La democracia de Venezuela condiciona la estabilidad regional
- 27/07/2024 00:00
- 26/07/2024 20:26
Expresidentes de Latinoamérica advierten del riesgo sobre fortalecimiento del narco, expansión de las dictaduras y migración masiva de no respetar el voto popular Lo que se juega el domingo en Venezuela, no sólo es el futuro democrático de ese país y la recuperación económica bajo un gobierno que garantice la libertad de expresión y garantías individuales, sino el futuro de la región de América Latina. En voz de cuatro expresidentes, Vicente Fox de México, Miguel Ángel Rodríguez de Costa Rica, Mireya Moscoso de Panamá, Jorge Quiroga de Bolivia y la exvicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, integrantes de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA-Democrática) la región corre el riesgo de sufrir nuevas oleadas de migrantes irregulares huyendo de un régimen dictatorial que amenaza con expandirse a otros países, así como el fortalecimiento del narcotráfico y organizaciones terroristas a las que cobija el régimen de Nicolás Maduro, en caso de que éste no reconozca su derrota el próximo 28 de julio, cuando el país sureño celebra elecciones presidenciales.
Los exmandatarios ofrecieron una conferencia de prensa en suelo istmeño luego de que el vuelo en el que intentaban viajar a Caracas, fue detenido, “secuestrado” dijeron, al impedir su aterrizaje como invitados del candidato Edmundo González y de María Corina Machado, la cabeza de la oposición. El binomio denominado como “la llave”, que abrirá las puertas de la democracia en ese país, pronosticaron. Ésta última, calificada como el “liderazgo más importante de la última década”, como muestra del cambio que puede generar el voto de los venezolanos bajo una dictadura.
“Se corre el riesgo, dijo Ramírez, de que la dictadura se expanda a otras naciones (en clara alusión de lo que puede suceder en el futuro en su país) como ha ocurrido en Cuba, en Nicaragua, donde las posibilidades de tener una vida en paz no existen”, sentenció la exvicepresidenta de Colombia, durante el mandato de Iván Duque. Añadió que teme que los líderes de América Latina no sean capaces de enfrentar la verdadera amenaza, el narcotráfico, las redes criminales que se han enseñoreado en Colombia y varios países de la región, como en Colombia, Venezuela y México. “Esa tragedia del Darién, la selva por la que pasan miles de migrantes para llegar a Estados Unidos, es producto del negocio infame del tráfico de personas, de organizaciones criminales que negocian con sus necesidades lejos de sus países”.
La exvicepresidenta condicionó la paz de su país al retorno de la democracia en Venezuela, dos caras que se retroalimentan, ya que en Venezuela ha abrigado desde hace 30 años a las guerrillas colombianas como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército por la Liberación Nacional (ELN), territorio desde donde sale la mayor parte de la droga hacia Estados Unidos, Europa y Asia. “Este negocio impide la paz y la posibilidad de soñar por una vida de amenazas”, ilustró. Añadió que la capacidad de los países vecinos para acoger a venezolanos - que huyen del régimen- se ha copado, razón por la que los nacionales deben tener la esperanza de que pueden permanecer en su país con la posibilidad de tener un futuro económico mejor. Una recuperación económica que tomará décadas, no cuatro años, describieron los expresidentes.
En este contexto advirtió la necesidad de no permanecer en silencio ante la consolidación de la dictadura en Venezuela, para evitar la migración masiva de nacionales, un desafío de toda la región. Una maquinaria, exclamó Marta Lucía Ramírez, encargada de imponer el temor en un país donde el 70% de la población vive sumida en la pobreza, mientras que Venezuela tiene todo el potencial para surgir en actividades económicas únicas.
La herramienta es denunciar a la dictadura atroz, “que lo único que le interesa es estar rodeados de sus “amigotes”, porque hoy ellos están celebrando, en cambio, no quieren dar apertura a los amigos de la democracia”, sentenció.
Los expresidentes enfatizaron también el rol que debe jugar el ejército sureño. Hicieron un llamado a los uniformados a cuidar las urnas y no ser cómplices del régimen opresivo y dictatorial y corrupto.
