‘La conquista de la soberanía’ verá la luz
- 21/06/2024 00:00
- 20/06/2024 16:41
El monumento en bronce a la cera perdida inmortaliza la firma de los tratados Torrijos Carter; momento en el que Panamá alcanza su soberanía absoluta. Su develación será mañana El día de mañana será develado ‘La conquista de la Soberanía’, monumento que se ubica en una rotonda en la nueva vía que une el barrio de El Chorrillo hacia la Calzada de Amador.
La tarea de erigir un monumento fue encomendada al artista panameño Aristides Ureña Ramos en 2022.
“En un diálogo con el presidente de la República y el ministerio de obras públicas, se maduró una idea que había nacido de mi última visita a Londres, donde presenté mi ciclo artístico, ‘Panama Summer’. El proyecto soñado era el de hacer un monumento que celebrara la gesta heroica para la conquista de nuestra plena unidad territorial”, recuerda el artista.
Ureña Ramos guardaba en su memoria la impresión que causaron -y siguen causando- obras monumentales en sitios emblemáticos de grandes ciudades. Obras que además de despertar el orgullo nacional despiertan la atención de los visitantes.
“Es por esto que, nuestro proyecto propuesto resultó en una obra monumental donde, al tener claro el concepto, las estatuas fueran ideadas de 4 metros de altura, con su pedestal de 6 metros y un levantamiento del nivel de la tierra de 3 metros de altura, dándonos un total de 13 metros y algunos centímetros, en donde quedara clara la voluntad de que esta fuera la escultura más grandiosa de Panamá”, resalta.
‘La Conquista de la Soberanía’ El artista veragüense detalla el concepto detrás de su obra. “El puente marino, donde está colocada la obra, es un arco imaginario que une dos lugares repletos de memorias históricas. Uno es El Chorrillo, barrio mártir por la invasión de Panamá; el otro, en su extremo, la Calzada de Amador, sitio que fue ocupado por la jurisdicción del gobierno de los Estados Unidos. De ahí que, ese tracto marino toma el nombre de Puente Marino Torrijos-Carter, exaltando ese tratado que devuelve la soberanía plena a Panamá”.
Y en ese acto de amistad y lazos estrechos entre ambas naciones, la obra crea sus bases con ambos personajes: el general Omar Torrijos y el presidente estadounidense James Carter. Unas placas celebran la firma de los tratados, que traen como consecuencia, la consecución de la soberanía nacional.
Un momento inmortalizado La investigación que acompañó este proyecto incluyó entrevistas, preguntas, anécdotas y también fotografías, sobre todo, del momento en que, firmados los acuerdos, el entonces presidente Carter cuando se levanta de su silla, Torrijos lo imita y, mirándolo a la cara, (Carter) extiende su mano mirando directo a los ojos de su interlocutor y Torrijos, con la cara repleta de júbilo, extiende su mano en una acción de estrechar la mano de Carter, para entonces pasar a un abrazo amistoso.
“He visto esas imágenes y videos miles de veces, para escoger al más representativo (para esta obra), hasta que me decidí por la que imprime en la historia el instante antes del contacto físico del choque de manos. Congelar en la memoria y el tiempo esa imagen, es la guía de mi bosquejo preparatorio y me llevó hasta la conclusión de la idea que sostiene este momento”, cuenta Ureña Ramos.
De acuerdo con el artista multidisciplinario, el momento que anticipa ese apretón de manos es fundamental para la compresión de la obra, porque “retrata el momento de un antes y un después de la historia de ambos países”.
Un momento en que todas esas reivindicaciones, encarcelamientos, lágrimas, pinturas, libros, artículos y discursos nacionalistas calaron en la conciencia de justicia y equidad sentidas por muchos sectores de la sociedad americana, convencidos de una injusticia cometida por muchos años. “Un tratado infame, no firmado por un panameño, que obligó a un país amigo a asumir un acuerdo a perpetuidad, no podría tener vigencia alguna, sin sostenibilidad histórica, contrario a los derechos de justicia y paz que promueve y sostiene a una amiga nación: Estados Unidos de América”.
Dos placas laterales relatan dos momentos importantes de las innumerables luchas de estudiantes y el pueblo panameño durante el periodo de ocupación militar. Los dos momentos impresos son: las luchas del 12 de diciembre del 1947, cuando estudiantes universitarios y de escuelas secundarias escenificarían una marcha mientras la Asamblea Nacional discutía la firma del tratado Filós Hines, que prorrogaba el establecimiento de bases militares establecidas durante la II Guerra Mundial. La manifestación fue repelida pro la policía montada y el rechazo a esta acción de fuerza encendió los ánimos del pueblo. El tratado fue rechazado en la Asamblea, ordenando a desmantelar las bases militares.
