Vida y cultura

Una paleta de visiones sobre la vida misma

Las visiones de cuatro artistas panameñas en la exposición ‘Siete’, que se puede ver la Galería Mateo Sariel. Román Dibulet | La Estrella de Panamá
Varias visiones conforman un mismo hilo narrativo. Román Dibulet | La Estrella de Panamá
La serie ‘Migajas’, de Mónica Fonseca. Román Dibulet | La Estrella de Panamá
Actualizado
  • 07/09/2024 00:09
Creado
  • 06/09/2024 17:19

La exposición ‘Siete’, que se exhibe por estos días en la Galería Mateo Sariel, muestra distintas visiones de tópicos como la discriminación, la sencillez en las cosas cotidianas y las maravillas de la naturaleza

Al entrar a la Galería Mateo Sariel, de Coco del Mar, uno puede darse cuenta a simple vista que hay diversas obras cuyo lenguaje podría parecer al principio muy distinto. No obstante, si el visitante mira fijamente cada una de las piezas artísticas se percatará de que se comunican entre sí debido a los temas que tratan. Unos asuntos que todavía afectan a la sociedad en pleno siglo XXI.

Eso es lo que se puede encontrar en la exposición “Siete” que reúne una selección de las obras de Giana de Dier, Gabriela Esplá, Mónica Fonseca y Rachelle Mozman.

Su curadora, Tessie Moreno, explicó en una entrevista con La Estrella de Panamá que si bien son cuatro las artistas que participan de esta muestra, esta se denomina “Siete” porque es la séptima edición de la serie artística ‘Crónicas de una visión’. Esta nueva versión – que es la primera que organiza como directora de la galería – la comenzó su madre Alexandra Arias quien ocupaba el cargo anteriormente.

“Mi madre me dijo que el nombre ‘Crónicas de una visión’ se refería a la visión de la directora respecto a las nuevas obras y los nuevos artistas. Cuando me puse a buscar cuántas ediciones ha habido de esta muestra colectiva, esta era la séptima. Al ser la primera que yo estaba organizando como directora, le puse “Siete” para signar un cambio tanto en la directiva de la galería como en la curaduría y la selección de los artistas”, apuntó.

Por otro lado, Moreno destacó la preponderancia que están adoptando las obras realizadas en papel frente al lienzo en comparación con años anteriores. “El papel no fue un medio tan apreciado como el lienzo y está tomando una gran fuerza entre los artistas y los coleccionistas”, añadió. Por ello, toda la exhibición consta de obras en papel.

Durante el proceso de curaduría se buscó resaltar aún más el papel de las mujeres en el arte, que ha sido relegado por años en un esquema que las veía más como musas de las obras que artistas que podían ser más talentosas y exitosas que sus colegas hombres.

“Ha habido un cambio para bien en este tema. Sin embargo, la tarea de seguir impulsando y visibilizando a las mujeres en el arte es una responsabilidad, tanto de las galerías como de las instituciones. A medida que pasa el tiempo, veo que suceden más cambios positivos. Siempre hay espacio para el crecimiento, pero definitivamente siento que tengo muchas colegas mujeres que están al frente de estos espacios y artistas mujeres alrededor. Eso es algo que me encanta”, manifestó.

Una temática que forma parte del hilo conductor de la exposición en la que no solo se aborda la evolución de la igualdad de género sino otros temas como la discriminación interseccional a las mujeres afrodescendientes y la necesidad de proteger el medio ambiente.

Visiones con sentido social

La artista Giana De Dier aborda en sus obras, a través del collage la discriminación interseccional que padeció y sigue padeciendo la mujer afrodescendiente. Con sus series “Entre el silencio y la serena contemplación” y “Mujeres y cielo”, De Dier explora las temáticas del ocio y el descanso, y la experiencia de la mujer afrodescendiente desde su punto de vista con base en materiales de archivo con los que confecciona su collages. En las obras, se puede ver a las protagonistas en distintas facetas profesionales y personales.

