Una subasta por la niñez
- 07/08/2024 00:00
- 06/08/2024 18:00
Hasta el 9 de agosto, varios artistas participarán en la onceava edición de la Subasta por la Niñez del Club Kiwanis Metropolitano La undécima edición de la Subasta por la Niñez del Club Kiwanis Metropolitano ya está en marcha y con ella días de arte que se solidarizan con la niñez más necesitada. Más de 70 artistas nacionales e internacionales participan de esta actividad con la que se busca recaudar los fondos necesarios para financiar los programas culturales y deportivos del Club Kiwanis.
El lema de este año es ‘Que Panamá sea tu musa’, y tiene como objetivo resaltar los diversos aspectos de la panameñidad como la fauna, la flora, los edificios de la metrópoli panameña y el Canal interoceánico, entre otros. El catálogo de obras se puede apreciar a través del sitio web www.32auctions.com/kiwanismetro2024.
De acuerdo a la organizadora de la subasta Fina Lambraño, el tema de este año le da la oportunidad al artista de plasmar su visión de Panamá. Las obras se verán en el salón de exposiciones del Edificio de Artes Visuales de la Ciudad de las Artes hasta el próximo 9 de agosto. Todo ello en una subasta en la que además de pinturas habrá obras en cerámica.
“Si bien todos los años tenemos a artistas consolidados dentro de la escena del arte que siempre contribuyen a la subasta como Al Sprague o Kansuet, a la par tenemos a artistas nuevos, con unas obras maravillosas y que se dan a conocer en la subasta. En fin, hay mucho arte que mostrar en Panamá. Esta es la oportunidad de adquirir obras con un sentido social”, expresó.
La idea de la subasta fue concebida originalmente en el año 2013 por la comerciante de arte Lanny Lowe. Hoy en día, la iniciativa se desarrolla en una modalidad mixta en la que el cliente puede ver las obras de manera física durante un período de tiempo o bien, consultarlas y/o adquirirlas a través de internet.
Al ver que otras subastas de arte tenían éxito, Lowe decidió proponérselo a la junta directiva del Club Kiwanis de aquel momento. Si bien la primera edición era un experimento inicial que contó con al menos 50 artistas, la subasta seguiría siendo exitosamente replicada año tras año en un proyecto que une el arte y la cultura con las causas benéficas.
“Cuando empezamos con la subasta, no sabíamos quién era cada artista y no conocíamos su obra. Lo primero que hicimos es gestionar una charla de inducción al arte con el curador Reinier Rodríguez y fue una experiencia bonita porque se aprendió. Me siento orgullosa de que, hoy en día, cada socio del Kiwanis sabe cuál es la obra de tal o cual artista reconociéndolo sin ver necesariamente la firma del cuadro. Así se contribuye a que las personas aprendan sobre arte y valoren a los artistas”, consideró.
El curador de arte Reinier Rodríguez explicó por su parte que en el proceso de curaduría siempre se procuró que la subasta no fuese entendida únicamente como un evento de arte costumbrista.
“Nosotros buscamos abrir el panorama a otros géneros siempre con el objetivo de que los artistas puedan evocar la belleza de Panamá. Algunos de ellos hicieron paisajes hermosos de la campiña mientras que otros se centraron en detalles de la vegetación vinculados con alguna región del país. Muchos otros destacaron las diferentes etnias y otros utilizaron aspectos más abstractos vinculados al tricolor nacional”, resaltó Rodríguez a La Estrella de Panamá.
Coqui Calderón, Karina Nicholson, Ana Fajardo, Rolo de Sedas, Rodolfo Macías y Al Sprague, entre otros, forman parte del popurrí de artistas integrantes de esta subasta en la que se procuró seleccionar a artistas de todos los puntos del país.
Los artistas Karina Nicholson participa en esta subasta con las obras ‘Bodegón con máscara de diablico’ y ‘La florecilla’, unas obras en las que se evoca la tradición panameña. Arquitecta de profesión, Nicholson tuvo muy presente la vena artística desde muy pequeña. Tras 20 años de carrera, decide dedicarse por completo a la pintura con el arte figurativo como principal estilo de creación.
