Situación actual de la mujer
- 08/12/2024 00:00
- 07/12/2024 17:12
A pesar de que las mujeres han dicho ¡BASTA! y han logrado que la violencia machista se reconozca como un problema epidémico de salud pública, los expertos nos dicen que la equidad no se alcanzará hasta dentro de 70 años Esto equivale a tres generaciones; por lo que este siglo terminará sin que el anhelo de la equidad se haya dado. La lucha es y seguirá siendo encarnizada. En la mayoría de los países occidentales las mujeres pasaron de ser esclavas a tener iguales derechos ante la ley. Esta trayectoria hacia la equidad se inició hace años, pero el viaje no ha terminado. Han sido luchas reñidas, celebradas en terreno movedizo e incierto.
La violencia en general no sólo ha ido en aumento en la mayoría de los países, sino que cada día surgen nuevos tipos de violencia hacia la mujer. Cada avance provoca una fuerte reacción de aquellos que creen ver amenazados sus intereses y creencias. Algunos hombres y mujeres todavía están atrapados en el paradigma del patriarcado, el fundamentalismo y la injerencia de algunas iglesias en los asuntos que deben ser competencia exclusiva del Estado. Todavía existe incumplimiento de las leyes, impunidad, interpretación errónea o ignorancia de las normas, influencia de los imaginarios colectivos, superstición y ansias de poder y de querer mantener el control por parte de los hombres.
El patriarcado es un dinosaurio que no se termina de morir, a pesar de que se le han lanzado tantas flechas, como la escolaridad de las mujeres, leyes contra la violencia doméstica y otras violencias, paridad, acoso sexual, reconocimiento de la violación conyugal, tipificación del femicidio, etc. Algunos piensan que está herido de muerte, pero de repente levanta otra vez la cabeza, cuando vemos el machismo, la mutilación genital en muchos países, las leyes discriminatorias, la brecha salarial entre hombres y mujeres, el aumento de la violencia contra las mujeres, la misoginia y el femicidio. Vemos también la falta de participación política de las mujeres panameñas, las leyes inconstitucionales que se promulgan, o la falta de cumplimiento de las leyes que obligan a impartir Educación Integral en Sexualidad (EIS) a estudiantes, docentes y padres de familia, lo que es una estrategia de comprobada efectividad en la prevención de infecciones de transmisión sexual, embarazos precoces, abuso sexual y acoso (bullying).
Los logros más importantes de las sociedades occidentales de nuestra época son la igualdad legal y el reconocimiento de “las otras violencias” que sufre la mujer, aparte de la violencia física y doméstica, como son la psicológica, mediática, simbólica, maltrato judicial, contra la libertad reproductiva, docente y educativa, en el ámbito comunitario, femicidio, violencia institucional, laboral y salarial, obstétrica, patrimonial y económica, política, sexual, la violencia que sufre la mujer en los servicios públicos (y privados) de salud, la violencia por familismo y ahora la mediática y la digital.
La violencia contra la integridad física de las mujeres tiene proporciones epidémicas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), porque afecta a un tercio de las mujeres en el mundo. Según la Agencia Sanitaria de Naciones Unidas, el 35% de todas las mujeres padecerán violencia machista a lo largo de su vida y 38% de los femicidios son a manos de sus parejas. La prevalencia de maltrato de mujeres es de un 45% en África; 40.2% en el Sureste Asiático; 36.4% en el Mediterráneo Oriental; 36.1% en las Américas; y 32.7% en los países de altos ingresos. El miedo a ser estigmatizada provoca que muchas mujeres no denuncien que son víctimas de maltrato.
Perdura la discriminación en el ámbito político. En Latinoamérica, la participación femenina en la política es muy reducida. En Panamá por primera vez hemos logrado que la Corte Suprema de Justicia tenga mayoría de magistradas. En la Corte Suprema anterior, se perdió la equidad entre hombres y mujeres en cuanto al derecho a la esterilización gratuita en los servicios públicos. Por un voto, la mayoría de los magistrados votó, en un fallo cantinflesco, que no era inconstitucional exigirles a las mujeres 2 hijos vivos, 23 años de edad y recomendación del médico para ser esterilizadas, mientras que al hombre no se le exige nada más que una solicitud.
La omisión de la educación sexual en las escuelas es una violación directa de varias leyes vigentes y de la Convención sobre los Derechos del Niño. La violencia mediática y digital contra las mujeres sigue presentándose en los medios de comunicación y las redes, a pesar de las protestas de las organizaciones de mujeres y de lo establecido en innumerables instrumentos legales.
