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‘Siembra’ de Rubén Blades y Willie Colón es el mejor álbum de salsa de todos los tiempos

Rubén Blades, cantante y compositor panameño. AFP
Cover del álbum ‘Siembra’. es.fania.com
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Actualizado
  • 03/11/2024 00:00
Creado
  • 02/11/2024 15:24

La producción discográfica alcanzó el puesto número uno del ranking de la revista Rolling Stone

El álbum Siembra, producido por el compositor panameño Rubén Blades y el trombonista estadounidense Willie Colón, ha sido reconocido como el número uno en la lista ‘The 50 Greatest Salsa Albums of All Time’ (Los 50 mejores álbumes de salsa de la historia) de la revista especializada en música y cultura Rolling Stone.

En 1977, Rubén Blades y Willie Colón colaboraron por primera vez en Metiendo Mano, un álbum que ya dejaba entrever el potencial de la dupla. Pero fue en 1978 cuando lanzaron Siembra, un disco que no solo marcó un hito en la historia de la salsa, sino que se convirtió en el álbum más vendido de todos los tiempos en su género y un manifiesto musical que transformó la forma en que se entendía la salsa.

El álbum fue compuesto y producido por Blades y Colón bajo el sello Fania Records, conocido por ser el estandarte de la salsa en la década de los 70. Sin embargo, Siembra no fue recibido con entusiasmo al principio. Locutores influyentes rechazaron la propuesta y la disquera temió por su éxito debido a su enfoque conceptual y contenido profundo, que se alejaba de la salsa comercial de la época. Pero el tiempo probó que el álbum no solo era una apuesta ganadora, sino una obra maestra que vendió millones de copias y redefinió el género.

Historias que trascendieron la música bailable

Lo que hizo de Siembra un referente único fue la habilidad de Rubén Blades para narrar historias que tocaban la fibra de la sociedad latinoamericana. Canciones como Pedro Navaja se convirtieron en íconos al capturar la realidad urbana y abordar temas de injusticia social y violencia con una narrativa que recuerda a escritores como Gabriel García Márquez. Plástico, con su crítica al materialismo y la superficialidad, abrió el álbum con un ritmo disco que rápidamente se transforma en un sonido afrocaribeño auténtico, guiado por congas y timbales.

Ernesto Lechner, editor de Rolling Stone, describió el álbum destacando la fusión de géneros y la profundidad de sus composiciones: “Siembra comienza con un ritmo disco decadente, hasta que las congas y los timbales llevan a Plástico al territorio afrocaribeño. Buscando guayaba, un son montuno burbujeante, incluye el infame ‘solo de boca’ (el guitarrista de la sesión nunca apareció), y Dime coloca la exuberante sección de cuatro trombones de Colón al servicio de una entrañable canción de amor”.

El legado de Blades y Colón

Rubén Blades aportó una complejidad a la composición de Siembra que lo hizo destacar. Escribió seis de las siete pistas del disco, con la excepción de Ojos, escrita por Johnny Ortiz. Blades, nacido en Panamá y radicado en Nueva York desde los años 70, trajo una perspectiva única y unificada de lo que significa ser latinoamericano. Sus letras abordaron temas de pobreza, desigualdad y luchas sociales, llevando la salsa más allá de lo bailable hacia un ámbito de reflexión y crítica social.

La influencia de Blades trascendió la salsa, impactando a artistas de otros géneros como el rock, jazz y hip-hop, quienes reconocen su habilidad para contar historias y su compromiso con mensajes profundos. Su carrera en la política y como actor también amplió su alcance y mostró su multifacética personalidad, reafirmando su papel como un artista comprometido con su identidad cultural y la responsabilidad social.

El álbum que cambió la salsa para siempre

Comparado con álbumes influyentes como Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de los Beatles y What’s Going On de Marvin Gaye, Siembra llevó la salsa a otro nivel, mostrando que era capaz de contar historias complejas y abordar temas trascendentales. Así, el disco y sus creadores demostraron que la música podía ser un vehículo poderoso de cambio y conciencia social.

Hoy, el legado de Siembra sigue vivo, y la obra de Blades y Colón continúa inspirando a nuevas generaciones de músicos y activistas, recordándonos que la salsa no solo es para bailar, sino también para reflexionar y entender la realidad que nos rodea.