Las huellas de la enfermería en Panamá
- 02/04/2024 00:00
- 01/04/2024 17:44
Los aportes de este personal de salud se expone en un libro de Elba Espinosa de Isaza Elba Espinosa de Isaza presentó Huellas y legados, enfermería en Panamá, un libro que reconoce la trayectoria de esta profesión en el país. El libro se encuentra dividido en 12 capítulos. En su primer apartado se aborda la historia básica de porqué nació la profesión de la enfermería en Panamá.
Sobre los primeros pasos de la enfermería en Panamá, la autora comentó que el fracaso del canal francés se debe a que no se contaba con personal capacitado para atender la demanda que aquejaba la obra. Mientras que el Gobierno americano, cuando empezó la construcción del Canal de Panamá, trajo mano de obra calificada, entre ella el personal de enfermería. Fue el doctor William Gorgas quien trajo las enfermeras en 1904. Luego, se creó en 1906 la Escuela de Enfermería del hospital Santo Tomás, explicó de Isaza.
La Escuela de Enfermería del hospital Santo Tomás fue creada para panameñas, fue la primera escuela formal en Centroamérica y posteriormente, mujeres de otras latitudes vienen a Panamá a interesarse en esta escuela, detalló la escritora durante una conversación con La Estrella de Panamá .
La académica especialista en enfermería materno infantil agregó que hay un capítulo dedicado a los símbolos relacionados con las enfermeras, como la cofia, que es un elemento importante para su presentación. “Las enfermeras somos seres humanos que nos identificamos y nos visualizamos ante la condición del paciente. Es una estrategia para diferenciarnos. Nuestra identificación es con la cofia, que es totalmente blanquita. Hay cofias que tienen distintivos con diferentes colores: rojo, azul, amarillo; cada uno pertenece a diferentes escuelas. El libro explica esto”.
“La formación de la enfermera es bien dinámica, basada en educación continua científica. La enfermería empezó siendo un oficio. Luego pasó a ser carrera técnica. De carrera técnica a una carrera académica. Actualmente es una disciplina. Todos estos detalles históricos de cómo, cuándo y dónde lo aborda Huellas y legados, enfermería en Panamá ”.
En enfermería se trabaja en equipo El nombre del libro incluye la palabra huellas porque expone la visión de las mujeres que participaron en la creación de la Facultad de Enfermería en la Universidad de Panamá. “En enfermería nadie hace algo solo, por eso menciono el legado del equipo, integrado por las diferentes directoras de los departamentos en que pudimos dejar legados. Se menciona el legado de las decanas que crearon el único Museo de la Docencia en Enfermería en Panamá y Centroamérica”.
La Asociación Nacional de Enfermeras fue creada el 20 de agosto de 1925 por señoras visionarias, ponderó la gremialista. Un capítulo es dedicado a las huellas de las presidentes de la asociación. La primera presidente, Rosa Tasón, junto con Luzmila Arosemena de Illueca, concretó la idea de gestionar la Facultad de Enfermería. “Para ese entonces se estaban admitiendo en la escuela del hospital Santo Tomás a aspirantes que no sabían leer ni escribir. Ella decía que la profesión de enfermería debía dejar de ser una carrera técnica y ser una profesión. Fueron hacia la rectoría de la Universidad de Panamá para solicitar eso. Rosa Tasón le pone coto al asunto que ya estaba siendo solicitado por las enfermeras. Todas se unen y luchan hasta lograrlo”.
La Escuela de Enfermería se establece como un espacio complementario en la Facultad de Ciencias Naturales. Posteriormente se forma a nuevas profesionales de la escuela del hospital Santo Tomás para que fueran asistentes de las profesoras. Luego se estableció la Escuela de Enfermería en la Universidad de Panamá. El primer programa se abre en 1967. La escuela del Santo Tomás se cierra en 1969. “Nadie puede decir que hizo algo solo, eso es lo bueno de la enfermería, nosotras todo lo hacemos en equipo y respetamos las huellas que nos dejaron, eso es muy importante”.
Una huella muy grande de las enfermeras en Panamá fue su participación durante la gesta del 9 de enero de 1964. “Éramos estudiantes de tercer año. La directora Elvira Rodríguez de Higuero sabía lo que estaba pasando. Llega al internado y nos dice que debíamos suspender todo y teníamos que ir a diferentes lugares del hospital Santo Tomás. Nosotras decíamos que éramos solo estudiantes. Ella respondió que estábamos preparadas. En acompañamiento con las enfermeras, trabajamos en diferentes lugares de este hospital. (...) A todas las enfermeras de mi generación lo que más les marcó fue atender a los heridos durante la gesta. Nadie menciona a los estudiantes de enfermería. Todas estamos vivas, tenemos alrededor de 80 años”.
Reconocer la labor En su libro, la autora busca brindar un reconocimiento a la labor frecuentemente “invisibilizada de las enfermeras (...) “Estamos 24 horas al día en los hospitales, pero los reconocimientos se los dan a otros profesionales. Por ejemplo, en la gesta del 9 de enero buscan a todos los profesionales: historiadores, abogados, expresidentes. Pero, ¿quiénes contribuyeron desde el aspecto de la salud? Quizás, ahora con la pandemia le han dado aplausos a las jóvenes que estuvieron en la primera línea”.
“Nosotros no somos las amas de casa de los hospitales. Somos personas preparadas. Es una profesión y una disciplina. Los médicos estudian para diagnosticar y recetar, nosotros estudiamos para cuidar con amor, humanidad, empatía y vocación”, concluyó.
