Vida y cultura

El capitalismo digital después de la pandemia: nuevo paradigma del trabajo global (Compilación de Dídimo Castillo Fernández) Siglo XXI editores

ISBN 98-60 7-03-1398-1
El capitalismo digital después de la pandemia: nuevo paradigma del trabajo global.
Actualizado
  • 02/06/2024 01:00
Creado
  • 01/06/2024 15:44

Se trata de una compilación con contribuciones de varios autores, la mayoría ampliamente reconocidos en el ámbito de las Ciencias Sociales latinoamericanas

Es un libro provocador que reflexiona sobre los cambios que experimenta el capitalismo, sobre todo el proceso de trabajo, en la cuarta revolución tecnológica, en que las plataformas digitales adquieren un protagonismo central y cómo esto afecta a las clases sociales y tiene impactos sobre el mercado laboral.

Se trata de una compilación con contribuciones de varios autores, la mayoría ampliamente reconocidos en el ámbito de las Ciencias Sociales latinoamericanas: Marco Roitman, Adrián Sotelo Valencia, Alejandro Canales, Dídimo Castillo, Giovani Alves, Ricardo Antunes, Minor Mora Salas entre otros.

Aunque no todos los autores comparten los planteamientos en torno a la naturaleza de esos cambios y sus impactos, el trabajo se fundamenta sobre una premisa central: El capitalismo digital profundiza desigualdades sociales y representa grandes retos a las ya golpeadas sociedades del capitalismo dependiente. La pandemia vino a acelerar un proceso que se venía gestando desde la década del 1990: el avance de las corporaciones digitales y su papel central en el proceso de acumulación de capital.

A los clásicos nudos de las desigualdades sociales que tiene nuestra región, relacionada sobre todo con un orden internacional injusto que crea y reproduce relaciones de dependencia; se agrega el lugar subordinado que ocupan nuestras economías dentro de las cadenas globales de producción, la incapacidad de generar empleo que capten excedente de población trabajadora y la imposibilidad de nuestros Estados para proteger a la población más vulnerable.

A todo lo citado, se le suman las desigualdades relacionadas con el avance de las plataformas digitales que viene acompañado de nociones de libertad que permite el teletrabajo. Sin embargo, se trata de una falacia que esconde un mundo desigual, precarizado y flexible.

Pandemia y nuevo capitalismo digital

Lo anterior se vio reflejado durante la pandemia con la consigna: “quédate en casa” como producto de las medidas de confinamiento para enfrentar el virus Sars-Cov-19. Los sectores privilegiados de la sociedad, con acceso a las tecnologías de la información podían continuar con sus labores a través del trabajo remoto, pero en América Latina, con gran cantidad de población económicamente activa dedicada a la informalidad, se vieron imposibilitados de reproducir sus medios de existencia quedando completamente vulnerables. Además, lo que escondía esta consigna era una imposición de clase; ya que para proteger a los privilegiados, se necesitaba un ejército de trabajadores que realizaba labores operativas necesarias para que otros se quedarán en casa: los deliveries, los trabajadores que hacían posible el comercio electrónico, a los agricultores, etc. Por supuesto, todo este ejército se expuso de manera desigual a los contagios.

Lo que ofrece el libro

Los 11 artículos del libro pueden ser agrupados en tres categorías. La primera, son trabajos que reflexionan sobre los cambios que experimenta el modo de producción capitalista que lo transforman en capitalismo digital; un segundo grupo analiza los efectos que tienen esos cambios sobre la estructura de las clases sociales y el tercer grupo, analiza el nuevo mercado laboral que se viene gestando en el capitalismo digital.

Primer grupo de artículos

El primer grupo quizás sea el más polémico; en algunos de ellos hay una influencia, no necesariamente expresada por los autores, de los planteamientos realizados por Manuel Castells en su “Sociedad de la Información”. En el capitalismo digital, la información, el conocimiento y el dato, son las nuevas mercancías que permiten la acumulación de capital, esto resulta polémico, pues el capitalismo funciona sobre la base de producción mercancía. ¿Sería posible mantener la tasa de ganancia solo produciendo información y conocimiento? O ¿no será mejor pensar que la información y el conocimiento son coadyuvantes para la producción de mercancía?

