Vida y cultura

Farah: ‘No tengo un plan B, para mí, es la música sí o sí’

La cantante panameña aprendió de la música desde muy pequeña con ayuda de su madre. ROMAN DIBULET / La Estrella de Panamá
Farah se inició interpretando música ‘pop’ en inglés para después incursionar en el ‘reggaeton’. ROMAN DIBULET / La Estrella de Panamá
Su música la define como un “reggaeton fresa” ya que evita el lenguaje soez y el contenido explícito. ROMAN DIBULET / La Estrella de Panamá
Actualizado
  • 31/10/2024 00:00
Creado
  • 30/10/2024 18:21

La cantante panameña con raíces iraníes soñó con cantar desde muy pequeña. Ahora ha forjado un camino lleno de sus propias letras, música y el apoyo de su familia

El talento panameño intenta cada vez más marcar un legado musical entre sus tierras y con ello llega Farah Shadí Hashemi Pamphil, mejor conocida como Farah. La cantante y compositora de género urbano que cuenta con raíces iraníes, ha logrado llegar al corazón de su audiencia con letras llenas de dolor, amor, lucha y vivencias que “deseo compartir para conectar con el público”, contó a MÍA desde el House Of Records Ink.

La joven artista reconoció que siempre supo que deseaba dedicarse a la música. “Cuando sacaba una mala nota, les decía a mis compañeros que no importaba porque yo iba a ser cantante”, contó, riéndose, al medio. “Siempre supe lo que deseaba hacer y cómo deseaba trabajar para conseguirlo”.

Pero no lo logró sola. Farah, acompañada de su madre durante la entrevista, la miraba fijamente con admiración mientras contestaba algunas de las preguntas del medio. “Mi mamá ha sido mi referencia en la música y de ella he aprendido mucho”, contó. El resto de su familia también la ha acompañado en el camino. “Mi papá, hermanas, tíos y primos, todos me han apoyado desde el primer día”.

A sus 21 años ha lanzado canciones como “Envenenados”, “Tequila”, “Sobre todo”, y más recientemente su EP Superas el cual cuenta con seis canciones. Entre sus colaboraciones ha realizado trabajos junto a Mr. Saik, Slay Fox, T.O.T, Kaih y Don Kolo. Aun así, la cantante reconoce que este es apenas el comienzo y que tiene sueños grandes por los cuales luchar para ser un referente de la música en Panamá y el mundo.

¿Qué recuerdos tiene de su infancia?

Recuerdo una infancia muy feliz y con una familia muy unida. Mis papás siempre me han apoyado en todo y sobre todo en esto de la música siempre han estado involucrados. Tengo dos hermanas y siempre hemos sido muy unidas. No tengo quejas. Todo lo que recuerdo de mi infancia es positivo y bonito.

¿Existe algo de Irán en Farah?

Mi sangre. Mi nombre. Mi cara. Mi papá es iraní, pero mi mamá es panameña. Nací, crecí y he vivido toda mi vida en Panamá. De hecho, nunca he podido visitar Irán por la situación tan difícil que se vive allá, lo cual es sumamente triste. Sin embargo, mantenemos viva su cultura. Mi mamá aprendió a cocinar la comida autóctona de Irán y hemos aprendido un poco de farsi.

¿Recuerda algún momento en el que se dio cuenta que tenía una inclinación a la música?

Sí, claro. De hecho, mi mamá también canta y me contó que cuando me bañaba, cantábamos juntas y componíamos canciones. Cuando crecí y estaba en el colegio, siempre que terminaba los exámenes, volteaba la página y escribía letras de lo que se me viniera a la cabeza. Realmente creía que iba a dedicarme a esto.

Mi tía me impulsó a hacer algo al respecto y creo que fue en 2014 cuando audicioné al último año de una competencia de canto muy conocida en Panamá antes que tuviese su pausa. Llegué al final de las audiciones pero no pasé. Recuerdo que todos los niños estaban llorando, pero yo le dije a mi mamá que no importaba, que regresaría el próximo año. Lastimosamente no hubo próximo año del programa, pero aun así me sentía orgullosa de haber llegado tan lejos.

¿Cómo se formaliza entonces esta pasión?

