‘Memoria y Voz’: un homenaje a Juantxu Rodríguez
- 22/02/2025 00:00
- 21/02/2025 17:24
Tras 35 años de la muerte del reportero gráfico español, este foro reflexionó sobre la libertad de prensa, la memoria histórica y los retos del periodismo en la era digital En conmemoración de los 35 años de la desaparición física del reportero gráfico español Juantxu Rodríguez, quien falleció cubriendo la invasión de Estados Unidos a Panamá, se llevó a cabo el foro “Memoria y Voz”.
Este se convirtió en un espacio de reflexión sobre la libertad de expresión y el papel actual del periodismo, con sus desafíos, incluyendo el impacto que las nuevas tecnologías ha tenido en el consumo de los medios tradicionales.
El evento reunió a un panel de periodistas, académicos y profesionales de los medios de comunicación, entre ellos Sol Lauría, como moderadora.
Alfonso Bauluz, presidente de Reporteros sin Fronteras España; Raisa Urribarri, periodista e investigadora del Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales (Cieps), y Fernando Martínez, jefe de investigación en TVN Media, también participaron.
Estos abordaron temas relacionados con la libertad de prensa, la memoria histórica y el impacto de la invasión en el periodismo panameño, además de analizar los desafíos de cubrir conflictos y la importancia del periodismo independiente en la construcción de narrativas y su influencia en la opinión pública.
¿Quién fue Juantxu? Juantxu Rodríguez nació en 1957 en España; se especializó en fotografía de guerra y reportajes de conflictos internacionales. Perdió la vida el 21 de diciembre de 1989 en Panamá, mientras cubría la invasión de Estados Unidos al país.
Durante la invasión, se encontraba documentando los acontecimientos cuando fue abatido por disparos de soldados estadounidenses en la ciudad de Panamá. Sin embargo, también se encontraba recorriendo el continente americano en un proyecto sobre él, junto con la cronista Maruja Torres, quien terminó contando el trágico final del fotógrafo.
“Juantxu por lo que más se destacó fue por su fiera independencia. Y era un fotógrafo que lo que le gustaba era retratar y mostrar”, mencionó Alfonso Bauluz, quien tuvo la oportunidad de compartir con Rodríguez en vida.
Su muerte fue denunciada como un ataque injustificado contra la prensa y un ejemplo de la falta de protección a periodistas en zonas de conflicto. Hasta la fecha, su caso sigue siendo un símbolo de la lucha por la libertad de prensa y la justicia para periodistas caídos en el ejercicio de su labor.
“Es inadmisible que se afirme que el crimen de Juantxu fue accidental o lo que los norteamericanos llaman un ‘daño colateral’, porque él fue alcanzado por un disparo de fusil de gran precisión, seguramente disparado por un francotirador”, expresó Martínez.
Durante el foro, también se resaltó la importancia de su trabajo como testimonio clave que desafiaría la narrativa construida por Estados Unidos sobre los hechos ocurridos durante la invasión a Panamá.
Los retos de una nueva era En el desarrollo del foro Memoria y Voz, se discutieron los desafíos que enfrenta el periodismo en la actualidad, especialmente en un mundo donde la tecnología y las plataformas digitales han transformado la forma como se produce y consume la información.
Uno de los temas centrales fue la libertad de expresión y sus límites. Se destacó cómo la difusión de información en entornos digitales enfrenta restricciones y riesgos, particularmente con la propagación de desinformación. Expertos señalaron que, aunque las plataformas en línea han democratizado el acceso a la información, también han facilitado la difusión de noticias falsas y campañas de desinformación.
“Y cuando hablamos de libertad de expresión, estamos hablando, fundamentalmente, del derecho humano de la comunicación y no hay un derecho más humano que ese. Que comprende además el derecho que tenemos de buscar y de recibir información y eso implica la diversidad de fuentes. Entonces, cuando hablamos de libertad de expresión y derecho de acceder a información, estamos hablando también de poder acceder a bases de datos, poder acceder a documentos, poder acceder libremente a aquello que nos hace falta para narrar y contar situaciones”, destacó Urribarri durante su participación.