La denuncia del expresidente mexicano, quien portaba su distintivo sombrero de vaquero, fue más allá: “Vomito que un dictador nos imponga la ruta a seguir. Queda evidente que Maduro es un dictador, que domina sobre aerolíneas, vuelos, personas y demás”, añadió. Pero enseguida recordó que son las caras con apellidos quienes cambian la historia y las situaciones. En ese escenario se dirigió hacia María Corina como la “libertadora” de Venezuela, motor que impedirá que un fraude electoral se imponga ante la asistencia masiva en las urnas.
“El 28, el cambio se logrará gracias al poderoso liderazgo de María Corina, que va a irradiar a Latinoamérica para caminar por la senda del éxito, la democracia y el respeto a los derechos humanos”, zanjó Fox.
“La reunificación más grande de la humanidad se verá cuando gane la oposición en Venezuela”, dibujó Quiroga quien hizo un llamado específico a lo que sucederá el domingo, algo “dramático”, calificó. Explicó la necesidad de contar con testigos de mesa por parte de la oposición y de la necesidad, como tema central de que cierren las mesas, cuenten los votos y se respete el clamor popular, evitando que se prorrogue el funcionamiento de mesas hasta entrada la noche para, “con elementos delictivos, apoderarse de la máquinas de votación y rellenar y alterar la votación”, advirtió.
Hizo de esta forma un llamado directo a Vladimir Padrino, ministro de Defensa, y a las fuerzas armadas, obligadas a respetar el voto o apadrinar el baño de sangre que anticipó Maduro en declaraciones anteriores.
Sin embargo, recordó que el mejor control electoral lo tiene María Corina Machado, ingeniera en sistemas proveniente de una familia de padres profesionales, que ha organizado un sistema extraordinario. “Si se cumple la ley y se cierran las mesas, los ‘comanditos’ de la oposición garantizarán el cómputo de las actas depositadas en tres lugares diferentes para que se sepa la voluntad popular”, explicó Quiroga, como una evidencia de los votos que se emitirán.
La expectativa de lo que puede suceder este domingo en Venezuela incrementa la tensión por minutos, ante la posibilidad de que Maduro no acepte el resultado de las elecciones y la violencia se desate.
Lo que se juega el domingo en Venezuela, no sólo es el futuro democrático de ese país y la recuperación económica bajo un gobierno que garantice la libertad de expresión y garantías individuales, sino el futuro de la región de América Latina. En voz de cuatro expresidentes, Vicente Fox de México, Miguel Ángel Rodríguez de Costa Rica, Mireya Moscoso de Panamá, Jorge Quiroga de Bolivia y la exvicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, integrantes de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA-Democrática) la región corre el riesgo de sufrir nuevas oleadas de migrantes irregulares huyendo de un régimen dictatorial que amenaza con expandirse a otros países, así como el fortalecimiento del narcotráfico y organizaciones terroristas a las que cobija el régimen de Nicolás Maduro, en caso de que éste no reconozca su derrota el próximo 28 de julio, cuando el país sureño celebra elecciones presidenciales.
Los exmandatarios ofrecieron una conferencia de prensa en suelo istmeño luego de que el vuelo en el que intentaban viajar a Caracas, fue detenido, “secuestrado” dijeron, al impedir su aterrizaje como invitados del candidato Edmundo González y de María Corina Machado, la cabeza de la oposición. El binomio denominado como “la llave”, que abrirá las puertas de la democracia en ese país, pronosticaron. Ésta última, calificada como el “liderazgo más importante de la última década”, como muestra del cambio que puede generar el voto de los venezolanos bajo una dictadura.
“Se corre el riesgo, dijo Ramírez, de que la dictadura se expanda a otras naciones (en clara alusión de lo que puede suceder en el futuro en su país) como ha ocurrido en Cuba, en Nicaragua, donde las posibilidades de tener una vida en paz no existen”, sentenció la exvicepresidenta de Colombia, durante el mandato de Iván Duque. Añadió que teme que los líderes de América Latina no sean capaces de enfrentar la verdadera amenaza, el narcotráfico, las redes criminales que se han enseñoreado en Colombia y varios países de la región, como en Colombia, Venezuela y México. “Esa tragedia del Darién, la selva por la que pasan miles de migrantes para llegar a Estados Unidos, es producto del negocio infame del tráfico de personas, de organizaciones criminales que negocian con sus necesidades lejos de sus países”.