“Me gustaba el arte desde que estaba en el colegio pero hay ocasiones en las que los estereotipos de la sociedad te van llevando por un lado. (...) Cuando empiezo a pintar desde el 2017 y redescubro esa pasión por el arte, esto me abre un mundo de posibilidades y satisfacciones que me producen el reflejar ese amor y esa sensibilidad que siento al pintar. Para mí, el arte se trata de transmitir emociones y es algo que me hace muy feliz”, aseguró.
En ‘Bodegón con máscara de diablico’ se puede observar la nacionalidad panameña a través del prisma de los elementos tradicionales como la máscara del diablico que forma parte de una escena específica. Todo ello especialmente concebido con la idea de generar una narración visual de fácil comprensión para el espectador.
En tanto, la obra ‘La Florecilla’ busca retratar a la mujer de a pie que no puede conseguir una pollera de lujo. Con esta obra, Nicholson evocó la forma en la que las niñas estudiantes venían con su pollera en las celebraciones de fiestas patrias, así como a aquellas mujeres que se ponen su sombrero y tembleque para la ocasión.
Para Nicholson es de suma importancia el participar en este evento ya que le satisface poder ayudar con su arte a las causas benéficas infantiles del club Kiwanis.
En cambio, Rolo De Sedas colabora con la obra ‘Maminina con pollera celeste en jardín’, en la cual combina su fascinación por los gatos con la singularidad de la cultura panameña. Los gatos predominan en su obra porque generan en el artista una sensación de misterio y curiosidad. No es la primera vez que lo hace ya que en diversas ocasiones retrató a gatas empolleradas.
“Siempre trato de reflejar la panameñidad reflejando a Panamá en toda su extensión. Su exuberancia, sus colores, sus animales, sus flores, la identidad, el calor, los sabores, la feminidad, etc. Todo eso lo trato de mostrar en mi obra en un concepto que integra lo cotidiano y lo popular. Aquellas cosas con las que la gente se puede identificar. Si el arte no refleja la sociedad ni el mundo en el que vives, para mí no tiene mucho sentido”, agregó.
Para De Sedas el arte no es algo que se explica sino que se siente mientras que por otra parte se siente bendecido de poder brindar su talento para poder ayudar a otros, agradeciendo así el éxito que mantiene hasta el día de hoy.
Reinier RodríguezCurador de la subastaNosotros buscamos abrir el panorama a otros géneros siempre con el objetivo de que los artistas puedan evocar la belleza de Panamá.”
La undécima edición de la Subasta por la Niñez del Club Kiwanis Metropolitano ya está en marcha y con ella días de arte que se solidarizan con la niñez más necesitada. Más de 70 artistas nacionales e internacionales participan de esta actividad con la que se busca recaudar los fondos necesarios para financiar los programas culturales y deportivos del Club Kiwanis.
El lema de este año es ‘Que Panamá sea tu musa’, y tiene como objetivo resaltar los diversos aspectos de la panameñidad como la fauna, la flora, los edificios de la metrópoli panameña y el Canal interoceánico, entre otros. El catálogo de obras se puede apreciar a través del sitio web www.32auctions.com/kiwanismetro2024.
De acuerdo a la organizadora de la subasta Fina Lambraño, el tema de este año le da la oportunidad al artista de plasmar su visión de Panamá. Las obras se verán en el salón de exposiciones del Edificio de Artes Visuales de la Ciudad de las Artes hasta el próximo 9 de agosto. Todo ello en una subasta en la que además de pinturas habrá obras en cerámica.
“Si bien todos los años tenemos a artistas consolidados dentro de la escena del arte que siempre contribuyen a la subasta como Al Sprague o Kansuet, a la par tenemos a artistas nuevos, con unas obras maravillosas y que se dan a conocer en la subasta. En fin, hay mucho arte que mostrar en Panamá. Esta es la oportunidad de adquirir obras con un sentido social”, expresó.
La idea de la subasta fue concebida originalmente en el año 2013 por la comerciante de arte Lanny Lowe. Hoy en día, la iniciativa se desarrolla en una modalidad mixta en la que el cliente puede ver las obras de manera física durante un período de tiempo o bien, consultarlas y/o adquirirlas a través de internet.
Al ver que otras subastas de arte tenían éxito, Lowe decidió proponérselo a la junta directiva del Club Kiwanis de aquel momento. Si bien la primera edición era un experimento inicial que contó con al menos 50 artistas, la subasta seguiría siendo exitosamente replicada año tras año en un proyecto que une el arte y la cultura con las causas benéficas.
