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Las elecciones alemanas: claves de un giro anunciado a la derecha

El canciller saliente ya ha adelantado que personalmente no formará parte del próximo Gobierno y que también cederá el liderazgo de su partido para las negociaciones. RONALD WITTEK / EFE
Actualizado
  • 23/02/2025 18:22
Creado
  • 23/02/2025 18:22

El Partido Socialdemócrata (SPD) ha obtenido el peor resultado desde 1980 y ha caído por primera vez al tercer puesto con poco más del 16 % de los votos

Los resultados preliminares de las elecciones legislativas alemanas de este domingo apuntan a un giro a la derecha, a pesar de que la Cámara Baja estará muy fragmentada, dificultando la formación de un Gobierno estable en un momento de gran incertidumbre a nivel nacional, que ha llevado a la mayor participación desde 1990, y en un contexto internacional marcado por la guerra de Ucrania y las tensiones con EE.UU.

Giro a la derecha

El ganador bloque conservador se queda muy lejos de la mayoría absoluta con menos del 30 % de los votos y obtiene su segundo peor resultado de la historia por detrás de 2021, pero coloca como favorito a la Cancillería a Friedrich Merz, antiguo rival de la excanciller Angela Merkel y representante del ala más derechista de la Unión Cristianodemócrata (CDU).

Al mismo tiempo, tras unas elecciones centradas en la migración y jalonadas por varios atentados con víctimas mortales, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) se sitúa en el 20,5 %, duplicando su resultado de las elecciones anteriores y obteniendo su mejor resultado desde su fundación en 2013.

El cordón sanitario se mantiene

Los conservadores han reiterado su negativa a negociar cualquier tipo de pacto con la AfD, pese a que ambos partidos comparten buena parte de su programa para acabar con la migración irregular y cerrar de facto las fronteras con los solicitantes de asilo y a que los ultraderechistas encabezados por Alice Weidel les han tendido repetidamente la mano en este sentido.

Sin embargo, Merz ya se desdijo en enero de su palabra de no impulsar iniciativas parlamentarias que solo puedan lograr la mayoría con los votos de AfD, por lo que los partidos de izquierda temen que pueda terminar por claudicar y pactar con la ultraderecha si no logra encontrar otros aliados.

Una quinta columna en el Bundestag

Incluso, si no entra a formar parte del Gobierno, una ultraderecha líder de la oposición parlamentaria puede actuar a modo de quinta columna de los intereses del magnate tecnológico Elon Musk, que le ha brindado su apoyo durante la campaña, y es favorecida también por el propio presidente estadounidense, Donald Trump, que calificó la jornada de hoy de “gran día” para Alemania.

El Kremlin tampoco ha ocultado nunca su favoritismo por AfD, partidaria de normalizar las relaciones con Rusia y reanudar las importaciones de gas ruso a través del gaseoducto Nord Stream, así como de poner fin al apoyo militar a Ucrania.

Incógnita sobre la formación de Gobierno

Dos partidos, los liberales y la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), de izquierda populista, rozan el umbral del 5 % para entrar al Bundestag y hasta que no finalice el recuento es imposible estimar con seguridad el reparto de escaños.

Si una de las dos fuerzas ingresa a la Cámara Baja, es muy probable que los conservadores no tengan suficientes diputados para formar una mayoría con los socialdemócratas del canciller saliente, Olaf Scholz, y deban entablar también conversaciones de coalición con Los Verdes, pese a que debido a sus importantes divergencias políticas y por la inestabilidad inherente a los tripartitos preferirían limitarse a un solo socio.

El adiós de Scholz

El Partido Socialdemócrata (SPD) ha obtenido el peor resultado desde 1980 y ha caído por primera vez al tercer puesto con poco más del 16 % de los votos, un resultado calificado de “amargo” por Scholz, que hasta el último momento había expresado la esperanza de una remontada.

El canciller saliente ya ha adelantado que personalmente no formará parte del próximo Gobierno y que también cederá el liderazgo de su partido para las negociaciones, probablemente al muy popular Boris Pistorius, el actual ministro de Defensa.

Riesgo de bloqueo

Pese a que Merz ha dicho que espera completar la formación de Gobierno hasta Semana Santa, la fragmentación del Bundestag abre un escenario de gran inestabilidad, ante el riesgo de que las negociaciones fracasen si deben realizarse a tres bandas y de que el país, inmerso en una recesión económica y convulso políticamente, quede temporalmente ingobernable.

Más allá de las fronteras, una Alemania sin gobierno durante meses también impactaría la política exterior europea, en un momento en el que los líderes comunitarios resaltan la necesidad de un acción decidida y unitaria para dar un paso al frente en respuesta al giro de la política estadounidense con respecto a Ucrania y a las amenazas arancelarias de Trump.