Vida y cultura

Una madre y científica que sueña con mejorar la salud pública

La doctora Mairim Solís fortalece su investigación en células madre con estancia postdoctoral que hace en Bélgica tras ganar una Beca de Perfeccionamiento en Ciencias de la Fundación Sus Buenos Vecinos de Banco General. Cedida
En su travesía por Bélgica le acompañan su esposo y sus cinco hijos. En la foto con sus niños en el Stem Cell Institute de la Universidad KU Leuven. Cedida
Solís tiene un doctorado en Biotecnología que cursó en Taiwán. Cedida
La doctora lleva a cabo su proyecto profesional en compañía de su familia, en la ciudad de Leuven, Bélgica. Cedida
Actualizado
  • 06/12/2024 00:00
Creado
  • 05/12/2024 18:32

Como antesala al Día de las Madres, la investigadora en salud Mairim Solís brinda detalles de su estancia postdoctoral de 12 meses que desarrolla desde hace tres en la ciudad de Leuven, Bélgica, para fortalecer su investigación en células madre. Dicha travesía la hace en compañía de su esposo y sus cinco hijos

La biotecnóloga panameña Mairim Solís, investigadora del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges), combina con maestría su pasión por la ciencia y la maternidad.

Desde hace tres meses se encuentra desarrollando un nuevo capítulo de su vida junto con su esposo y sus cinco hijos en Bélgica, desde donde sueña con transformar la salud pública en Panamá.

Tras hacerse acreedora de la Beca de Perfeccionamiento en Ciencias de la Fundación Sus Buenos Vecinos de Banco General, la doctora Solís realiza una estancia postdoctoral de un año en el grupo de investigación del doctor Vincent Pasque, en el Stem Cell Institute de la Universidad KU Leuven en Bélgica, para ampliar sus conocimientos y fortalecer su investigación en células madre.

La misión de las células madre consiste en regenerar las células que van muriendo diariamente y así mantener el organismo en funcionamiento. La doctora Solís lo explica así: “La medicina ha descubierto que podemos obtener células madre de diversas partes de nuestro cuerpo, y con ello inducir a que se conviertan en cualquier tipo celular que se requiera para regenerar o tratar enfermedades, lo que se conoce como medicina regenerativa”.

Esta doctora en biotecnología realiza, por ejemplo, estudios preclínicos con células madre mesenquimales de la placenta humana para analizar su capacidad de convertirse en células pancreáticas funcionales que produzcan insulina y, a la vez, su capacidad de “inmunomodular”, es decir, de detener los ataques inmunológicos a las células del páncreas ocasionando que se destruyan las células beta productoras de la insulina, favoreciendo así a las personas que viven con diabetes.

“Llevamos más de cuatro años haciendo estos estudios financiados por el Ministerio de Economía y Finanzas a través de fondos destinados al Icges, y estamos ahora en la búsqueda de mejorar y perfeccionar nuestras estrategias desarrolladas. Es ahí en donde vi la importancia de aprender de la tecnología desarrollada por el doctor Pasque en KU Leuven”.

Es así que, junto con el doctor Pasque, la doctora Solís diseñó un proyecto para evaluar factores regulatorios genéticos durante el desarrollo temprano de células del trofoblasto para la correcta formación de la placenta.

El mal desarrollo de trofoblasto puede ocasionar complicaciones obstétricas durante el embarazo, explica. “Yo llevo más de 14 años trabajando con el tejido placentario por ser la fuente de las células madre que trabajo; esto hace perfecto sentido a mi experticia para luego trasladarlo a mis estudios en diabetes. A través de este proyecto estaré trabajando con células madre pluripotentes denominadas ‘naïve iPSCs’, las cuales cuentan con características más pluripotentes a las de las iPSCs convencionales, ya que tengo la visión de poder extender las colaboraciones internacionales y continuar desarrollando en Panamá para nuestras investigaciones en diabetes”.

A su vez, el laboratorio del doctor Pasque pertenece al Instituto de Single Cell Omics, por lo que espera poder lograr finalizar los análisis genéticos a través de este último avance investigativo en células, y a su vez continuarlas desde Panamá. “Tengo el sueño de lograr llevar estas dos herramientas a Panamá, y que ello sea la pieza del rompecabeza faltante para mejorar las estrategias que estamos utilizando en el Icges para obtener células beta funcionales y producción de insulina”.

Células madre: futuro y retos

Esta científica, que ganó el Premio Nacional L’Oréal – Unesco “Por las Mujeres en la Ciencia” 2020, plantea que Panamá ha avanzado con pasos firmes en las investigaciones en células madre que se llevan a cabo en el Icges, el Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología y la Universidad de Panamá, pero destaca que hace falta la formación de más investigadores en esta línea y que se establezcan en el país.

Otro reto ha sido el turismo de células madre en el país, en donde se establecen clínicas para ofrecer tratamientos no aprobados de células madre en diversas enfermedades, poniendo en riesgo la vida de los pacientes y a la vez empañando la labor investigativa a nivel gubernamental, señala.

Panamá cuenta con un marco regulatorio para el uso de células madre en territorio nacional. Se trata del Decreto 179 de 2018 que reglamenta la investigación con tejidos y células de origen humano en la República de Panamá, que establece las guías para el uso ético de células madre en investigación, que acoge el uso de células madre como único tratamiento aprobado para enfermedades hematopoyéticas (enfermedades de la sangre). El uso de células madre para cualquier otra patología debe hacerse estrictamente bajo estudios de investigación, aclara la especialista.

Mujer y ciencia

No hay satisfacción más grande para la doctora Solís que, luego de tantísimas horas en el laboratorio, abrir la puerta de su casa y ser recibida por la alegría contagiosa de sus cinco hijos. “Realmente, no tiene precio. Les aseguro que no hay obstáculos que impidan llevar a cabo una vida profesional como madre. Todavía nos queda un camino por recorrer para cortar las brechas de género con mujeres en posiciones de liderazgo”.

La científica recuerda haber asistido a su graduación del doctorado en Biotecnología en Taiwán de la mano de su esposo, de sus tres primeros hijos y estando embarazada de la cuarta. También rememora que recibió las Llaves de la Ciudad de Panamá como reconocimiento por los avances en las investigaciones en células madre en el Icges, estando encinta de su quinto hijo. “Nada nos impide cumplir nuestros sueños personales y profesionales, es solo cuestión de educarnos, perseverar, y con valentía hacer de cada día una misión cumplida con nuestra familia y en nuestros trabajos”, reflexiona.

Se considera a sí misma una persona apasionada por su familia y su trabajo. “Me encanta ser científica, entrar a los laboratorios es una energía indescriptible. Es ahí donde logramos tantos hallazgos importantes en nuestras investigaciones, acercándonos un paso más hacia lograr ponerlo al servicio de la salud, eso me hace muy feliz”.

A sus 18 años, esta panameña decidió salir de su país para adquirir en Taiwán todos los conocimientos investigativos que pudiese traer de regreso para el desarrollo de Panamá. “Esta fue mi primera inspiración, mi Panamá. Panamá es tan privilegiado económica y socialmente, solo hace falta fortalecer nuestra educación para que entre todos lo hagamos crecer”. Pero desde hace 12 años, cuando se convirtió en madre, su motivo de inspiración se ha enfocado en ser un buen modelo para sus hijos y la nueva generación de jóvenes “para que puedan ver en nosotras, como profesionales, el fruto de la educación, y que es precisamente ello lo que les abrirá todas las puertas para ese futuro que sueñan”.