Siempre he tenido el apoyo de mis padres y siempre he estado clara con lo que deseo. Durante la pandemia todo se tornó a lo digital y comencé a publicar covers de mis canciones favoritas, entre ellas una de un grupo que se llamaba Asika. Uno de los miembros me contactó y me dijo que le había gustado mi interpretación de la canción y que deseaba que cantara el último tema que habían lanzado.

Fui al estudio de grabación del productor Da Silva y ahí grabé la canción y a ellos les encantó. Ahí también grabé mi primer sencillo y creo que desde ese momento comenzó todo para mí porque realmente estaba viendo que a la gente le gustaba mi trabajo.

¿Cómo define su estilo musical?

Mi música es conocida como un reggaeton fresa. Es una música que cualquiera puede escuchar sin importar la edad ya que no tiene un vocabulario soez o expresiones de ese tipo.

¿Tuvo algún tipo de formación profesional?

Mi mamá también canta y siempre me ponía a escuchar a Olga Tañón, Selena y otros artistas y yo interpretaba su música. Al crecer ingresé en clases de música donde aprendí a tocar guitarra, piano y violín aunque este último nunca me gustó (ríe). Lo que más me gustaba y apasionaba sin duda eran las clases de canto.

Aprendí sobre trucos de respiración, manejo de la voz y muchas otras cosas más que me han ayudado en mi carrera.

¿Quiénes son sus influencias de la música?

Mi mamá (ríe). Además de ella, diría que Selena. Si tuviese que mencionarte artistas actuales diría que Emilia, quien canta pop y yo comencé con ese género también, y Karol G.

¿Se inició entonces con el ‘pop’? ¿Qué la impulsó a hacer el cambio al género urbano?

Escuchaba pop cuando no me dejaban escuchar reggaeton. Yo estaba muy chiquita cuando comenzó a salir mucho más de dicho género y era muy explícito. La primera canción de reggaeton panameño que escuché y me enamoró fue “El Kabreo de tu Pollo”. Me obsesioné y ahí decidí hacer el cambio al género urbano.

¿En qué se inspira para componer?

Me gusta escribir sobre mis desahogos y sobre el despecho. Siento que son unas de las emociones que más he podido explorar y con las que las personas se pueden identificar fácilmente. Fueron en esos momentos de dolor donde escribí lo que sentía para desahogarme. Intenté convertir ese sentimiento en algo lindo con lo que otras personas puedan identificarse, escuchar y también llorar si lo necesitan.

Ha hecho colaboraciones con diferentes artistas. ¿Con cuáles otros le gustaría trabajar?

Me encantaría hacer una colaboración con Eddy Lover, Akim y Sech. También me gusta mucho la música de Elena Rose y sería divertido hacer algo con ella.

¿Qué significa la música para usted?

Es todo. Espero que es y siga siendo lo más importante en mi vida. Es lo que me ha ayudado a desahogarme y a conectar con otras personas. Para mí, la música es una liberación de todo lo que siento. Es mi forma más fácil de expresarme.

¿Cómo ha sido ver el recibimiento internacional?

Hace unos meses me nominaron a los Premios Monitor Latino, en Colombia, como Artista Revelación del Año. Cuando me enteré, no lo podía creer porque apenas llevo un año en mi carrera, dedicándome a lanzar música y sacar este proyecto adelante. Ser nominada a algo así tan rápido fue impresionante.

Y cuando Farah no canta, ¿qué hace?

Duermo mucho. También me gusta ver series de crimen mientras me arreglo y juro que es súper normal (ríe).

¿Qué la diferencia de otros artistas?

Siento que nadie es igual y nunca debemos compararnos con los demás. Al final del día, mi música, mi voz, las palabras que utilice y mi estilo serán muy diferentes al de otras cantantes. No me comparo ni compito con nadie. Intento mantenerme en mi propio camino sin mirar qué están haciendo los demás.

¿Cómo le gustaría verse en cinco años?

Siendo una cantante súper exitosa con mi familia y amigos a mi lado. Me encantaría viajar a más lugares para presentarme frente a audiencias de diferentes países y que todas las personas conecten con mi música. No tengo un plan B. Para mí, es la música, sí o sí”.

Farah
Cantante panameña
No me comparo ni compito con nadie. Intento mantenerme en mi propio camino sin mirar que están haciendo los demás.