Es necesario sensibilizar y capacitar a las mujeres sobre sus derechos para que se pueda superar la crisis provocada por el cambio social, en cumplimiento de la ley y las convenciones internacionales.
Esto equivale a tres generaciones; por lo que este siglo terminará sin que el anhelo de la equidad se haya dado. La lucha es y seguirá siendo encarnizada. En la mayoría de los países occidentales las mujeres pasaron de ser esclavas a tener iguales derechos ante la ley. Esta trayectoria hacia la equidad se inició hace años, pero el viaje no ha terminado. Han sido luchas reñidas, celebradas en terreno movedizo e incierto.
La violencia en general no sólo ha ido en aumento en la mayoría de los países, sino que cada día surgen nuevos tipos de violencia hacia la mujer. Cada avance provoca una fuerte reacción de aquellos que creen ver amenazados sus intereses y creencias. Algunos hombres y mujeres todavía están atrapados en el paradigma del patriarcado, el fundamentalismo y la injerencia de algunas iglesias en los asuntos que deben ser competencia exclusiva del Estado. Todavía existe incumplimiento de las leyes, impunidad, interpretación errónea o ignorancia de las normas, influencia de los imaginarios colectivos, superstición y ansias de poder y de querer mantener el control por parte de los hombres.
El patriarcado es un dinosaurio que no se termina de morir, a pesar de que se le han lanzado tantas flechas, como la escolaridad de las mujeres, leyes contra la violencia doméstica y otras violencias, paridad, acoso sexual, reconocimiento de la violación conyugal, tipificación del femicidio, etc. Algunos piensan que está herido de muerte, pero de repente levanta otra vez la cabeza, cuando vemos el machismo, la mutilación genital en muchos países, las leyes discriminatorias, la brecha salarial entre hombres y mujeres, el aumento de la violencia contra las mujeres, la misoginia y el femicidio. Vemos también la falta de participación política de las mujeres panameñas, las leyes inconstitucionales que se promulgan, o la falta de cumplimiento de las leyes que obligan a impartir Educación Integral en Sexualidad (EIS) a estudiantes, docentes y padres de familia, lo que es una estrategia de comprobada efectividad en la prevención de infecciones de transmisión sexual, embarazos precoces, abuso sexual y acoso (bullying).
Los logros más importantes de las sociedades occidentales de nuestra época son la igualdad legal y el reconocimiento de “las otras violencias” que sufre la mujer, aparte de la violencia física y doméstica, como son la psicológica, mediática, simbólica, maltrato judicial, contra la libertad reproductiva, docente y educativa, en el ámbito comunitario, femicidio, violencia institucional, laboral y salarial, obstétrica, patrimonial y económica, política, sexual, la violencia que sufre la mujer en los servicios públicos (y privados) de salud, la violencia por familismo y ahora la mediática y la digital.
La violencia contra la integridad física de las mujeres tiene proporciones epidémicas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), porque afecta a un tercio de las mujeres en el mundo. Según la Agencia Sanitaria de Naciones Unidas, el 35% de todas las mujeres padecerán violencia machista a lo largo de su vida y 38% de los femicidios son a manos de sus parejas. La prevalencia de maltrato de mujeres es de un 45% en África; 40.2% en el Sureste Asiático; 36.4% en el Mediterráneo Oriental; 36.1% en las Américas; y 32.7% en los países de altos ingresos. El miedo a ser estigmatizada provoca que muchas mujeres no denuncien que son víctimas de maltrato.
Perdura la discriminación en el ámbito político. En Latinoamérica, la participación femenina en la política es muy reducida. En Panamá por primera vez hemos logrado que la Corte Suprema de Justicia tenga mayoría de magistradas. En la Corte Suprema anterior, se perdió la equidad entre hombres y mujeres en cuanto al derecho a la esterilización gratuita en los servicios públicos. Por un voto, la mayoría de los magistrados votó, en un fallo cantinflesco, que no era inconstitucional exigirles a las mujeres 2 hijos vivos, 23 años de edad y recomendación del médico para ser esterilizadas, mientras que al hombre no se le exige nada más que una solicitud.
La omisión de la educación sexual en las escuelas es una violación directa de varias leyes vigentes y de la Convención sobre los Derechos del Niño. La violencia mediática y digital contra las mujeres sigue presentándose en los medios de comunicación y las redes, a pesar de las protestas de las organizaciones de mujeres y de lo establecido en innumerables instrumentos legales.
Es necesario sensibilizar y capacitar a las mujeres sobre sus derechos para que se pueda superar la crisis provocada por el cambio social, en cumplimiento de la ley y las convenciones internacionales.