Explorando los mismos inicios del arte

Cada vez que buscamos una referencia precursora del arte, inmediatamente se nos vienen a la cabeza los nombres de Leonardo Da Vinci y Miguel Ángel. Sin embargo, la historia indica que los primeros precursores del arte fue el Homo sapiens, quienes hace 45 mil años sentaron las bases del arte universal tal como lo conocemos.

La evidencia más temprana del arte y el ser humano se plasma en las pinturas en las cavernas. Una prueba fehaciente del momento en el que Homo sapiens comenzó a concebirse de una manera distinta a los animales, adquiriendo así las características típicas del ser humano. Las primeras representaciones artísticas del Homo sapiens plasman tanto las habilidades como los anhelos y miedos del ser humano. Unos sentimientos que todavía se pueden sentir la persona de carne y hueso hasta nuestros días.

Este es el concepto con el cual el artista Eduardo Navarro se inspiró desde hace dos años para realizar y montar la exposición Dawn of Art, que estuvo presente hasta hace muy pocos días en el local de EFG Wealth Management en Santa María. Una de las características que Navarro resalta es el entusiasmo ante la vida que manifestó el Homo sapiens a través de sus pinturas rupestres. Un aspecto del que se puede dar cuenta en esas obras que usaban la pared como un lienzo.

Navarro le explicó a La Estrella de Panamá que siente fascinación por este tema después de lo que ha leído y descubierto sobre los primeros artistas de la historia.

“Mientras me gustaba, más me apasionaba el tema. Esta pasión comenzó desde que fui hace años a las cuevas de Altamira, en España. Empecé a buscar por internet y eso era toda una locura. Por ejemplo, lo que más me fascina de los neandertales es su capacidad de organización. Eventualmente, el Homo sapiens se mezcló con el neandertal. Todos los seres humanos tenemos un 2% de genes de neandertales. Por otro lado, este es un tema que no deja de brindar descubrimientos nuevos y hoy en día los métodos científicos pueden determinar con exactitud cuáles eran los dibujos y a que período se remontan”, contó.

A medida que iba descubriendo más información, se dio cuenta que los Homo sapiens plasmaron arte de tal calibre que se les puede llegar a considerar como unos maestros precursores del arte. “Los primeros artistas que habían fueron estos tipos”, agregó.

En sus obras, Navarro ha querido emular con su interpretación artística las texturas de las paredes de las cuevas así como los diseños que los Homo sapiens hacían en las cavernas. Ello se puede plasmar, por ejemplo, en las obras como ‘Ancient Wildbeest’, ‘Bison Laffrons’, ‘Bisonte Encefaloraquideo’ y ‘Chauvet Meets Altamira’, entre otras.

“Las cuevas fueron forjadas por los fuegos de los volcanes. Por esto es que con esa misma fuerza decidí poner todo de mí. Mis pinturas acrílicas, mis barnices, mis resinas, mis gomas, mis colores, mis texturas, etc. de todo. Lo primero que tenía que hacer era planificar cuáles eran los animales que quería ver reflejados en mis obras, y empecé a trabajar técnicas nuevas con canvas así como otros soportes. Al no resultar, me fui al plyrock para emular esa textura de la caverna. Eso sí pesaba (dice entre risas)”, comentó.

La sensación que le transmiten los animales que plasma en sus obras – como los bisontes y los caballos – le transmiten una sensación abrumadora de libertad. Una libertad que es difícil de imaginar en un contexto que hoy en día resulta paradójico: cada vez estamos más aislados en un mundo donde prevalece la interconexión.

“En este sentido, considero que si bien los Homo sapiens vivían en cavernas de piedra, en la actualidad vemos que las personas viven en unas cavernas virtuales, psicológicas y mentales en las que tratamos de resguardarnos. Yo si te digo que hay una cueva en la que me encanta resguardarme: que es la de mi estudio de arte”, precisó Navarro mientras se reía nuevamente.

El artista además consideró que la convivencia entre clanes de Homo sapiens podría dar una idea de la solidaridad, ya que en esos tiempos uno dependía del otro para sobrevivir. De carácter nómada, trataban de curar a sus enfermos con los pocos conocimientos que tenían y buscaban ayudar al prójimo en lo que se necesitara.

“Me parece que en los tiempos actuales hemos dejado de ser empáticos y afectivos con los demás. El mundo hoy en día está como aislado, en el que la gente decide ir por fuera y no quiere hablar con nadie. La gente se ha vuelto fría y hemos dejado de pensar en el colectivo”, expresó.

Además de rendir un homenaje a quienes considera los máximos precursores del arte universal, busca contar esta historia a través de sus obras con el fin de que en los centros de estudio se hable más allá de los máximos exponentes del Renacimiento y del Barroco. “Estos son los originales, originales”, añadió.

A los futuros artistas también les recomienda estudiar la historia del arte de forma completa. Si bien Navarro estudió la carrera de ingeniería mecánica y tiene un máster en Negocios, el artista tiene las habilidades de un artista nato que se desarrolló gracias a su sentido autodidacta.

Navarro es conocido, sobre todo, por plasmar de forma realista a los caballos con su técnica artística neoexpresionista. Su talento le ha valido un reconocimiento nacional e internacional que lo ha llevado a exhibir sus obras en distintos países como Alemania, Italia, España, Mónaco, Sudáfrica, Estados Unidos, Chile, Colombia, Perú, México, Argentina, China y Japón.

“Estudiar la historia del arte es muy importante y te digo esto yo que la estudié por mi cuenta. Aunque no estudies arte, si te apasiona hacer arte y quieres poner eso en acción, investiga la historia de forma divertida. Siempre es bueno saber de a donde vienen las influencias que marcaron la historia del arte. Lo principal que le digo a los artistas jóvenes es que estén en la búsqueda activa de un concepto puro, que sea de ellos mismos. Lo único que vale en una obra es la pureza conceptual de la misma”, dijo.