La segunda placa a gesta heroica del 9 de noviembre del 1964, en que 22 panameños murieron tras enfrentamientos con la policía “zonian” y el Ejército de los Estados Unidos al intentar izar la bandera panameña en la Zona del Canal, como establecían los convenios. Estudiantes zonians rompieron la bandera panameña y el creciente enojo de la población generaron el rompimiento de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos
“El 9 de enero del 1964, fue el inicio para formar conciencia internacional sobre las problemáticas existentes en Panamá, como la oportunidad para conquistar consensos dentro de la república y la política estadounidense para América Latina para llegar a los tratados que nos dieron nuestra soberanía”, resalta Ureña Ramos.
Se incluyen en el monumento, dos placas con frases que “recogen el pensamiento de los dos mandatarios, en esos momentos en que las presiones políticas y los conflictos mundiales azotaban el panorama político. Estas denotan la magnitud humana para comprender los problemas conflictuales dentro de soluciones compartidas en un nivel global”, sostiene el artista. Estas son:
“El compromiso de los Estados Unidos de que la justicia, no la fuerza, debe ser la base de nuestras relaciones con las naciones del mundo”.
Jimmy Carter
“El despertar de América Latina no debe ser obstaculizado, sino apoyado para poder propiciar la paz”.
Omar Torrijos
El monumento se completa con una pequeña placa que destaca su nombre, “La conquista de la soberanía”, y dos ángeles que resguardan el conjunto, son considerados la firma del maestro Aristides Ureña ramos. Todas sus partes fueron elaboradas en Bronce a cera perdida en la ciudad de Bogotá, Colombia.
Las placas tienen el lema Panama Pepper, título del penúltimo ciclo pictórico, de Ureña Ramos que pretende limpiar la imagen desacreditadora del escándalo de los mal llamados Panama Papers. “Se utilizan como herramientas, las aproximaciones de palabras, ironizando con ellas y construyendo una obra que exalte nuestra rica biodiversidad, nuestras idiosincrasias y los valores de nuestra nación activa, diversa, enérgica. Eso en síntesis es Panama Pepper”.
Con información suminstrada por el artista.
El día de mañana será develado ‘La conquista de la Soberanía’, monumento que se ubica en una rotonda en la nueva vía que une el barrio de El Chorrillo hacia la Calzada de Amador.
La tarea de erigir un monumento fue encomendada al artista panameño Aristides Ureña Ramos en 2022.
“En un diálogo con el presidente de la República y el ministerio de obras públicas, se maduró una idea que había nacido de mi última visita a Londres, donde presenté mi ciclo artístico, ‘Panama Summer’. El proyecto soñado era el de hacer un monumento que celebrara la gesta heroica para la conquista de nuestra plena unidad territorial”, recuerda el artista.
Ureña Ramos guardaba en su memoria la impresión que causaron -y siguen causando- obras monumentales en sitios emblemáticos de grandes ciudades. Obras que además de despertar el orgullo nacional despiertan la atención de los visitantes.
“Es por esto que, nuestro proyecto propuesto resultó en una obra monumental donde, al tener claro el concepto, las estatuas fueran ideadas de 4 metros de altura, con su pedestal de 6 metros y un levantamiento del nivel de la tierra de 3 metros de altura, dándonos un total de 13 metros y algunos centímetros, en donde quedara clara la voluntad de que esta fuera la escultura más grandiosa de Panamá”, resalta.
El artista veragüense detalla el concepto detrás de su obra. “El puente marino, donde está colocada la obra, es un arco imaginario que une dos lugares repletos de memorias históricas. Uno es El Chorrillo, barrio mártir por la invasión de Panamá; el otro, en su extremo, la Calzada de Amador, sitio que fue ocupado por la jurisdicción del gobierno de los Estados Unidos. De ahí que, ese tracto marino toma el nombre de Puente Marino Torrijos-Carter, exaltando ese tratado que devuelve la soberanía plena a Panamá”.
Y en ese acto de amistad y lazos estrechos entre ambas naciones, la obra crea sus bases con ambos personajes: el general Omar Torrijos y el presidente estadounidense James Carter. Unas placas celebran la firma de los tratados, que traen como consecuencia, la consecución de la soberanía nacional.
