Los colores tropicales de Didasio
- 08/03/2025 00:00
El artista participará de la exposición “Encuentro, maestros del color”, que será inaugurada el 13 de marzo, a las 6:00 p.m., en la galería Juan Manuel Cedeño (Casco Antiguo). Gustavo Didasio De León nació en David el 7 de agosto de 1967. Si alguien lo recuerda en Chiriquí de cuando era muchacho, hubiera pensando que lo suyo sería dedicarse de adulto al deporte, pues hasta la adolescencia su principal afición era jugar béisbol mañana, tarde y noche.
Un día, a los 15 años, entre el bate y la pelota conoció el poder de los colores, cuando su mamá le regaló una cajeta llena de óleos y así comenzó a pintar cuadros marinos de manera autodidacta.
A los 18 años su familia hizo el esfuerzo necesario para enviarlo a estudiar a Guatemala. La idea era que aprendiera optometría en un instituto técnico, para alejarlo de la última etapa de la dictadura militar que asolaba a su país.
Todo iba bien hasta que se recrudeció en Panamá el gobierno de facto de Manuel Antonio Noriega y se fue haciendo difícil la situación económica dentro de la familia del futuro artista. Por lo que la noticia de que pronto regresaría a su terruño ocurrió inevitablemente, pero antes habrían de pasar otros hechos en Guatemala.
El siguiente contacto de Didasio, su nombre artístico, con las manifestaciones creativas, se registró precisamente durante su residencia en Guatemala, cuando una tarde salió con unos amigos a divertirse y descubrió que en la planta baja de un edificio había un local donde impartían clases de pintura. Fue cuando el gusanillo de la curiosidad comenzó a inquietarlo y decidió entrar para ver qué tal era aquella onda.
En ese establecimiento conoció al profesor que brindaba la formación plástica. Conversando con él descubrió que su maestro sabía de la falta de principios democráticos en el Panamá de entonces y por eso decidió aceptarlo como alumno, sin esperar paga a cambio.
“El profesor me dijo que no había problema, que llegara si me gustaba tanto aprender. De ahí conseguí un par de trabajitos en Guatemala y luego yo mismo me pagaba las clases”, rememora Didasio, quien después de más de 15 años regresará este mes de marzo con una exposición en la capital panameña.
Así, su rutina era estar de lunes a viernes con sus estudios de optometría y los fines de semana inició el proceso de conocer sobre esmaltes, óleos, acrílicos...
“Comencé a entender que la vida tiene un sentido más profundo, no tan severo, sino una vida en la que yo me estaba rodeando de pura bohemia: críticos, pintores, escultores”, recuerda el artista, quien junto a su colega chitreano Eduardo Aguilar protagonizarán la exposición “Encuentro, maestros del color”, que será inaugurada el jueves 13 de marzo, a las 6:00 p.m., en la galería Juan Manuel Cedeño (Las Bóvedas, Casco Antiguo) del Ministerio de Cultura.
“Era conocer a señores mayores, de esos que uno se tiene que sentar a escucharlos, tomarse un café y entonces comienzan ellos a hablar y uno se va involucrando”, indica Didasio, cuya especialidad es el manejo de pigmentos en la pintura al óleo.
De la clínica al taller A su regreso a Panamá trabajó en una clínica con horario de oficina, mientras que los sábados y domingos experimentaba en su taller sus ideas usando pinturas de aceite, de agua... “Comencé a vender mis cuadros. Pronto gané el dinero equivalente a un año de trabajo en la clínica. Así que ya no regresé más allá y me dediqué a hacer exposiciones”. ¿Y en qué consiste su proceso creativo? “Eso viene con uno. Uno busca disciplina, lee, se va volviendo sensible, comienza a bosquejar y a dibujar. Ahí van saliendo las ideas”.
El amante del arte podrá disfrutar en la galería Juan Manuel Cedeño esos cuadros de donde brotan paraguas, sandías, damas, sombreros, canastas y océanos. Estas temáticas fueron surgiendo en sus largos periplos en autobús por toda Centroamérica, donde participó en individuales y colectivas.
En esos viajes es cuando nacen estos elementos que luego aterrizan en sus vibrantes telas. “Y yo me dije: ‘yo puedo cambiar esta realidad que veo poniéndoles la magia de los colores vivos y a través de la explosión de pigmentos”.