Elba Espinosa de IsazaAutoraLa formación de la enfermera es bien dinámica, basada en educación continua científica. La enfermería empezó siendo un oficio. Luego pasó a ser carrera técnica. De carrera técnica a una carrera académica. Actualmente es una disciplina. Todos estos detalles históricos de cómo, cuándo y dónde lo aborda ‘Huellas y legados, enfermería en Panamá”
Elba Espinosa de Isaza presentó Huellas y legados, enfermería en Panamá, un libro que reconoce la trayectoria de esta profesión en el país. El libro se encuentra dividido en 12 capítulos. En su primer apartado se aborda la historia básica de porqué nació la profesión de la enfermería en Panamá.
Sobre los primeros pasos de la enfermería en Panamá, la autora comentó que el fracaso del canal francés se debe a que no se contaba con personal capacitado para atender la demanda que aquejaba la obra. Mientras que el Gobierno americano, cuando empezó la construcción del Canal de Panamá, trajo mano de obra calificada, entre ella el personal de enfermería. Fue el doctor William Gorgas quien trajo las enfermeras en 1904. Luego, se creó en 1906 la Escuela de Enfermería del hospital Santo Tomás, explicó de Isaza.
La Escuela de Enfermería del hospital Santo Tomás fue creada para panameñas, fue la primera escuela formal en Centroamérica y posteriormente, mujeres de otras latitudes vienen a Panamá a interesarse en esta escuela, detalló la escritora durante una conversación con La Estrella de Panamá .
La académica especialista en enfermería materno infantil agregó que hay un capítulo dedicado a los símbolos relacionados con las enfermeras, como la cofia, que es un elemento importante para su presentación. “Las enfermeras somos seres humanos que nos identificamos y nos visualizamos ante la condición del paciente. Es una estrategia para diferenciarnos. Nuestra identificación es con la cofia, que es totalmente blanquita. Hay cofias que tienen distintivos con diferentes colores: rojo, azul, amarillo; cada uno pertenece a diferentes escuelas. El libro explica esto”.
“La formación de la enfermera es bien dinámica, basada en educación continua científica. La enfermería empezó siendo un oficio. Luego pasó a ser carrera técnica. De carrera técnica a una carrera académica. Actualmente es una disciplina. Todos estos detalles históricos de cómo, cuándo y dónde lo aborda Huellas y legados, enfermería en Panamá ”.
El nombre del libro incluye la palabra huellas porque expone la visión de las mujeres que participaron en la creación de la Facultad de Enfermería en la Universidad de Panamá. “En enfermería nadie hace algo solo, por eso menciono el legado del equipo, integrado por las diferentes directoras de los departamentos en que pudimos dejar legados. Se menciona el legado de las decanas que crearon el único Museo de la Docencia en Enfermería en Panamá y Centroamérica”.
La Asociación Nacional de Enfermeras fue creada el 20 de agosto de 1925 por señoras visionarias, ponderó la gremialista. Un capítulo es dedicado a las huellas de las presidentes de la asociación. La primera presidente, Rosa Tasón, junto con Luzmila Arosemena de Illueca, concretó la idea de gestionar la Facultad de Enfermería. “Para ese entonces se estaban admitiendo en la escuela del hospital Santo Tomás a aspirantes que no sabían leer ni escribir. Ella decía que la profesión de enfermería debía dejar de ser una carrera técnica y ser una profesión. Fueron hacia la rectoría de la Universidad de Panamá para solicitar eso. Rosa Tasón le pone coto al asunto que ya estaba siendo solicitado por las enfermeras. Todas se unen y luchan hasta lograrlo”.
La Escuela de Enfermería se establece como un espacio complementario en la Facultad de Ciencias Naturales. Posteriormente se forma a nuevas profesionales de la escuela del hospital Santo Tomás para que fueran asistentes de las profesoras. Luego se estableció la Escuela de Enfermería en la Universidad de Panamá. El primer programa se abre en 1967. La escuela del Santo Tomás se cierra en 1969. “Nadie puede decir que hizo algo solo, eso es lo bueno de la enfermería, nosotras todo lo hacemos en equipo y respetamos las huellas que nos dejaron, eso es muy importante”.
Una huella muy grande de las enfermeras en Panamá fue su participación durante la gesta del 9 de enero de 1964. “Éramos estudiantes de tercer año. La directora Elvira Rodríguez de Higuero sabía lo que estaba pasando. Llega al internado y nos dice que debíamos suspender todo y teníamos que ir a diferentes lugares del hospital Santo Tomás. Nosotras decíamos que éramos solo estudiantes. Ella respondió que estábamos preparadas. En acompañamiento con las enfermeras, trabajamos en diferentes lugares de este hospital. (...) A todas las enfermeras de mi generación lo que más les marcó fue atender a los heridos durante la gesta. Nadie menciona a los estudiantes de enfermería. Todas estamos vivas, tenemos alrededor de 80 años”.
En su libro, la autora busca brindar un reconocimiento a la labor frecuentemente “invisibilizada de las enfermeras (...) “Estamos 24 horas al día en los hospitales, pero los reconocimientos se los dan a otros profesionales. Por ejemplo, en la gesta del 9 de enero buscan a todos los profesionales: historiadores, abogados, expresidentes. Pero, ¿quiénes contribuyeron desde el aspecto de la salud? Quizás, ahora con la pandemia le han dado aplausos a las jóvenes que estuvieron en la primera línea”.
“Nosotros no somos las amas de casa de los hospitales. Somos personas preparadas. Es una profesión y una disciplina. Los médicos estudian para diagnosticar y recetar, nosotros estudiamos para cuidar con amor, humanidad, empatía y vocación”, concluyó.