Un aspecto común que comparte este grupo de trabajo es lo relevante del avance en la vida cotidiana que tienen las plataformas digitales. Las corporaciones que la controlan recopilan una serie de información que cada persona brinda en su interacción. Cada vez que damos “un me gusta” a una foto proporcionamos información que es utilizada para estudiar nuestros gustos, construir un perfil de nuestro consumo, para posterior ofrecernos productos (publicidad) más acorde a nuestros criterios.

El avance de los algoritmos y el uso de la inteligencia artificial están al servicio de la producción de mercados cautivos. Esto lleva plantear a uno de los autores (Marco Roitman) que la humanidad avanza hacia un nuevo totalitarismo cuya base no es la explotación, sino la auto explotación dirigida por un poder inteligente.

Segundo grupo de artículos

El segundo grupo reflexiona sobre el proceso de trabajo y el impacto sobre las clases que trae aparejada el capitalismo digital y el teletrabajo. Se pueden establecer tres categorías. La primera compuesta por altos ejecutivos, ciertas profesiones liberales y autónomas con altos ingresos cuyas actividades pueden adaptarse fácilmente a esta modalidad. La segunda integrada por quienes están sometidos a un régimen dual, alternando regularmente entre el trabajo realizado en las instalaciones de la empresa y el trabajo desde casa. Este segmento está fuertemente controlado, un ejemplo clásico, son los trabajadores de call center cuyos softwares permiten saber el tiempo de conexión, las veces que el trabajador va al baño y mide su productividad.

El tercero formado por aquellos trabajadores que nunca podrán realizar teletrabajo compuestos por jornaleros que deben ser movilizados físicamente en las diferentes obras cajeros, conductores de ambulancias, enfermeros, trabajadores de mantenimiento, choferes, repartidores, entre otros, pero también aquellos trabajadores detrás del negocio del teletrabajo, la mano de obra de logística que opera en el sector del “comercio electrónico”, especialmente en los gigantescos almacenes de Amazon.

Tercer grupo de artículos

El tercer grupo de artículos aborda la cuestión de la precarización laboral generada por el capitalismo digital: precarización que uno de los autores denomina “uberización” (Ricardo Antunes), al mismo tiempo señala que las plataformas eliminan el trabajo vivo, reemplazándolo por trabajo muerto. Estas plataformas trabajan para valorizar, en su punto más alto la productividad del capital. Al proceder de este modo, las corporaciones globales amplian sus ganancias y exacerban la competencia entre ellas, introduciendo maquinaria avanzada, capaz de potenciar exponencialmente la utilización de la fuerza de trabajo.

Por lo tanto, la flexibilización del mercado del trabajo se convirtió en una condición necesaria para el universo corporativo. Una característica del capitalismo digital es la súper explotación del trabajo, algo que antes era exclusivo de las sociedades del capitalismo dependiente; ahora también se manifiesta en las sociedades del capitalismo avanzado.

Preguntas para el debate posterior

Al tratarse de un trabajo colaborativo, no todos los autores comparten los mismos esquemas conceptuales y su riqueza está en la diversidad de posturas en torno al capitalismo digital y que abre debates para repensar los procesos de cambios que estamos viviendo.

¿El capitalismo digital representa una ruptura con el neoliberalismo o es una continuidad perfeccionada de este modelo? Si el capitalismo digital, se basa en la flexibilidad laboral, ¿cuáles serían fuerzas sociales que resisten esta nueva modalidad del capital? ¿Qué estrategias de organización pudieran implementar en el proceso de resistencia? Estas son algunas preguntas que ponen sobre la mesa el conjunto de estos interesantes trabajos.

El autor es Sociólogo. Docente del Departamento de Sociología de la Universidad de Panamá.

Pensamiento Social (PESOC) está conformado por un grupo de profesionales de las Ciencias Sociales que, a través de sus aportes, buscan impulsar y satisfacer necesidades en el conocimiento de estas disciplinas.
Su propósito es presentar a la población temas de análisis sobre los principales problemas que la aquejan, y contribuir con las estrategias de programas de solución.