Vida y cultura

Isla Barro Colorado, la meca de la investigación científica en Panamá y el mundo

Visita a la isla de Barro Colorado, considerada como la meca de la investigación científica. Román Dibulet | La Estrella de Panamá
La científica Alicia Sanjur, mide la temperatura del suelo. Román Dibulet | La Estrella de Panamá
Existen alrededor de 1,200 monos aulladores. Román Dibulet | La Estrella de Panamá
Eduardo Navarro explica como funciona el proyecto sobre los insectos. Román Dibulet | La Estrella de Panamá
El científico inglés Andrew Nottingham. Román Dibulet | La Estrella de Panamá
Actualizado
  • 26/07/2024 00:00
Creado
  • 25/07/2024 20:11

Este laboratorio natural tropical único cuenta con cien años de registros climáticos por el STRI

El patrimonio natural de Panamá es sorprendente. Pese a que el país solo posee 75,517 km2 de territorio cuenta con numerosas reservas naturales que son un paraíso para la observación de la fauna y flora. Estos emporios de admirable riqueza biológica comienzan desde la frontera con Costa Rica (Parque Internacional la Amistad) y la majestuosa selva de Darién frontera con Colombia. Pero, algo muy curioso y de importancia mundial- que muchos panameños desconocen- está sucediendo en Isla Barro Colorado (BCI), considerado como el único laboratorio biológico de Latinoamérica, que este año cumple un siglo de descubrimientos e investigaciones científicas que realiza el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, por sus siglas en inglés).

Para entender realmente cómo trabajan los científicos, tuvimos que hacer una visita a la isla, ubicada en medio del lago Gatún, dentro del Canal de Panamá. El zarpe hacia Barro Colorado comenzó a las 7:15 a.m, con el barco la Jacana, desde el muelle del STRI en Gamboa. El contraste entre la vegetación y la neblina gris que caía sobre el lago y los buques de carga que lo cruzaban, parecía que estábamos dentro de una película de piratas y corsarios en busca de tesoro perdido. Algunos de los viajeros (en su mayoría trabajadores del Instituto en BCI), aprovecharon para dormir y otros para conversar o tomar fotos durante la travesía que duró alrededor de 20 minutos.

Una vez en la isla, con unas 1,560 hectáreas, se asoma una diversidad biológica sin igual. Los primeros en recibirnos son los ñeques, las ranas, las mariposas, los monos, los pericos, en fin... una gran variedad de animales e insectos y miles de otros organismos que al converger juntos le dan vida al bosque tropical.

Desde hace cien años isla Barro Colorado se ha convertido en una base científica del STRI, es por ello que todos los años se reúnen entre 400 a 500 científicos, eso incluye a expertos y becarios de todas partes del mundo que vienen a la isla a desarrollar sus investigaciones relacionadas con una amplia gama de fenómenos naturales, desde los efectos de la crisis climática, el efecto de los relámpagos en los árboles hasta los microbiomas de las plantas, el comportamiento de los insectos y las complejas interacciones entre mamíferos y semillas.

Para conocer sobre el proyecto “Laboratorio de Insectos”, liderado por Eduardo Navarro Valencia, asistente de investigación del STRI, nos adentramos en el bosque. Según comentó Navarro a La Estrella de Panamá, el objetivo es monitorear de forma automatizada los artrópodos (insectos) sin que mueran como pasa con otro tipo de trampas que estudian insectos como polillas, mariposas, escarabajos, abejas, entre otros.

“La idea es hacer el conteo y que los insectos sigan su vida normalmente. Generalmente en una noche de colecta de insectos se pueden alcanzar entre 10.000 a 20.000, por eso son importantes estos monitoreos automatizados y no letales; porque ayudan a disminuir la mortalidad. Este equipo funciona por medio de una luz especializada (blanca, ultravioleta y luz en espectro) sumamente efectiva para la atracción de polillas, mariposas nocturnas”, señaló Navarro.

También explicó que el equipo usa una cámara fotográfica con inteligencia artificial para distinguir las diferentes especies de polillas que son atraídas por la luz. “Observamos su movimiento, qué tanto vuelan durante la noche e incluso se puede describir especies nuevas en el futuro”.

Añadió que la meta del proyecto es tener diez equipos de monitoreos automatizados, que pese a que ha sido bastante difícil adaptarlos al sitio por la humedad han logrado modificarlos y los resultados han sido óptimos. “En Panamá por el momento nos hemos enfocando en monitorear de las polillas, pero en países como Reino Unido y Dinamarca, debido a que hay menos especies de insectos están trabajando con escarabajos, abejas, moscas y con otros tipos de insectos para evaluar los niveles de diversidad, los niveles de presencia que hay de ellos, porque cada uno de estos insectos tiene un rol en la naturaleza”, argumentó.

Durante la entrevista el aullido de los monos adornaban la conversación mientras saltaban de un árbol a otro. Ante ese comportamiento, la científica estadounidense, Elizabeth King y también directora de comunicaciones de STRI en Panamá, comentó que no siempre se dejan ver y que tuvimos surte.

