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Poemaria / E, poesía en femenino

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Actualizado
  • 25/08/2024 08:03
Creado
  • 25/08/2024 08:03

La obra de Alondra Badano cruza registros en su urgencia poética: la literatura, la historia, la filosofía de vida, las experiencias y los viajes

Este libro, Poemaria/E, de Alondra Badano, quien es profesora universitaria, dramaturga, novelista, es un libro que nos lleva de la mano de un viaje. Es un viaje, por cierto, de una autora que la conocemos, sobre todo, por ser dramaturga y novelista, y sabemos que estamos tratando con alguien que domina, no solo el oficio de escribir, sino, como diría T. S. Elliot, sabe mostrar la urgencia en nuevas combinaciones.

No se trata de la intensidad de sentimientos, pero sí de esa urgencia poética que no deja de ser expresada con la palabra. Aunque la autora comience, en su poemario, con un epígrafe de Yourcenar, en el cual leemos “antes de escribir no sabemos nada de lo que vamos a escribir”, reconocemos en este libro la trayectoria de un viaje, la urgencia de una escritura, que es la consciencia de un problema, en el mundo, que la poesía, en manos de la autora, alude en el prólogo: “He querido escribir poesías sobre mujeres que conocí en el ejercicio de mis lecturas. Iniciaron conmigo el itinerario de mi viaje en compañía de la literatura”.

Poesías sobre mujeres es la urgencia que este libro revela, una urgencia que la autora recorre nombrando a mujeres de la edad clásica, épicas, como Andrómaca y Dido, pasando por las mujeres artistas de la Bauhaus, y sin olvidar a las porteadoras africanas en Marruecos.

No olvida, por supuesto, en el prólogo nombrar a Alfonsina Storni, Delmiri Agustini, Alejandra Pizarnik, Teresa Wills Mont, quienes tienen “en común” el suicido, el asesinato, el no reconocimiento de méritos, la explotación y perderse en el desierto. Es una urgencia que nace desde muy temprano, entre las lecturas y el viaje, donde la autora reconoce, atravesando fronteras, países y tiempos, lo que hay “en común” entre esas mujeres en el itinerario de su viaje.

Aparentemente, no es el destino lo que importa, pero sí el itinerario de este viaje, sin regreso, un viaje que lleva, sin embargo, a la casa de este mundo, donde las mujeres, “Ellas”, sufren, luchan y simulan un rictus al “intentar respirar” entre la “tribu masculina”.

Las lecturas sobre las mujeres que conoció acompañan a la voz poética que se expresa en versos libres, en 31 piezas, y además tienen un detalle anti-platónico, pues tiene la consciencia de que el lenguaje mismo, que transporta esa urgencia, puede estar atrapado en ese platonismo que algunas veces no libera ni a los poetas más advertidos como se puede leer en “Uno fácil”: ¿Hay palabras feas, malas o indecentes? Si son ellas mismas las escogidas por desdén de otros valores falsos mal, bien, bueno, justo...

Ciertamente, como Vattimo señaló en uno de sus escritos sobre Heidegger y Nietzsche, este rechazo a los “valores supremos”, abre la puerta para que los “verdaderos valores” entren en “indefinidos procesos”. Y estos “indefinidos procesos” consisten, en este caso, en resignificar el valor de los humano, del género y del sexo, el reconocimiento de la exclusión y la opresión, de la marginalización y la apropiación de la voz propia, una voz que no tiene límites y que se confunde, incluso, con la nostalgia, como puede leerse en ‘Habana Mujer’ que, emergiendo ¨soñolienta¨ del Mar Caribe, nos dice: “Este amor citadino es frágil, tenebroso/ pinza los cabellos en desorden y mezcla ideas de rebeldía / agoniza en almohadas húmedas un sueño que supuso / alguna vez / una alegría / rastreada entre otros sueños de antiguas utopías”.

No importa cómo interpretemos estos versos, pero es evidente que la ‘Habana Mujer’ toca una cuerda profunda de la autora, una cuerda que, a diferencia de los otros poemas, es verdaderamente musical, melodiosa, donde la nostalgia, el amor y el desamor, caminan juntos en un compás que merece ser resaltado dentro del libro.

En ese sentido, la presencia del mar, de los puertos o muelles, orillas y viajes, nos llevan de la mano por este universo literario que cruza mares y llega al África, a Asia y a Europa, reconociendo por doquier la condición de Ellas, como las porteadoras africanas que cruzan las fronteras cargando mercancías sobre sus espaldas.

Son porteadoras sin nombre, anónimas, explotadas a cada lado de las fronteras, sin derecho a que las conozcamos y desaparecen dentro de esa anonimidad donde “La golpean todos sin que ella les haga nada/solo quiere pasar”, planteando así esta condición de millones de seres humanos, de Ellas, que solo quieren pasar.

No hay, dentro de esa anonimidad opresiva, diferencias de clases o de etnias, pues les toca igual a las mujeres Bauhaus, aquellas artistas que, por cierto, la historia se ha encargado de identificarlas con nombres propios, porque, como se afirma en el poema, ‘Mujeres Bauhaus’. “Solo estaban Ellos”.

Poemaria/E es un libro que da para mucho. En su urgencia poética hay muchos registros que se cruzan, como la literatura, la historia, la filosofía de vida, las experiencias y los viajes y, en todo caso, una posición con respecto a este mundo marcado por las exclusiones, donde la autora, en el prólogo, nos dice: “Llamo a este texto Poemaria, en femenino, y le agrego la E, para hacer visible las que hoy son trans y viven el calvario moderno de sus no reconocimientos”.

Alondra Badano
He querido escribir poesías sobre mujeres que conocí en el ejercicio de mis lecturas. Iniciaron conmigo el itinerario de mi viaje en compañía de la literatura”,