La investigación que acompañó este proyecto incluyó entrevistas, preguntas, anécdotas y también fotografías, sobre todo, del momento en que, firmados los acuerdos, el entonces presidente Carter cuando se levanta de su silla, Torrijos lo imita y, mirándolo a la cara, (Carter) extiende su mano mirando directo a los ojos de su interlocutor y Torrijos, con la cara repleta de júbilo, extiende su mano en una acción de estrechar la mano de Carter, para entonces pasar a un abrazo amistoso.
“He visto esas imágenes y videos miles de veces, para escoger al más representativo (para esta obra), hasta que me decidí por la que imprime en la historia el instante antes del contacto físico del choque de manos. Congelar en la memoria y el tiempo esa imagen, es la guía de mi bosquejo preparatorio y me llevó hasta la conclusión de la idea que sostiene este momento”, cuenta Ureña Ramos.
De acuerdo con el artista multidisciplinario, el momento que anticipa ese apretón de manos es fundamental para la compresión de la obra, porque “retrata el momento de un antes y un después de la historia de ambos países”.
Un momento en que todas esas reivindicaciones, encarcelamientos, lágrimas, pinturas, libros, artículos y discursos nacionalistas calaron en la conciencia de justicia y equidad sentidas por muchos sectores de la sociedad americana, convencidos de una injusticia cometida por muchos años. “Un tratado infame, no firmado por un panameño, que obligó a un país amigo a asumir un acuerdo a perpetuidad, no podría tener vigencia alguna, sin sostenibilidad histórica, contrario a los derechos de justicia y paz que promueve y sostiene a una amiga nación: Estados Unidos de América”.
Dos placas laterales relatan dos momentos importantes de las innumerables luchas de estudiantes y el pueblo panameño durante el periodo de ocupación militar. Los dos momentos impresos son: las luchas del 12 de diciembre del 1947, cuando estudiantes universitarios y de escuelas secundarias escenificarían una marcha mientras la Asamblea Nacional discutía la firma del tratado Filós Hines, que prorrogaba el establecimiento de bases militares establecidas durante la II Guerra Mundial. La manifestación fue repelida pro la policía montada y el rechazo a esta acción de fuerza encendió los ánimos del pueblo. El tratado fue rechazado en la Asamblea, ordenando a desmantelar las bases militares.
La segunda placa a gesta heroica del 9 de noviembre del 1964, en que 22 panameños murieron tras enfrentamientos con la policía “zonian” y el Ejército de los Estados Unidos al intentar izar la bandera panameña en la Zona del Canal, como establecían los convenios. Estudiantes zonians rompieron la bandera panameña y el creciente enojo de la población generaron el rompimiento de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos
“El 9 de enero del 1964, fue el inicio para formar conciencia internacional sobre las problemáticas existentes en Panamá, como la oportunidad para conquistar consensos dentro de la república y la política estadounidense para América Latina para llegar a los tratados que nos dieron nuestra soberanía”, resalta Ureña Ramos.
Se incluyen en el monumento, dos placas con frases que “recogen el pensamiento de los dos mandatarios, en esos momentos en que las presiones políticas y los conflictos mundiales azotaban el panorama político. Estas denotan la magnitud humana para comprender los problemas conflictuales dentro de soluciones compartidas en un nivel global”, sostiene el artista. Estas son:
“El compromiso de los Estados Unidos de que la justicia, no la fuerza, debe ser la base de nuestras relaciones con las naciones del mundo”.
Jimmy Carter
“El despertar de América Latina no debe ser obstaculizado, sino apoyado para poder propiciar la paz”.
Omar Torrijos
El monumento se completa con una pequeña placa que destaca su nombre, “La conquista de la soberanía”, y dos ángeles que resguardan el conjunto, son considerados la firma del maestro Aristides Ureña ramos. Todas sus partes fueron elaboradas en Bronce a cera perdida en la ciudad de Bogotá, Colombia.
Las placas tienen el lema Panama Pepper, título del penúltimo ciclo pictórico, de Ureña Ramos que pretende limpiar la imagen desacreditadora del escándalo de los mal llamados Panama Papers. “Se utilizan como herramientas, las aproximaciones de palabras, ironizando con ellas y construyendo una obra que exalte nuestra rica biodiversidad, nuestras idiosincrasias y los valores de nuestra nación activa, diversa, enérgica. Eso en síntesis es Panama Pepper”.
Con información suminstrada por el artista.