“Todas las madrugadas un grupo de expertos apunta cuántos grupos de monos aulladores pueden escuchar. Según lo estudiado se calcula que hay como 1,200 solo aulladores porque existen otras especies como mono tití, cariblancos, arañas y mono nocturno, que muy poco se deja ver, pero está en la lista del STRI”, detalló King.

Con casi cien años de registros climáticos, cuatro décadas de monitoreo ambiental y a gran escala de bosque tropical desde 1980, la isla ha proporcionado información invaluable sobre la evolución de los bosques tropicales y sus habitantes a lo largo del tiempo, dijo.

Proyecto Swelter y Lianas

Otras investigaciones que desarrolla el instituto estadounidense actualmente es el “Proyecto Swelter”, liderado por el científico inglés Andrew Nottingham, quien explicó el objetivo es entender los efectos y las consecuencias del cambio climático en los bosques tropicales. “Cuando la gente piensa en bosques tropicales cree que solo se trata de biodiversidad de plantas e insectos y el carbono que se encuentra en todos esos árboles. Pero la gente no se imagina que hay más biodiversidad y mucho más carbono debajo de la tierra y en eso es que estamos trabajando, en ver los efectos del cambio climático en los bosques tropicales y los procesos en el suelo para mejorarlos”, atendió.

Según Nottingham este experimento tiene cinco años y hasta ahora, los resultados obtenidos indican que al calentarse el suelo se incrementa el dióxido de carbono (CO2) y eso significa que con el calor la balanza de carbono saliendo es más que el carbono entrando.

“Así estamos perdiendo carbono del ecosistema y eso ayuda a acelerar el proceso del cambio climático. Otro dato muy interesante que hemos encontrado es que la diversidad de microbios, hongos, bacterias en los suelos es bastante baja por el calor, lo que afecta mucho a los trópicos porque tienen funciones muy importantes para sostener las plantas o interacciones patogénicas o simbióticas con las plantas”, explicó el científico.

Con este proyecto el STRI aborda la cuestión específica de si el calentamiento de los suelos tropicales afectará la liberación tanto de CO2 y metano (CH4). El resultado de estos diferentes procesos tendrá importantes consecuencias para el clima futuro, dijo Nottingham quien estuvo acompañado de Alicia Sanjur, asistente de investigación.

Sobre el proyecto “Lianas”, liderado por el estudiante de doctorado, Pablo Narváez, el enfoque es entender cómo coexisten tantas especies en ecosistemas super diversos. Los bosques tropicales, con su inmensa variedad de vida, son ideales para investigar esto. Aquí, diferentes tipos de plantas compiten intensamente por recursos vitales como la luz, el agua y los nutrientes, por eso, la competencia podría ser clave para entender cómo estos bosques mantienen tanta diversidad.

Un ejemplo claro de esta competencia intensa y frecuente son las lianas entre árboles, esas que salen en películas como “Tarzán”. De acuerdo con Narváez se trata del proyecto más largo que ha existido en remoción de lianas en el mundo, y “lo que hacemos es entender cómo es la remoción de lianas o cómo se comporta el bosque sin lianas, en términos de tasas de supervivencia, tasas de reproducción y tasas de reclutamiento”.

Según el científico, las lianas y los árboles tienen una competencia extremadamente intensa y frecuente que ocurre en todos los bosques, y básicamente compiten por luz, por agua, por nutrientes, porque las lianas tienen la capacidad inmensa de alcanzar estratos altos del bosque, entonces pueden acceder a más luz, pero también por su sistema radicular pueden penetrar más el suelo y de esa forma adquirir mayor cantidad de agua y mayor cantidad de nutrientes, por eso usualmente la ganan las lianas, destacó.

Algo muy interesante es que en 2023 el asistente de investigación, Biancolini Castro, descubrió la liana más grande del mundo. “Con más de dos pies de diámetro (635 mm), esta enorme liana pertenece a una especie que los panameños llaman ‘peine de mono’ por sus grandes y espinosas vainas de semillas. Los científicos la llamamos Amphilophium crucigerum”, dijo.

“Las lianas son un componente fundamental del bosque donde influyen directamente a su función y composición. Nuestro experimento representa una gran oportunidad para seguir descubriendo y describiendo estas interacciones entre lianas y árboles. Así mismo, posee un gran valor al ser el experimento más largo y más estudiado sobre la eliminación de lianas en los trópicos”, complementó Narváez.

Estos cien años de investigaciones y descubrimientos por el STRI en BCI han ayudado a informar sobre las acciones urgentes que se necesitan para contrarrestar al mundo de la actual crisis climática y de biodiversidad. Es importante seguir fomentando la ciencia nacional e internacional para seguir cuidando la vida en los trópicos, recomendó.

Eduardo Navarro
Científico panameño
Generalmente en una noche de colecta de insectos se pueden alcanzar entre 10.000 a 20.000, por eso son importantes estos monitoreos automatizados”.
Andrew Nottingham
Científico inglés
Hemos encontrado es que la diversidad de microbios, hongos, bacterias en los suelos es bastante baja por el calor de los suelos, lo que afecta mucho a los trópicos”.
Pablo Narváez
Científico
Las lianas son un componente fundamental del bosque donde influyen directamente a su función y composición”.