Enrique Miranda, un acróbata que no tiene límites
- 28/06/2024 11:11
- 27/06/2024 17:44
El nacer con una condición le permitió a este artista destacarse ante el mundo. El trabajo y la disciplina son la clave del éxito, recomienda Enrique Miranda es un hombre resiliente. Mide 85 centímetros. El acróbata en su infancia fue sometido a cirugías en ambos pies, para aliviar el dolor que le causaba una patología congénita, que afectó las epífisis del crecimiento óseo, lo que provocó retraso en el desarrollo y alargamiento óseo. Fuera de su dieta regular, lo único que consumió fue calcio. Hasta la fecha goza de buena salud.
Al llegar en su propio taxi al circo de los Hermanos Fuentes Gasca en Albrook Mall brindó una sonrisa de bienvenida a todo el equipo de La Estrella de Panamá. Durante toda la entrevista recalcó que, la disciplina, trabajo y responsabilidad es la fórmula para lograr los sueños. Y sí se presentan obstáculos en el camino, enfrentarlos. “El ‘no puedo’ no existe” para aquellos que deseen atravesar la travesía de la vida aseguró Miranda. Para él, no todo ha sido fácil, pero “a este mundo vinimos a pasar buenos y malos momentos”.
El acróbata más pequeño del mundo brinda la cosmovisión de su vida y carrera artística. No siente complejo alguno ni se queja. Le gusta ser independiente y trabajar.
Antes de salir a escena, ¿tiene una rutina especial? Rezo a Dios para que me acompañe en todo momento, pero más en este. Algunos pensarán que es fácil, pero no es así. Mi acto es bastante peligroso dependiendo de las circunstancias y conlleva mucha responsabilidad. También caliento un poco porque necesito tener el cuerpo preparado.
Tiene más de 10 años de experiencia profesional, ¿cuál considera que son sus mayores logros? En Chile participé en dos festivales y pude ganar dos certámenes. En Perú también ganamos un concurso como ‘mejor presentación extranjera’. En esos dos festivales me permitieron darme a conocer como el acróbata más pequeño del mundo.
¿Durante su carrera tuvo algún mentor o ejemplo a seguir? Mi amigo chileno Leonel Miquel fue quien me enseñó y con quien empecé a darme a conocer. También agradecer a la empresa Hermanos Fuentes Gasca, y a mí, porque sí uno no tiene disciplina y responsabilidad no se logran las metas, aunque existan quienes que te quieran ayudar, si tú no quieres trabajar es por el gusto.
Ha viajado a muchísimos países, ¿en qué país considera que ha realizado el mejor espectáculo? Puede ser en México; me presenté en varias ocasiones en la ciudad de México. Estuvieron presentes más de 4 mil personas.
¿Cuál considera que ha sido su mayor desafío? Sería que, a mi edad, a los 42 años, seguir presentándome (...) Lo más bonito es que el público vea que todo se puede en esta vida, después que uno tenga una buena preparación, disciplina y responsabilidad.
¿Qué consejos le daría a las personas que quieren dedicarse al mundo artístico? Hay que tener una meta para cada acto que deseas hacer, y sobre todo, como siempre digo: El ‘no puedo’ no existe. Siempre lo he puesto en mi mente. Hay que tener palabras positivas en la mente. Seguir buscando otras alternativas hasta puedas llegar hasta donde quieras.
En medio de esas giras, ¿cómo ha podido sobrellevar el tiempo en familia y artística? Hace como 15 años me la pasaba solo en las giras por Centroamérica, Europa. Pero llegaba cada año a Panamá. Durante un tiempo dejé la empresa y volví a casa. Eso fue como un balance para mí.
¿Qué pensaba su familia sobre su carrera como acróbata? Al inicio no querían que me fuera tan lejos, más que todo por mi condición de estatura, pero tampoco me dijeron: ‘no te vayas’. Están muy orgullosos de mí.
Aparte de manejar taxi y estar en escena, ¿qué otra actividad le gusta hacer a Enrique Miranda? Descansar bastante porque trabajo mucho y cuando tengo la oportunidad de hacerlo, lo hago (...) Cuando me dedico a manejar taxi me tengo que levantar a las 6: 00 am y terminar a las 6:00pm. Trabajo bastante.
En algún momento ha sufrido de ‘bullying’, ¿cómo ha podido sobrellevar ese tema? En mi vida personal el poder llegar a trabajar en el circo me ha ayudado a fortalecer mi personalidad por estar trabajando constantemente en la pista. Y sí, hay muchos momentos en los que me van a hacer ‘bullying’, pero también se lo pueden hacer a los demás. En algún momento dado me han dicho cosas malas, pero yo lo dejo pasar, aunque también depende de la situación (...) En mi vida no todo ha sido felicidad, aquí venimos a ser felices y a pasar obstáculos, como todos.