La exvicepresidenta condicionó la paz de su país al retorno de la democracia en Venezuela, dos caras que se retroalimentan, ya que en Venezuela ha abrigado desde hace 30 años a las guerrillas colombianas como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército por la Liberación Nacional (ELN), territorio desde donde sale la mayor parte de la droga hacia Estados Unidos, Europa y Asia. “Este negocio impide la paz y la posibilidad de soñar por una vida de amenazas”, ilustró. Añadió que la capacidad de los países vecinos para acoger a venezolanos - que huyen del régimen- se ha copado, razón por la que los nacionales deben tener la esperanza de que pueden permanecer en su país con la posibilidad de tener un futuro económico mejor. Una recuperación económica que tomará décadas, no cuatro años, describieron los expresidentes.
En este contexto advirtió la necesidad de no permanecer en silencio ante la consolidación de la dictadura en Venezuela, para evitar la migración masiva de nacionales, un desafío de toda la región. Una maquinaria, exclamó Marta Lucía Ramírez, encargada de imponer el temor en un país donde el 70% de la población vive sumida en la pobreza, mientras que Venezuela tiene todo el potencial para surgir en actividades económicas únicas.
La herramienta es denunciar a la dictadura atroz, “que lo único que le interesa es estar rodeados de sus “amigotes”, porque hoy ellos están celebrando, en cambio, no quieren dar apertura a los amigos de la democracia”, sentenció.
Los expresidentes enfatizaron también el rol que debe jugar el ejército sureño. Hicieron un llamado a los uniformados a cuidar las urnas y no ser cómplices del régimen opresivo y dictatorial y corrupto.
La denuncia del expresidente mexicano, quien portaba su distintivo sombrero de vaquero, fue más allá: “Vomito que un dictador nos imponga la ruta a seguir. Queda evidente que Maduro es un dictador, que domina sobre aerolíneas, vuelos, personas y demás”, añadió. Pero enseguida recordó que son las caras con apellidos quienes cambian la historia y las situaciones. En ese escenario se dirigió hacia María Corina como la “libertadora” de Venezuela, motor que impedirá que un fraude electoral se imponga ante la asistencia masiva en las urnas.
“El 28, el cambio se logrará gracias al poderoso liderazgo de María Corina, que va a irradiar a Latinoamérica para caminar por la senda del éxito, la democracia y el respeto a los derechos humanos”, zanjó Fox.
“La reunificación más grande de la humanidad se verá cuando gane la oposición en Venezuela”, dibujó Quiroga quien hizo un llamado específico a lo que sucederá el domingo, algo “dramático”, calificó. Explicó la necesidad de contar con testigos de mesa por parte de la oposición y de la necesidad, como tema central de que cierren las mesas, cuenten los votos y se respete el clamor popular, evitando que se prorrogue el funcionamiento de mesas hasta entrada la noche para, “con elementos delictivos, apoderarse de la máquinas de votación y rellenar y alterar la votación”, advirtió.
Hizo de esta forma un llamado directo a Vladimir Padrino, ministro de Defensa, y a las fuerzas armadas, obligadas a respetar el voto o apadrinar el baño de sangre que anticipó Maduro en declaraciones anteriores.
Sin embargo, recordó que el mejor control electoral lo tiene María Corina Machado, ingeniera en sistemas proveniente de una familia de padres profesionales, que ha organizado un sistema extraordinario. “Si se cumple la ley y se cierran las mesas, los ‘comanditos’ de la oposición garantizarán el cómputo de las actas depositadas en tres lugares diferentes para que se sepa la voluntad popular”, explicó Quiroga, como una evidencia de los votos que se emitirán.
La expectativa de lo que puede suceder este domingo en Venezuela incrementa la tensión por minutos, ante la posibilidad de que Maduro no acepte el resultado de las elecciones y la violencia se desate.