Mar felino
- 21/12/2024 00:00
- 20/12/2024 17:50
(A los gatos que rondan por la Cinta Costera) Un gato va saltando
y despertando olas
al espejo de la bahía,
a su sombrero de toquilla
a su lentejuela de marismas.
Y en el mismo impulso, salta al cielo,
lucido el felino,
burlando la gravedad
inventando su propio equilibrio
como si el planeta entero
estuviera sometido
al estambre de sus bigotes,
colmado de relámpagos,
de seducción las miradas,
de pulcritud los movimientos
esa danza de pasadizo inmortal,
dejándose atrapar entre nieblas
con su histrionismo de falsa aurora,
el taimado bestial gatito, utilitario
se acurruca
fingiendo ser sol
y maúlla a manera de atardecer
su ocio.
Del bostezo surge el tablado del ocaso,
embelesando al mar.
Todo fluye nuevamente
como si se tratara de reinventar el Universo,
desde la pereza sagaz
de un reino satisfecho;
tus dioses, constelaciones de hongos
y alucinaciones en la terracota,
de ese dejo,
mímica
de soslayo con garras de mar y cielo,
el mundo al ritmo de ese capricho,
reaparece como si despertara
el carnaval de la noche
en pecado nuevo,
su desliz original, para que nadie olvide
que el Paraíso
es un mito inventado
una ruta perdida del Oriente,
pero real, en Panamá.
PERFIL Candelario Reyes García, nacido el 21 de abril de 1958 en Corquín, Copán, Honduras, es perito mercantil, profesor en Letras y licenciado en Literatura Latinoamericana. Con una destacada trayectoria como catedrático de español e historia de la cultura, documentalista y promotor cultural, ha ocupado roles clave como director de la Escuela Normal Mixta de Santa Bárbara, presidente de la Red de Desarrollo Sostenible y coordinador de educación en la Comisión de Derechos Humanos de Costa Rica. Comprometido con los sectores rurales, fundó en 1979 un grupo teatral campesino para llevar representaciones a escuelas e iglesias. Es autor prolífico de libros y obras teatrales, entre ellos “Siete Muecas” (1990), “Nimbo de sombras” (2000), “Copán” (2004) y “Palmerolo lee el Quijote” (2021), abarcando géneros como poesía, ensayo y prosa, con un enfoque en la identidad y la cultura latinoamericana.
Un gato va saltando
y despertando olas
al espejo de la bahía,
a su sombrero de toquilla
a su lentejuela de marismas.
Y en el mismo impulso, salta al cielo,
lucido el felino,
burlando la gravedad
inventando su propio equilibrio
como si el planeta entero
estuviera sometido
al estambre de sus bigotes,
colmado de relámpagos,
de seducción las miradas,
de pulcritud los movimientos
esa danza de pasadizo inmortal,
dejándose atrapar entre nieblas
con su histrionismo de falsa aurora,
el taimado bestial gatito, utilitario
se acurruca
fingiendo ser sol
y maúlla a manera de atardecer
su ocio.
Del bostezo surge el tablado del ocaso,
embelesando al mar.
Todo fluye nuevamente
como si se tratara de reinventar el Universo,
desde la pereza sagaz
de un reino satisfecho;
tus dioses, constelaciones de hongos
y alucinaciones en la terracota,
de ese dejo,
mímica
de soslayo con garras de mar y cielo,
el mundo al ritmo de ese capricho,
reaparece como si despertara
el carnaval de la noche
en pecado nuevo,
su desliz original, para que nadie olvide
que el Paraíso
es un mito inventado
una ruta perdida del Oriente,
pero real, en Panamá.