Curundú, es la zona donde han de construirse las tres bocas de la estación subterránea del metro, cuyo futuro es incierto; cubiertos por rastrojos y lodazales y que toman distancia del resto de las instalaciones físicas de la institución. La postergación de la apertura de la estación Curundú ha traído mayores especulaciones.
Por lo actuado caben algunas preguntas: ¿Realizó el Tribunal Electoral los debidos procesos de participación ciudadana con la comunidad para la elaboración de este plan y validación del consecuente “parque espacio público”? ¿Es Curundú o la ciudad de Panamá beneficiaria del parque y del disfrute de estos terrenos? Su destino indica el aprovechamiento de la institución para satisfacer necesidades privadas de aparcamiento, utilizando un suelo urbano que costó mucho recuperar.
Un escenario ideal es la apertura de la estación Curundú y la construcción de un proyecto de diseño urbano consensuado con la ciudadanía, liderado por la Alcaldía de Panamá y que tenga un impacto y relación con Curundú. Otra alternativa es resucitar el proyecto de “Ciudad Gubernamental” relacionada al transporte masivo, para oficinas públicas y así solventar el enorme gasto de alquiler inmobiliario por parte del Estado en una zona tradicional del centro de la ciudad de Panamá.
La localización de la estación frente al proyecto de vivienda pública, brindaría acceso a la principal red de transporte público de la ciudad a una población que ha carecido históricamente de servicios básicos como transporte público, centros escolares, servicios de salud además de oportunidad de empleos. También es una coyuntura para actuar frente a problemas sin resolver como las personas que quedaron excluidas del programa de vivienda y que desde entonces viven en una zona de tugurios, a un costado del terreno del antiguo mercado. ¿Por qué no construir un nuevo y moderno mercado en el sitio que reactive la economía local o una escuela secundaria, por ejemplo? Sin embargo, todas estas propuestas necesitan consenso y participación de la comunidad. Estas acciones revalorizaría la estigmatización del proyecto de vivienda pública, elevando la calidad de vida de la población y su permanente aislamiento; con acceso a más recursos, en su ascenso social hacia el abandono de la pobreza.