Vida y cultura

La ‘banalización’ de la salud mental en las redes sociales

La OMS define el estrés como un estado de preocupación o tensión mental generado por una situación difícil. Shutterstock
Siempre se debe acudir a un especialista de salud mental. Shutterstock
Actualizado
  • 20/02/2024 00:00
Creado
  • 19/02/2024 21:18

El creador de contenido es más abierto a hablar de sus problemas emocionales, pero muchas veces no aborda apropiadamente lo relativo a las enfermedades, que ni siquiera padece

La tendencia es lo importante... Los videos de TikTok con la etiqueta #mentalhealth han sido vistos casi 44.000 millones de veces. Los “creadores de contenidos”, como también se conocen, ahora son expertos en salud mental. En cualquier plataforma un usuario se puede encontrar con un influencer que aborda el tema, ya que está de moda. Pero más allá de plantearlo lo importante es cómo se discute, por ejemplo, un tema tan delicado: la depresión.

Y aquellos influencer que acuden a consulta y no les va bien, confiesan a sus seguidores, sin tapujos, lo mal que les fue.

“Los influencers no deberían decir que fueron a atención psicológica y que no les sirvió la terapia. Hay problemas que están destinados a ciertas corrientes de la psicología. Tal vez no acudió al profesional indicado. A mí me han llegado personas que quieren atenderse por motivos de crecimiento profesional y cuando entran a consulta, hablan de un tema de pareja”, explicó la psicóloga Nazareth Espinosa.

“No tengo especialidad en esa área. Como profesional responsable le recomiendo a otro profesional que tenga algún posgrado en relaciones de pareja. Esta situación dificulta la atención si el paciente no es sincero a la hora de sacar la cita. (...) Algunos famosos piensan que porque son famosos pueden hacer canje con el personal de salud mental. Nosotros no funcionamos así. No es ético”, comentó Espinosa a La Estrella de Panamá.

En las redes de citas como Tinder se han creado muchos términos atribuidos a los psicólogos, lo que no siempre es así.

Palabras como ghosting, que se refiere a una persona que habla con otra y se gustan, pero una de las dos desaparece de la relación sin decir nada.

“Se popularizan los términos. Llegan a las consultas los pacientes con mucha firmeza y te dicen 'está persona me hizo un ghosting”. Son términos que sacaron las personas para explicar comportamientos, sin base científica. Los psicólogos y psiquiatras tienen un manual estadístico de enfermedades psiquiátricas. Ahí están descritos todos los trastornos psicológicos que existen y han sido estudiados. Lo que hacen los influencers es que toman comportamientos descritos y los bautizan con otros nombres”, criticó la experta.

Por un lado, los jóvenes son más abiertos a hablar de la salud mental, pero por otra parte “en las redes sociales, como TikTok e Instagram, se minimizan los trastornos de salud mental, como la depresión. Es muy común escuchar a los jóvenes decir ‘me dio la depre’. Y es porque tenían un cuadro de tristeza en un momento específico por alguna situación que les ocurrió. Cuando realmente la depresión es una enfermedad. Hablan de eso sin tener un diagnóstico de por medio, o ir a consulta para ver si realmente tienen un trastorno”.

Las personas no pueden hacerse un diagnóstico, siempre es mejor que acudan a donde los especialistas.

Tal vez en un momento determinado una persona puede decir que no tiene sueño, o sentirse mal.

Luego esta persona lee en internet los síntomas de depresión, y asegura que los tiene.

Cuando las personas tienen alguna duda en su estado de ánimo deben asistir a donde un especialista, y no dejarse llevar por lo que dice una página web o porque lo dice un influencer, recomendó Espinoza.

También está la popularidad de los coach —que cualquiera se autollama así—.

De acuerdo con la especialista, estas personas no están capacitadas para hacer un diagnóstico oportuno a un paciente depresivo o con un trastorno de bipolaridad.

“Los psicólogos estudiamos y utilizamos herramientas para realizar tratamientos psicológicos y ayudar a las personas. Quienes abordan el coaching hablan de las neuroconstelaciones, más bien de cosas espirituales”, dijo.

Añadió que “muchas veces estafan a las personas, porque las personas van con un trastorno real y lo que hacen es empeorar el problema”.

¿Podemos hablar de salud mental?

“La población en general en sus redes sociales puede abordar este tema sobre sus propias experiencias.

Si por ejemplo, una persona en redes sufre de ansiedad social y eso le repercute en sus relaciones de trabajo o familia.

Hay personas que hablan de su experiencia, una chica que tiene personalidades múltiples, ella habla de cómo convive y de cómo es su día a día con esto.

Si vas a hablar, es mejor hacerlo con base en tu experiencia, y si eres madre de un hijo autista, hablar sobre cómo ser madre de un niño con autismo”.

Pero una persona que hable de alguna enfermedad sin alguna formación o haberla vivido, no hablará con información realista de lo que es tener un trastorno de ansiedad o depresión.

A veces las personas dicen que son bipolares, porque en un momento estaban bien y al otro día de mal humor. Ese cambio de humor no tiene nada que ver con la bipolaridad, agregó.

Los jóvenes son los que más buscan atención psicológica y hablan sobre sus problemas de salud mental. Acuden más a terapia.

“Cuando he hablado con los psicólogos puedo ver que más del 50% de los que acuden son adultos jóvenes, generalmente de 18 a 30 años. En menor cantidad es de 30 a 50 años”.

La ansiedad, el estrés y la depresión son los cuadros que más afectan a las personas, concluyó la especialista.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, las personas con un trastorno de ansiedad pueden experimentar un miedo o una preocupación excesiva ante una situación específica, como por ejemplo una crisis de angustia o una situación social, o, en el caso del trastorno de ansiedad, ansiedad generalizada, ante una amplia gama de situaciones cotidianas.

Por lo general padecen estos síntomas durante un período prolongado, al menos varios meses, y tienden a evitar las situaciones que les generan ansiedad.

Mientras que el estrés, la OMS lo define como un estado de preocupación o tensión mental generada por una situación difícil.

Todas las personas tienen un cierto grado de estrés, ya que se trata de una respuesta natural a las amenazas y otros estímulos. Es la forma en que reaccionamos al estrés lo que marca el modo en que afecta nuestro bienestar.

La depresión, el organismo la describe como una enfermedad que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al menos dos semanas.