“Mi obra trata de expresar lo tropical, el ambiente que nos rodea como una base caribeña hecha de colores, color de la raza, amarillos, los contrastes del rojo. Combinando los colores fríos y cálidos de manera que describan el temperamento humano. La calma y la euforia que invaden a los observadores”, señala el pintor, quien ha tenido la oportunidad de presentar sus pinturas en centros culturales en Panamá, Guatemala, Honduras, Estados Unidos, Corea y Japón.
“La pintura mía radica y se da del vínculo sagrado y conectivo que tengo con las fuentes divinas. Como la medicina, el arte cura; como la religión, el arte es creación. Mi pintura nace de la oración íntima que tengo con Dios”, plantea.
Destaca que ha seguido adelante en su relación con el arte a pesar de los altibajos de la vida. “Y eso me ha dado un norte para ser punta de flecha para mi provincia chiricana y para mi país. Aspiro a que la providencia y el cosmos puedan ensanchar todos mis caminos”.
El artista, que siente influencia en su paleta por las obras de Rodolfo Abularash, Augusto Cuiroa, Rodolfo Stanley y Rafa Fernández, fue ampliando sus horizontes hasta que tuvo presencia en galerías de Tokio, Corea, Miami y Los Ángeles.
El Lienzo La exposición “Encuentro, maestros del color” se hace posible gracias a las gestiones del emprendimiento cultural El Lienzo.
Didasio conoció a Carlos Lee, miembro de El Lienzo, en noviembre de 2022 vía telefónica. Quien los puso en contacto a ambos fue el también pintor Edgardo López. El resto es historia.
“Didasio me parece un excelente artista, muy organizado y limpio en la ejecución de sus obras”, opina Carlos Lee, quien hace unos meses le propuso organizar una muestra de su trabajo reciente.
“Le doy gracias a la providencia por ponerme enfrente a los amigos de El Lienzo y así experimentar esta aventura que será la exposición que arrancará este jueves 13 de marzo en la galería Juan Manuel Cedeño. Con el señor Carlos tengo una amistad por más que nos separen los 420 kilómetros que separan a David de la ciudad de Panamá”, comenta Didasio.
Con la exposición “Encuentro, maestros del color” vuelve a tener contacto con su público en la capital. En esta muestra, comenta, se presentarán nuevas propuestas en formatos pequeños, medianos y grandes. “Obras con mejor escuela, mejor toque, mayor poesía y mayor colorido. Sé que sacaremos grandes cosas de esta convivencia artística con El Lienzo, quienes la verdad me han ayudado bastante en el impulso de promocionar la pintura mía”.
Gustavo Didasio De León nació en David el 7 de agosto de 1967. Si alguien lo recuerda en Chiriquí de cuando era muchacho, hubiera pensando que lo suyo sería dedicarse de adulto al deporte, pues hasta la adolescencia su principal afición era jugar béisbol mañana, tarde y noche.
Un día, a los 15 años, entre el bate y la pelota conoció el poder de los colores, cuando su mamá le regaló una cajeta llena de óleos y así comenzó a pintar cuadros marinos de manera autodidacta.
A los 18 años su familia hizo el esfuerzo necesario para enviarlo a estudiar a Guatemala. La idea era que aprendiera optometría en un instituto técnico, para alejarlo de la última etapa de la dictadura militar que asolaba a su país.
Todo iba bien hasta que se recrudeció en Panamá el gobierno de facto de Manuel Antonio Noriega y se fue haciendo difícil la situación económica dentro de la familia del futuro artista. Por lo que la noticia de que pronto regresaría a su terruño ocurrió inevitablemente, pero antes habrían de pasar otros hechos en Guatemala.
El siguiente contacto de Didasio, su nombre artístico, con las manifestaciones creativas, se registró precisamente durante su residencia en Guatemala, cuando una tarde salió con unos amigos a divertirse y descubrió que en la planta baja de un edificio había un local donde impartían clases de pintura. Fue cuando el gusanillo de la curiosidad comenzó a inquietarlo y decidió entrar para ver qué tal era aquella onda.
En ese establecimiento conoció al profesor que brindaba la formación plástica. Conversando con él descubrió que su maestro sabía de la falta de principios democráticos en el Panamá de entonces y por eso decidió aceptarlo como alumno, sin esperar paga a cambio.
“El profesor me dijo que no había problema, que llegara si me gustaba tanto aprender. De ahí conseguí un par de trabajitos en Guatemala y luego yo mismo me pagaba las clases”, rememora Didasio, quien después de más de 15 años regresará este mes de marzo con una exposición en la capital panameña.
Así, su rutina era estar de lunes a viernes con sus estudios de optometría y los fines de semana inició el proceso de conocer sobre esmaltes, óleos, acrílicos...
