(Jeanne Hébutherne)
- 04/05/2024 00:00
- 03/05/2024 19:08
Jeanne Hébutherne
Te dormiste en los brazos del viento
¿Dónde estirar el dolor
Ahogar el grito profundo
Cómo arropar
El vacío que flota?
Ojos de océano
Tejes canciones de cuna
Para tu hombre
El que bajaba las nubes
Y las ordenaba
Entre cadmios violentos
Y azules escarbados al infinito
Lo supiste desde chica
Pintabas el aroma de las flores
La necesidad del vuelo en el pájaro
El hambre de los niños que no han nacido
Tragarías tu honor
En las madrugadas
Lo masticarías hasta hacerlo carne
Y luego ya no podrías sentarte entre mortales
Porque el arte es un ritual
Un sacrificio
Infame
Fuiste aire
Y luego lluvia
Y también aquellas cosas que inventan los dioses
Cuando se aburren
En ese minúsculo universo
En el que duelen las horas
La soledad pintó las paredes de fuego
Y entonces ya no podías estar más sola
Que entre los muertos
El alba recordó:
Las alturas son para los pájaros
Y para las musas que mueren de amor
Porque la vida
Es este salto al vacío
Es beberse la espátula con el riesgo de negarse
Los colores
Libélula perdida entre las sombras
Hay tanto color en la nostalgia
Que desvistes las horas como autómata
Cuando recorres las calles
Reventada de amor
Aplastada por lunas alcohólicas
Elevaste a los infiernos el abrazo
Con tu hombre
En la piedra fósil
En el lomo del llanto
Y los ciegos te vieron
Dislocarte
En el viento
Un cesto de naranjas te espera
En alguna mesa
Hay niños nacidos aguardando
Y también
El ajenjo de los profetas
Las cosas que no llegan se fabrican con los sueños
Y no despertaste Jeanne
Ni quisiste seguir
Con los ojos abiertos
Quiero arrullar tu cabellera asustada
Tu silueta perfecta en el precipicio
Pero una luz intensa te llama
Te muestra la senda
La brecha venenosa en el pecho
De tu Amadeo perdido