Vida y cultura

Un recorrido por el nuevo ciclo expositivo del MAC

Exposición ‘Una cuestión de encuadre’ de la artista Irene Kopleman. Erick Marciscano | La Estrella de Panamá
Muestra colectiva ‘Las palabras vienen después’. Erick Marciscano | La Estrella de Panamá
María Lucía Alemán, directora del Museo de Arte Contemporáneo. Erick Marciscano | La Estrella de Panamá
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Actualizado
  • 06/10/2024 00:00
Creado
  • 05/10/2024 17:18

La directora del Museo de Arte Contemporáneo ofrece una visita guiada a este medio para conocer las muestras que tienen actualmente

Una cuestión de encuadre, la exposición que recibe a los visitantes del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) y que forma parte del nuevo ciclo expositivo. La muestra celebra la colaboración que, desde 2012, Irene Kopelman (Córdoba, Argentina, 1974) ha mantenido con el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI), una institución dedicada a la investigación de la biodiversidad de ecosistemas tropicales, tanto forestales como marinos.

El inicio del recorrido lo marcan las fotografías que resumen el trabajo que realizan los científicos del Smithsonian, desde la mirada de la artista. En ese primer espacio también se encuentra una mesa donde se pueden ver hongos para después dibujarlos y colgarlos en una pared. Hay libros con dibujos y escritos que ha hecho Kopelman durante su carrera.

La directora del MAC, María Lucía Alemán, acompaña al equipo de La Estrella de Panamá durante el recorrido. “Este ciclo expositivo tiene en común el deseo de entender el mundo natural, desde una perspectiva científico-artística y de la visión de nuestros pueblos originarios”.

Irene Kopelman ganó una beca de investigación artística del Smithsonian en el 2012. Esto fue lo que dio espacio a una serie de exploraciones y viajes de campo con distintos científicos a lo largo de los años, formalizados en varios proyectos. Estas colaboraciones influenciaron profundamente su práctica artística, estableciendo una metodología en la cual las expediciones científicas se convirtieron en un elemento central.

“La cercanía con los equipos de investigación, su participación en las expediciones de campo, y la construcción de relaciones de complicidad, que se extienden en el tiempo, amplifican la capacidad de comprender el territorio. Las caminatas, conversaciones y experiencias en los bosques, costas y mares funcionan como puntos de acceso a un gran laboratorio al aire libre, permitiendo observar con detenimiento elementos aislados del paisaje que hacen emerger la posibilidad del dibujo”, dice la sinopsis de la muestra.

El trabajo de Irene Kopelman se centra en un compromiso a largo plazo con temas ecológicos y en la conexión entre prácticas científicas y artísticas. Sus inquietudes ambientales se fusionan con su creencia en el dibujo como herramienta para generar y comprender conocimiento. Al explorar el dosel del bosque tropical, las lianas, las hojas, los hongos y las raíces de los manglares, su enfoque está influenciado por el saber compartido con científicos, lo que define su manera de representar y entender estos ecosistemas.

La exposición reúne diversos elementos del proceso de trabajo de Irene Kopelman: una serie de pósteres que documentan momentos clave, publicaciones de la artista y un corto-documental de la cineasta Ana Endara que explora su enfoque. Además, se incluye una estación de trabajo-laboratorio experimental donde los visitantes pueden participar con herramientas científicas y métodos desarrollados por Kopelman. La artista ve el dibujo como una herramienta de conocimiento, y en esta muestra invita al público a crear sus propias obras, fomentando el diálogo entre ciencia y arte.

Las palabras vienen después

La sala Panarte reúne las obras de varios artistas y poetas de las comunidades indígenas panameñas. La muestra recibe al público con los colores de unas molas particulares, creadas a partir de los sueños de la artista, sigue con un cuenco que utilizaron para purificar el ambiente el día de la inauguración y que contiene agua del río Chagres. Pinturas, poemas y música también conforman la muestra.

“Las manifestaciones culturales de un pueblo están directamente relacionadas con el lugar en el que se asientan. La relación de la lengua con el cuerpo y el territorio define un triángulo esencial para comprender nuestras formas de habitar el entorno y existir en comunidad”, reseña la sinopsis.

Continúa destacando que en Panamá, la identidad y cultura de los pueblos indígenas están fuertemente vinculadas a los cuerpos de agua que atraviesan y habitan su geografía. Para los pueblos indígenas las manifestaciones de la lengua, el sonido, la palabra y el cuerpo hablan el lenguaje del territorio y de las aguas. La expresión poética es parte esencial de la cultura, y un elemento sustancial en cuanto a la relación física y espiritual con el mundo. Una poesía que brota de la selva, la gramática del territorio, el agua y las piedras, de las plantas y la vida misma sobre la tierra”.

Luego del proceso de curaduría colectiva entre el equipo del museo, poetas y artistas indígenas, esta exposición reúne palabras, sonidos, movimientos, gestos rituales y objetos que dialogan con obras de arte y la colección del museo. La muestra explora las formas de creación y comunicación de los pueblos guna, emberá, emberá-wounaan y ngäbe-buglé, fusionando cultura, espiritualidad y naturaleza. Estas expresiones culturales emergen en conexión profunda con sus territorios, destacando la esencia transformativa de lo poético y desdibujando los límites tradicionales entre diversas esferas de la vida.

Parlamento trans-histórico de entidades vivas y muertas en Centroamérica y Panamá

A través de invocaciones, evocaciones y colaboraciones, Gabriel Rodríguez Pellecer reúne a entidades y artistas, tanto vivos como muertos, para la primera exhibición de este Parlamento. La exposición está disponible en la sala La Bóveda del MAC.

La muestra incluye dibujos, pinturas, muebles y videos, creando un espacio donde lo vivo y lo muerto se entrelazan en colores, sonidos y presencias, desdibujando los límites entre ambos mundos.

Eduardo Santiago y Ernestina son personajes creados por el artista que forman parte de este colectivo. La artista invitada es Maya Saravia. Cada obra tiene su propio voto y ritmo, fusionando ideas del pasado con espiritualidades emergentes para imaginar un futuro colectivo.

“La muestra es el resultado de una residencia en Londres, en Delfina, que duró tres meses. Durante mi estancia, trabajé en varias rutas, una de ellas fue el video. Aunque ahora no está encendido, el video contiene imágenes de archivo sobre cómo se narraban las noticias en Centroamérica a través de canales de noticias ingleses y estadounidenses, desde finales del siglo XIX hasta el inicio de la Guerra Fría”, dijo Rodríguez Pellecer a este medio.