Asimismo, dentro del panel se abordó el papel del periodismo en un mundo cambiante, marcado por la crisis de los medios tradicionales, el auge de la desinformación y la creciente influencia de las redes sociales. Se recalcó que los periodistas enfrentan un entorno complejo, en el que deben adaptarse a nuevas tecnologías sin comprometer la rigurosidad y la ética periodística.
“Lo nuevo con la llegada de Trump, en la era de la llamada posverdad, es que ya ni siquiera se necesita la certeza de lo que él dice porque la mayoría es falso, y solamente son legitimadas a la luz del poder que tienen las redes sociales. Es decir, las redes sociales, Elon Musk y todas estas herramientas de manipulación masiva, son las que se encargan de legitimar en el imaginario de un sector”, argumentó Martínez también.
Otro aspecto clave fue el impacto de la inteligencia artificial en el periodismo. Se discutió cómo esta tecnología puede contribuir a la preservación de la memoria histórica, facilitando el acceso a archivos y documentos. No obstante, también se alertó sobre el uso de la IA para generar contenido falso, lo que puede socavar la confianza en la información y en los medios de comunicación.
Finalmente, se resaltó la importancia de la alfabetización mediática, especialmente entre los jóvenes. Los expertos coincidieron en la necesidad de fortalecer la educación en el manejo crítico de la información, para que las nuevas generaciones puedan identificar fuentes confiables y no sean víctimas de la manipulación mediática.
El foro concluyó con un llamado a la defensa del periodismo independiente, la preservación de la memoria histórica y el fortalecimiento de la educación mediática, con el objetivo de enfrentar los retos de la era digital y evitar que hechos como la invasión de 1989 sean olvidados.
”La libertad de expresión no contempla ni las amenazas ni contempla los insultos, ni mucho menos contempla el hecho de que una niña o un joven se vea acosados a través de las redes sociales y que eso como consecuencia sean suicidios sean depresiones y sean todas las problemáticas que estamos viendo hoy en día. Eso no tiene nada que ver con la libertad de expresión”, concluyó el presidente de Reporteros sin Fronteras España.
Fernando Martínez, Es inadmisible que se afirme que el crimen de Juantxu fue accidental o lo que los norteamericanos llaman un ‘daño colateral’, porque él fue alcanzado por un disparo de fusil de gran precisión, seguramente disparado por un francotirador”.
En conmemoración de los 35 años de la desaparición física del reportero gráfico español Juantxu Rodríguez, quien falleció cubriendo la invasión de Estados Unidos a Panamá, se llevó a cabo el foro “Memoria y Voz”.
Este se convirtió en un espacio de reflexión sobre la libertad de expresión y el papel actual del periodismo, con sus desafíos, incluyendo el impacto que las nuevas tecnologías ha tenido en el consumo de los medios tradicionales.
El evento reunió a un panel de periodistas, académicos y profesionales de los medios de comunicación, entre ellos Sol Lauría, como moderadora.
Alfonso Bauluz, presidente de Reporteros sin Fronteras España; Raisa Urribarri, periodista e investigadora del Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales (Cieps), y Fernando Martínez, jefe de investigación en TVN Media, también participaron.
Estos abordaron temas relacionados con la libertad de prensa, la memoria histórica y el impacto de la invasión en el periodismo panameño, además de analizar los desafíos de cubrir conflictos y la importancia del periodismo independiente en la construcción de narrativas y su influencia en la opinión pública.
Juantxu Rodríguez nació en 1957 en España; se especializó en fotografía de guerra y reportajes de conflictos internacionales. Perdió la vida el 21 de diciembre de 1989 en Panamá, mientras cubría la invasión de Estados Unidos al país.
Durante la invasión, se encontraba documentando los acontecimientos cuando fue abatido por disparos de soldados estadounidenses en la ciudad de Panamá. Sin embargo, también se encontraba recorriendo el continente americano en un proyecto sobre él, junto con la cronista Maruja Torres, quien terminó contando el trágico final del fotógrafo.
