Panamá

Incendios: una amenaza histórica en la ciudad de Colón

Desde 1862 hasta 2008, alrededor de 100 incendios han destruido la infraestructura colonense y causado pérdidas humanas. |Cedida
Los factores que se señalan como causantes de los incendios son la madera en las edificaciones colonenses, la falta de un cuerpo de bomberos y el estado de abandono. |Cedida
Los recurrentes incendios en la ciudad de Colón han amenazado su patrimonio cultural. |Cedida
Actualizado
  • 01/03/2025 00:29
Creado
  • 28/02/2025 16:25

Los incendios recurrentes en Colón han afectado su patrimonio y arquitectura desde el siglo XIX, agravados por la construcción de madera y la falta de bomberos organizados

Los incendios han sido una amenaza permanente en la historia del centro urbano de Colón. De hecho, la ocurrencia de estos eventos ha tenido un impacto en el grado de conservación patrimonial y arquitectónica de la ciudad.

De acuerdo con Tejeira Davis (2011), el primer incendio de gran magnitud ocurrió el 26 de diciembre de 1862. Posteriormente, la ciudad sufrió otros dos siniestros importantes, el 30 de mayo de 1864 y el 19 de octubre de 1866. En estos casos tempranos no se cuenta con datos precisos sobre el origen de las llamas, pero se sabe que la rápida propagación se vio facilitada por la abundancia de edificaciones de madera y por la falta de un cuerpo de bomberos organizado.

El 31 de marzo de 1885, en medio de una convulsa situación política en el istmo —para entonces parte de Colombia—, la ciudad de Colón, -entonces conocida también como Aspinwall-, fue arrasada casi por completo por un feroz incendio.

Según crónicas de The New York Times (1885, 2 de abril, “Aspinwall arrasada”), las llamas se habrían originado por los enfrentamientos entre rebeldes, liderados por Pedro Prestán y las tropas gubernamentales enviadas para recuperar el control de la zona.

Buena parte de Colón, construida con madera, fue consumida por el fuego. Quedaron en pie pocos edificios, entre ellos algunas instalaciones del Ferrocarril de Panamá y de la Compañía del Canal en la zona de Cristóbal. Miles de personas perdieron sus viviendas y negocios. El vapor “Colón” del Correo del Pacífico también resultó destruido en el muelle.

De acuerdo con el New York Times, “las pérdidas de la Compañía del Canal fueron de 1.000.000 de dólares, y las pérdidas de los comerciantes y propietarios se estimaron entre 12.000.000 y 15.000.000 de dólares, siendo una pérdida total, ya que las pólizas de seguros fueron anuladas, debido a que la ciudad fue incendiada por los rebeldes”.

Cinco años después, el 23 de septiembre de 1890, un nuevo y devastador incendio arrasó la zona comercial de Colón, tal como informó The New York Times (1890, 24 de septiembre, “Arrasada por las llamas”).

Este incendio se inició en la parte trasera de una tienda cercana a la Compañía de Luz Eléctrica; no quedó claro si fue accidental o provocado. El fuego llegó en un momento en el que la ciudad aún no se había recuperado totalmente del incendio de 1885.

Se quemaron aproximadamente 150 edificios, incluyendo entre ellos la Oficina de Correos, el Tribunal Supremo, la Alcaldía, la Prefectura Municipal, las agencias de todas las compañías navieras, excepto la Compañía Francesa, las oficinas del Correo del Pacífico y del Royal Mail y parte del muelle, todos los negocios de importancia en la calle Front y todos los hoteles.

La pérdida total se estimó en alrededor de 1.5 millones de dólares de la época. Las autoridades desplegaron policías y solicitaron ayuda de buques cercanos; no obstante, la ciudad carecía de un departamento de bomberos plenamente equipado, lo que limitó la efectividad de la respuesta.

Varios reportes en el Canal Record, -1911, 1913, 1915-, dan cuenta de continuos esfuerzos por mejorar la protección contra incendios en Colón y en la Zona del Canal. Sin embargo, la vulnerabilidad de las edificaciones de madera seguía siendo crítica. Así, siguieron ocurriendo incendios como el del 23 de marzo de 1911. iniciado en una esquina de las calles 13 y Cash.

Diez manzanas destruidas y al menos dos víctimas fatales. Se estima que múltiples casas de madera quedaron reducidas a cenizas. En 1913 se registraron incendios menores tanto en Colón como en Cristóbal, controlados por los recién fortalecidos cuerpos de bomberos.

El gran incendio del 30 de abril de 1915 es otro de los eventos más recordados. Este incendio comenzó en la tienda de frutas de un edificio conocido como “Wagner” en la avenida Bolívar y calle 8, propagándose con rapidez. De acuerdo con el Canal Record (1915, May 5, “Incendio grande en Colón”), se quemaron alrededor de 430 edificios en 22 manzanas, dejando a más de 7.000 personas sin hogar y pérdidas valoradas en unos 3 millones de dólares.

El incendio del 13 de abril de 1940, calificado como uno de los más devastadores de la primera mitad del siglo XX, consumió 24 manzanas y alrededor de 393 viviendas en la zona comprendida entre la calle 6 y las avenidas Herrera y Amador Guerrero. Se perdieron bienes cuyo valor superó los 4 millones de balboas, según la moneda local de la época.

Miembros de los cuerpos de bomberos de Colón, Panamá y la Zona del Canal combatieron el fuego durante cerca de ocho horas, frenándolo apenas pasada la medianoche. El suceso impulsó mayores controles y la construcción de algunas edificaciones a prueba de fuego, aunque gran parte del casco antiguo de la ciudad siguió siendo predominantemente de madera, tal como se evidencia en un plano de la ciudad elaborado durante la realización del censo de población y vivienda de 1950, donde se puede observar como las viviendas de madera se encuentran predominantemente en Barrio Norte y Nuevo Cristóbal.

La base de datos “Desinventar”, que mantiene un registro de los desastres ocurridos en el país desde la segunda mitad del siglo XX hasta 2020, permite medir el impacto de los incendios en la historia reciente del centro urbano de Colón. Entre 2000 y 2019 se han registrado en Colón 87 incendios, los cuales han dejado damnificados a al menos 1.957 personas, 458 viviendas destruidas y 313 viviendas afectadas. Barrio Norte se identifica como el sector más vulnerable, con un total de 8 muertes y 1.246 personas damnificadas.

El incendio más devastador durante este período ocurrió el 3 de febrero de 2008, resultando en 730 personas afectadas. El área cercana a la calle 12 y la avenida Amador Guerrero es la más impactada, con 430 personas afectadas en un solo incidente durante el período analizado.

Tres son los factores que han incidido en la frecuente y persistente ocurrencia de incendios en la ciudad de Colón desde su fundación a mediados del siglo XIX. Su construcción, mayormente realizada en madera, que servía de combustible para que se propagara el fuego, la falta de un cuerpo de bomberos y, por último, el estado de abandono que ha sido otra constante en la historia de la ciudad.

Colón requiere de un plan de renovación que permita rescatar las propiedades que aún quedan en pie, con el fin de evitar que el patrimonio histórico y arquitectónico de esta ciudad siga perdiéndose con cada nuevo incendio.