“Cuando empezamos con la subasta, no sabíamos quién era cada artista y no conocíamos su obra. Lo primero que hicimos es gestionar una charla de inducción al arte con el curador Reinier Rodríguez y fue una experiencia bonita porque se aprendió. Me siento orgullosa de que, hoy en día, cada socio del Kiwanis sabe cuál es la obra de tal o cual artista reconociéndolo sin ver necesariamente la firma del cuadro. Así se contribuye a que las personas aprendan sobre arte y valoren a los artistas”, consideró.
El curador de arte Reinier Rodríguez explicó por su parte que en el proceso de curaduría siempre se procuró que la subasta no fuese entendida únicamente como un evento de arte costumbrista.
“Nosotros buscamos abrir el panorama a otros géneros siempre con el objetivo de que los artistas puedan evocar la belleza de Panamá. Algunos de ellos hicieron paisajes hermosos de la campiña mientras que otros se centraron en detalles de la vegetación vinculados con alguna región del país. Muchos otros destacaron las diferentes etnias y otros utilizaron aspectos más abstractos vinculados al tricolor nacional”, resaltó Rodríguez a La Estrella de Panamá.
Coqui Calderón, Karina Nicholson, Ana Fajardo, Rolo de Sedas, Rodolfo Macías y Al Sprague, entre otros, forman parte del popurrí de artistas integrantes de esta subasta en la que se procuró seleccionar a artistas de todos los puntos del país.
Karina Nicholson participa en esta subasta con las obras ‘Bodegón con máscara de diablico’ y ‘La florecilla’, unas obras en las que se evoca la tradición panameña. Arquitecta de profesión, Nicholson tuvo muy presente la vena artística desde muy pequeña. Tras 20 años de carrera, decide dedicarse por completo a la pintura con el arte figurativo como principal estilo de creación.
“Me gustaba el arte desde que estaba en el colegio pero hay ocasiones en las que los estereotipos de la sociedad te van llevando por un lado. (...) Cuando empiezo a pintar desde el 2017 y redescubro esa pasión por el arte, esto me abre un mundo de posibilidades y satisfacciones que me producen el reflejar ese amor y esa sensibilidad que siento al pintar. Para mí, el arte se trata de transmitir emociones y es algo que me hace muy feliz”, aseguró.
En ‘Bodegón con máscara de diablico’ se puede observar la nacionalidad panameña a través del prisma de los elementos tradicionales como la máscara del diablico que forma parte de una escena específica. Todo ello especialmente concebido con la idea de generar una narración visual de fácil comprensión para el espectador.
En tanto, la obra ‘La Florecilla’ busca retratar a la mujer de a pie que no puede conseguir una pollera de lujo. Con esta obra, Nicholson evocó la forma en la que las niñas estudiantes venían con su pollera en las celebraciones de fiestas patrias, así como a aquellas mujeres que se ponen su sombrero y tembleque para la ocasión.
Para Nicholson es de suma importancia el participar en este evento ya que le satisface poder ayudar con su arte a las causas benéficas infantiles del club Kiwanis.
En cambio, Rolo De Sedas colabora con la obra ‘Maminina con pollera celeste en jardín’, en la cual combina su fascinación por los gatos con la singularidad de la cultura panameña. Los gatos predominan en su obra porque generan en el artista una sensación de misterio y curiosidad. No es la primera vez que lo hace ya que en diversas ocasiones retrató a gatas empolleradas.
“Siempre trato de reflejar la panameñidad reflejando a Panamá en toda su extensión. Su exuberancia, sus colores, sus animales, sus flores, la identidad, el calor, los sabores, la feminidad, etc. Todo eso lo trato de mostrar en mi obra en un concepto que integra lo cotidiano y lo popular. Aquellas cosas con las que la gente se puede identificar. Si el arte no refleja la sociedad ni el mundo en el que vives, para mí no tiene mucho sentido”, agregó.
Para De Sedas el arte no es algo que se explica sino que se siente mientras que por otra parte se siente bendecido de poder brindar su talento para poder ayudar a otros, agradeciendo así el éxito que mantiene hasta el día de hoy.