“Juantxu por lo que más se destacó fue por su fiera independencia. Y era un fotógrafo que lo que le gustaba era retratar y mostrar”, mencionó Alfonso Bauluz, quien tuvo la oportunidad de compartir con Rodríguez en vida.
Su muerte fue denunciada como un ataque injustificado contra la prensa y un ejemplo de la falta de protección a periodistas en zonas de conflicto. Hasta la fecha, su caso sigue siendo un símbolo de la lucha por la libertad de prensa y la justicia para periodistas caídos en el ejercicio de su labor.
“Es inadmisible que se afirme que el crimen de Juantxu fue accidental o lo que los norteamericanos llaman un ‘daño colateral’, porque él fue alcanzado por un disparo de fusil de gran precisión, seguramente disparado por un francotirador”, expresó Martínez.
Durante el foro, también se resaltó la importancia de su trabajo como testimonio clave que desafiaría la narrativa construida por Estados Unidos sobre los hechos ocurridos durante la invasión a Panamá.
En el desarrollo del foro Memoria y Voz, se discutieron los desafíos que enfrenta el periodismo en la actualidad, especialmente en un mundo donde la tecnología y las plataformas digitales han transformado la forma como se produce y consume la información.
Uno de los temas centrales fue la libertad de expresión y sus límites. Se destacó cómo la difusión de información en entornos digitales enfrenta restricciones y riesgos, particularmente con la propagación de desinformación. Expertos señalaron que, aunque las plataformas en línea han democratizado el acceso a la información, también han facilitado la difusión de noticias falsas y campañas de desinformación.
“Y cuando hablamos de libertad de expresión, estamos hablando, fundamentalmente, del derecho humano de la comunicación y no hay un derecho más humano que ese. Que comprende además el derecho que tenemos de buscar y de recibir información y eso implica la diversidad de fuentes. Entonces, cuando hablamos de libertad de expresión y derecho de acceder a información, estamos hablando también de poder acceder a bases de datos, poder acceder a documentos, poder acceder libremente a aquello que nos hace falta para narrar y contar situaciones”, destacó Urribarri durante su participación.
Asimismo, dentro del panel se abordó el papel del periodismo en un mundo cambiante, marcado por la crisis de los medios tradicionales, el auge de la desinformación y la creciente influencia de las redes sociales. Se recalcó que los periodistas enfrentan un entorno complejo, en el que deben adaptarse a nuevas tecnologías sin comprometer la rigurosidad y la ética periodística.
“Lo nuevo con la llegada de Trump, en la era de la llamada posverdad, es que ya ni siquiera se necesita la certeza de lo que él dice porque la mayoría es falso, y solamente son legitimadas a la luz del poder que tienen las redes sociales. Es decir, las redes sociales, Elon Musk y todas estas herramientas de manipulación masiva, son las que se encargan de legitimar en el imaginario de un sector”, argumentó Martínez también.
Otro aspecto clave fue el impacto de la inteligencia artificial en el periodismo. Se discutió cómo esta tecnología puede contribuir a la preservación de la memoria histórica, facilitando el acceso a archivos y documentos. No obstante, también se alertó sobre el uso de la IA para generar contenido falso, lo que puede socavar la confianza en la información y en los medios de comunicación.
Finalmente, se resaltó la importancia de la alfabetización mediática, especialmente entre los jóvenes. Los expertos coincidieron en la necesidad de fortalecer la educación en el manejo crítico de la información, para que las nuevas generaciones puedan identificar fuentes confiables y no sean víctimas de la manipulación mediática.
El foro concluyó con un llamado a la defensa del periodismo independiente, la preservación de la memoria histórica y el fortalecimiento de la educación mediática, con el objetivo de enfrentar los retos de la era digital y evitar que hechos como la invasión de 1989 sean olvidados.
”La libertad de expresión no contempla ni las amenazas ni contempla los insultos, ni mucho menos contempla el hecho de que una niña o un joven se vea acosados a través de las redes sociales y que eso como consecuencia sean suicidios sean depresiones y sean todas las problemáticas que estamos viendo hoy en día. Eso no tiene nada que ver con la libertad de expresión”, concluyó el presidente de Reporteros sin Fronteras España.