“Siempre lo hago buscando la manera de liberarlas de ese estigma y de esa representación, y mostrarlas en un momento más relajado y descansado de cierta forma. Más que mostrar una dificultad como tal, trato de mostrar una manera de reflexionar sobre la idea a las que nos hemos acostumbrado a tener sobre la mujer afrodescendiente. Los archivos fotográficos las muestran o trabajando o en aquellos momentos en los que se les obliga a existir de cierta forma y así es como son recordadas: o trabajando o viéndose disgustadas ante una situación donde pasaban por momentos de racismo y discriminación”, describió.

Es por ello que la artista busca mostrar a las protagonistas de sus obras bajo un prisma en el que la sociedad no está habitualmente acostumbrada. De Dier busca también que se las vea como mujeres, personas y madres que tienen sueños, esperanzas y expectativas de vida. “Busco representarlas como seres humanos más que meras integrantes de la fuerza laboral”, agregó.

En tanto, Gabriela Esplá muestra “Huesos”, ‘Boquete’ y “Nude”, tres trabajos en los que utiliza el papel con el fin de mostrar la naturaleza en todas sus facetas: desde el colorido de los jardines hasta las mismas impresiones de la selva. Todo ello bajo un punto de vista contemplativo. No obstante, Esplá señala que además de poner la naturaleza en contexto, busca abordar diferentes tópicos, como la apropiación territorial.

“Con la selva que muestro en mis obras, trato de abordar la selva interna y externa que tenemos. Hay una selva en nuestro pensamiento. En tanto, con ‘Huesos’, tengo una visión más introspectiva y personal con el deseo de evolucionar mi trabajo. Por otro lado, no puedo evitar expresar lo que siento a través de mis obras, aplicando uno que otro color y las formas con las cuales digo lo que pienso”, dijo.

De la selva interna que lleva por dentro el ser humano, mostrada por Esplá, pasamos a la relación que este tiene con las cosas que va acumulando durante su vida. Una visión que aborda Mónica Fonseca con su serie artística “Migajas”, construida con base en algunos objetos que, si bien podrían parecer insignificantes a simple vista, son la llave para desempolvar los recuerdos del pasado.

Algunas de sus memorias están contenidas en objetos como la tarjeta que tuvo que usar para abordar el metro mientras vivía en Nueva York y un pretzel, uno de los snacks favoritos de su padre. Objetos que la artista ha acumulado a lo largo de los años y que representan lo que ha sido su vida pasada.

“Busco que los espectadores lleguen y conecten con estas cosas. No le pongo contexto a cada pieza sino que cuando aprecien el detalle y la sencillez con las que están hechas, tengan la posibilidad de crear sus propias memorias personales”, indicó.

Por su parte, Rachelle Mozman con su serie “Venas abiertas”, busca entonar un canto en contra de los prejuicios y la discriminación. Una situación que vivió muy de cerca al ser hija de madre latina mientras residía en Brooklyn, en Nueva York (Estados Unidos). Mozman ideó esta propuesta artística en tiempos de pandemia y se nutrió de diversos libros para hacer la conceptualización de la misma como Las Venas Abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano, y Borderlands/La Frontera: The New Mestiza, de Gloria E. Anzaldúa.

“Ver lo que sucede antes y ahora respecto a la ola contra la migración, me produjo la sensación de querer decir algo al respecto. Con las fotografías, quise brindar luz no solo en lo que se refiere a la relación entre los Estados Unidos y Centroamérica sino también sobre la presencia de la comunidad latina en los Estados Unidos. El racismo todavía está presente aquí en Estados Unidos, y lo he experimentado en varias ocasiones al igual que mi madre, que lo sufrió peor que yo. Ahora hay quienes se sienten más envalentonados en expresar su racismo”, señaló desde Nueva York.