Un brindis por el amor propio
- 27/02/2025 00:00
- 26/02/2025 12:02
En los orígenes del Día de San Valentín no había cenas románticas ni regalos. En su lugar, los antiguos romanos celebraban un festival con rituales bastante peculiares, que incluían sacrificio de cabras y hasta latigazos, supuestamente para promover la salud y la fertilidad femenina. Con el tiempo, la festividad evolucionó: se vinculó con san Valentín y sus actos bondadosos. En la Edad Media, Cupido apareció en escena para convertir el amor en protagonista.
Hoy, febrero se asocia con el amor y las muestras de afecto. Pero, entre tantas manifestaciones hacia los demás, ¿qué pasa con el amor hacia nosotros mismos? Si este mes no vino con flores o cenas, te propongo otra forma de celebrar: con amor propio.
Es la aceptación, el respeto y la consideración que tenemos hacia nosotros mismos. Aunque está ligado a la autoestima, no son lo mismo. La autoestima es una autovaloración, que puede fluctuar según las circunstancias. El amor propio, en cambio, es una relación constante y compasiva con quien somos.
Por ejemplo, un día difícil en el trabajo puede hacerte sentir mal (autoestima baja), pero eso no significa que dejes de cuidarte. Si reconoces tu cansancio, te tratas con amabilidad y te das lo necesario para recuperarte, estás practicando el amor propio.
No todas las personas lo experimentan igual. Quienes han pasado por experiencias traumáticas pueden encontrarlo desafiante. En estos casos, buscar apoyo profesional puede ser clave.
El amor propio no se trata de ser perfectos ni de justificarnos con “así soy yo y punto”. No es un pase libre para la falta de autocrítica. Al contrario, es un proceso de autoconocimiento, de establecer límites saludables, de permitirnos crecer con amabilidad y sin juicios.
Practicar el autocuidado es una de las mejores formas de honrar el amor propio. Podemos usar la pirámide de necesidades de Maslow como referencia: ¿Duermo lo necesario? ¿Me alimento adecuadamente? ¿Gestiono mis finanzas? ¿Mi entorno está ordenado? Regalarnos un journal para responder a estas preguntas puede ser un acto de reflexión valioso.
Otras formas de celebrar incluyen la meditación y el mindfulness, que ayudan a gestionar el estrés y la ansiedad, así como la biofilia: conectar con la naturaleza a través de caminatas en el bosque, ir a la playa o visitar un café de gatos.
Quizás no sea el mes del amor que nos venden. Sí es una oportunidad para celebrar el amor más duradero de todos: el que nos damos a nosotros mismos.