Más allá de dedicarse a la acrobacia, ¿cómo le gustaría que lo recordaran? Soy una persona que, de alguna manera u otra, me comporto bien ante la sociedad y trato de ser lo mejor posible conmigo mismo y con las personas. A esto venimos a este mundo: ayudarnos mutuamente. En lo profesional, he podido hacer lo que siempre quise hacer: desafiando los obstáculos y saliendo adelante. No es fácil pero aquí andamos.
Hay que tener una meta para cada acto que deseas hacer, y sobre todo, como siempre digo: El no puedo no existe. Siempre lo he puesto en mi mente. Hay que tener palabras positivas en la mente. Seguir buscando otras alternativas hasta puedas llegar hasta donde quieras”
Enrique Miranda es un hombre resiliente. Mide 85 centímetros. El acróbata en su infancia fue sometido a cirugías en ambos pies, para aliviar el dolor que le causaba una patología congénita, que afectó las epífisis del crecimiento óseo, lo que provocó retraso en el desarrollo y alargamiento óseo. Fuera de su dieta regular, lo único que consumió fue calcio. Hasta la fecha goza de buena salud.
Al llegar en su propio taxi al circo de los Hermanos Fuentes Gasca en Albrook Mall brindó una sonrisa de bienvenida a todo el equipo de La Estrella de Panamá. Durante toda la entrevista recalcó que, la disciplina, trabajo y responsabilidad es la fórmula para lograr los sueños. Y sí se presentan obstáculos en el camino, enfrentarlos. “El ‘no puedo’ no existe” para aquellos que deseen atravesar la travesía de la vida aseguró Miranda. Para él, no todo ha sido fácil, pero “a este mundo vinimos a pasar buenos y malos momentos”.
El acróbata más pequeño del mundo brinda la cosmovisión de su vida y carrera artística. No siente complejo alguno ni se queja. Le gusta ser independiente y trabajar.
Rezo a Dios para que me acompañe en todo momento, pero más en este. Algunos pensarán que es fácil, pero no es así. Mi acto es bastante peligroso dependiendo de las circunstancias y conlleva mucha responsabilidad. También caliento un poco porque necesito tener el cuerpo preparado.
En Chile participé en dos festivales y pude ganar dos certámenes. En Perú también ganamos un concurso como ‘mejor presentación extranjera’. En esos dos festivales me permitieron darme a conocer como el acróbata más pequeño del mundo.
Mi amigo chileno Leonel Miquel fue quien me enseñó y con quien empecé a darme a conocer. También agradecer a la empresa Hermanos Fuentes Gasca, y a mí, porque sí uno no tiene disciplina y responsabilidad no se logran las metas, aunque existan quienes que te quieran ayudar, si tú no quieres trabajar es por el gusto.
Puede ser en México; me presenté en varias ocasiones en la ciudad de México. Estuvieron presentes más de 4 mil personas.
Sería que, a mi edad, a los 42 años, seguir presentándome (...) Lo más bonito es que el público vea que todo se puede en esta vida, después que uno tenga una buena preparación, disciplina y responsabilidad.
Hay que tener una meta para cada acto que deseas hacer, y sobre todo, como siempre digo: El ‘no puedo’ no existe. Siempre lo he puesto en mi mente. Hay que tener palabras positivas en la mente. Seguir buscando otras alternativas hasta puedas llegar hasta donde quieras.
Hace como 15 años me la pasaba solo en las giras por Centroamérica, Europa. Pero llegaba cada año a Panamá. Durante un tiempo dejé la empresa y volví a casa. Eso fue como un balance para mí.
Al inicio no querían que me fuera tan lejos, más que todo por mi condición de estatura, pero tampoco me dijeron: ‘no te vayas’. Están muy orgullosos de mí.
Descansar bastante porque trabajo mucho y cuando tengo la oportunidad de hacerlo, lo hago (...) Cuando me dedico a manejar taxi me tengo que levantar a las 6: 00 am y terminar a las 6:00pm. Trabajo bastante.
En mi vida personal el poder llegar a trabajar en el circo me ha ayudado a fortalecer mi personalidad por estar trabajando constantemente en la pista. Y sí, hay muchos momentos en los que me van a hacer ‘bullying’, pero también se lo pueden hacer a los demás. En algún momento dado me han dicho cosas malas, pero yo lo dejo pasar, aunque también depende de la situación (...) En mi vida no todo ha sido felicidad, aquí venimos a ser felices y a pasar obstáculos, como todos.
Soy una persona que, de alguna manera u otra, me comporto bien ante la sociedad y trato de ser lo mejor posible conmigo mismo y con las personas. A esto venimos a este mundo: ayudarnos mutuamente. En lo profesional, he podido hacer lo que siempre quise hacer: desafiando los obstáculos y saliendo adelante. No es fácil pero aquí andamos.