“Comencé a entender que la vida tiene un sentido más profundo, no tan severo, sino una vida en la que yo me estaba rodeando de pura bohemia: críticos, pintores, escultores”, recuerda el artista, quien junto a su colega chitreano Eduardo Aguilar protagonizarán la exposición “Encuentro, maestros del color”, que será inaugurada el jueves 13 de marzo, a las 6:00 p.m., en la galería Juan Manuel Cedeño (Las Bóvedas, Casco Antiguo) del Ministerio de Cultura.
“Era conocer a señores mayores, de esos que uno se tiene que sentar a escucharlos, tomarse un café y entonces comienzan ellos a hablar y uno se va involucrando”, indica Didasio, cuya especialidad es el manejo de pigmentos en la pintura al óleo.
A su regreso a Panamá trabajó en una clínica con horario de oficina, mientras que los sábados y domingos experimentaba en su taller sus ideas usando pinturas de aceite, de agua... “Comencé a vender mis cuadros. Pronto gané el dinero equivalente a un año de trabajo en la clínica. Así que ya no regresé más allá y me dediqué a hacer exposiciones”. ¿Y en qué consiste su proceso creativo? “Eso viene con uno. Uno busca disciplina, lee, se va volviendo sensible, comienza a bosquejar y a dibujar. Ahí van saliendo las ideas”.
El amante del arte podrá disfrutar en la galería Juan Manuel Cedeño esos cuadros de donde brotan paraguas, sandías, damas, sombreros, canastas y océanos. Estas temáticas fueron surgiendo en sus largos periplos en autobús por toda Centroamérica, donde participó en individuales y colectivas.
En esos viajes es cuando nacen estos elementos que luego aterrizan en sus vibrantes telas. “Y yo me dije: ‘yo puedo cambiar esta realidad que veo poniéndoles la magia de los colores vivos y a través de la explosión de pigmentos”.
“Mi obra trata de expresar lo tropical, el ambiente que nos rodea como una base caribeña hecha de colores, color de la raza, amarillos, los contrastes del rojo. Combinando los colores fríos y cálidos de manera que describan el temperamento humano. La calma y la euforia que invaden a los observadores”, señala el pintor, quien ha tenido la oportunidad de presentar sus pinturas en centros culturales en Panamá, Guatemala, Honduras, Estados Unidos, Corea y Japón.
“La pintura mía radica y se da del vínculo sagrado y conectivo que tengo con las fuentes divinas. Como la medicina, el arte cura; como la religión, el arte es creación. Mi pintura nace de la oración íntima que tengo con Dios”, plantea.
Destaca que ha seguido adelante en su relación con el arte a pesar de los altibajos de la vida. “Y eso me ha dado un norte para ser punta de flecha para mi provincia chiricana y para mi país. Aspiro a que la providencia y el cosmos puedan ensanchar todos mis caminos”.
El artista, que siente influencia en su paleta por las obras de Rodolfo Abularash, Augusto Cuiroa, Rodolfo Stanley y Rafa Fernández, fue ampliando sus horizontes hasta que tuvo presencia en galerías de Tokio, Corea, Miami y Los Ángeles.
La exposición “Encuentro, maestros del color” se hace posible gracias a las gestiones del emprendimiento cultural El Lienzo.
Didasio conoció a Carlos Lee, miembro de El Lienzo, en noviembre de 2022 vía telefónica. Quien los puso en contacto a ambos fue el también pintor Edgardo López. El resto es historia.
“Didasio me parece un excelente artista, muy organizado y limpio en la ejecución de sus obras”, opina Carlos Lee, quien hace unos meses le propuso organizar una muestra de su trabajo reciente.
“Le doy gracias a la providencia por ponerme enfrente a los amigos de El Lienzo y así experimentar esta aventura que será la exposición que arrancará este jueves 13 de marzo en la galería Juan Manuel Cedeño. Con el señor Carlos tengo una amistad por más que nos separen los 420 kilómetros que separan a David de la ciudad de Panamá”, comenta Didasio.
Con la exposición “Encuentro, maestros del color” vuelve a tener contacto con su público en la capital. En esta muestra, comenta, se presentarán nuevas propuestas en formatos pequeños, medianos y grandes. “Obras con mejor escuela, mejor toque, mayor poesía y mayor colorido. Sé que sacaremos grandes cosas de esta convivencia artística con El Lienzo, quienes la verdad me han ayudado bastante en el impulso de promocionar la pintura mía”.