El impacto de los ambientalistas en la protección de los océanos
- 23/09/2024 00:00
- 22/09/2024 10:27
Tres fundaciones conversaron con La Estrella de Panamá para evaluar el impacto que están teniendo sus acciones en las comunidades En un esfuerzo continuo por proteger los ecosistemas marinos y reducir la contaminación en Panamá, las fundaciones Marea Verde, MarViva y Promar han trabajado en la concientización y acción en torno a los desechos que afectan los ríos y mares.
A través de sus campañas, programas educativos y proyectos, las organizaciones buscan promover un cambio profundo en la mentalidad de la población y las empresas sobre la gestión de residuos.
Laura González, directora ejecutiva de la fundación Marea Verde, señaló que el cambio de comportamiento en la población comprende un proceso largo y complejo, pero afirma que en los últimos seis años su trabajo ha tenido un impacto significativo en la percepción del problema de la basura en los ríos de Panamá.
“Al retener la basura, visibilizamos el problema y su escala. Wanda, nuestra barrera flotante, ha evitado que 240.000 kilos de desechos lleguen al mar en solo un río. Antes de Wanda, no conocíamos la magnitud del problema”, comentó González.
Sin embargo, Magdalena Velázquez, gerente de comunicaciones de la Fundación MarViva, aseguró que en el año 2007, cuando entró a la organización, se hablaba muy poco de las oenegés, era un tema exclusivo para científicos.
”Tengo 17 años en la Fundación, así que te puedo decir que sí, la mentalidad ha cambiado. La gente está viviendo más de cara al mar y está tratando de conservar el ambiente. La sociedad civil ya ha asimilado esa información, cada vez más las oenegés comparten datos que no son tan técnicos, sino que cualquiera que no sea especialista puede entender. Eso ayuda a que más personas estén conscientes de estos temas”, compartió.
El presidente de la Fundación para la Protección del Mar (Promar), Ricardo Wong, concordó en que ha habido un cambio, especialmente entre los jóvenes. “La juventud tiene un mayor interés en mantener un ambiente sano. Aunque el sistema actual de manejo de desechos sólidos en Panamá ha caducado, hay una expectativa general de que este problema se resuelva en esta administración”.
En cuanto al impacto en empresas y organizaciones, las fundaciones coinciden en que las acciones de concientización han logrado involucrar a todos los sectores, para que cada uno haga su parte de la manera más responsable posible.
Marea Verde, por ejemplo, ha logrado alianzas con empresas que comparten su misión, alineándose con voluntarios y corporaciones hacia la causa de un Panamá más limpio. “Hemos creado sinergias con otras organizaciones, emprendedores y artistas vinculados a esta causa”, explicó González.
Wong añadió que Promar ha trabajado en la expansión de redes y en la implementación de proyectos piloto para el manejo de distintos tipos de desechos, como plástico, vidrio, madera y residuos orgánicos. “Lo que sigue es escalar estos proyectos para tener un mayor impacto”.
En el caso de MarViva, la fundación tiene voceros en tres países: Panamá, Costa Rica y Colombia, en los que trabaja con ordenamiento espacial marino. “Los océanos están siendo afectados por la sobrepesca, el cambio climático y la contaminación marina. Por eso, todos debemos hacer nuestra parte, incluso quienes no somos biólogos, científicos o no vivimos del mar. ¿Qué podemos hacer? No contaminarlo”, expresó Velázquez.
Campañas en comunidades cercanas a los ríos que desembocan en el mar Las Fundaciones reconocen la importancia de llegar a las comunidades cercanas a los ríos para generar conciencia sobre el impacto de la contaminación. Marea Verde ha implementado programas educativos en escuelas ubicadas en la cuenca del río Juan Díaz.
El centro de educación ambiental, ‘La Casa de Wanda’, ha recibido más de 1.200 visitantes en solo dos meses. “El 40% de los visitantes provienen de escuelas públicas. Estamos dedicados a crear conciencia e inspirar acción sobre la contaminación por plástico”, compartió González.
MarViva trabaja en el Golfo de Chiriquí y en el Golfo de Montijo. “Colaboramos con comunidades pesqueras que están haciendo las cosas bien. Esos pescadores, que son quienes verdaderamente conocen el mar, están capacitándose para ser más sostenibles y seguir viviendo de lo que el mar nos provee. Es importante que la sociedad civil sepa que hay personas haciendo las cosas bien y que sí se puede replicar”.
Promar, sin embargo, no ha podido llegar a las comunidades. “Necesitamos más voluntarios y esfuerzos coordinados entre el gobierno y la sociedad civil para informar sobre los impactos que están sufriendo los ecosistemas marinos”, declara Wong.
De cara al futuro, Marea Verde planea extender su intervención a las siete cuencas que desembocan en la Bahía de Panamá. “Si logramos replicar el éxito de Juan Díaz, podríamos evitar que más de 1.500.000 kilos de desechos lleguen al mar anualmente”, afirmó González.
Asimismo, Promar centrará sus esfuerzos en concientizar sobre el uso racional del plástico y su correcta disposición, apoyando la responsabilidad extendida del fabricante y promoviendo un sistema de logística inversa para empaques y desechos plásticos. Wong subrayó que “este es uno de los mayores desafíos ambientales en el país”.
‘Cuidar los océanos es cuidar la vida’ En el marco de la celebración del Mes de los Océanos, que se conmemora cada septiembre, Mónica Alvarado, presidenta de MAG Comunicadores Estratégicos y miembro del Comité del Mes de los Océanos, destacó la importancia de los océanos para el equilibrio ambiental, económico y social del planeta.
Los océanos cubren más del 70% de la superficie de la Tierra y juegan un papel crucial en la regulación del clima, absorbiendo dióxido de carbono y liberando oxígeno. Este proceso es esencial para mantener la estabilidad atmosférica. “Los océanos no solo son el pulmón del planeta, sino también una fuente de vida y diversidad”, explicó Alvarado,
Este año, bajo el lema ‘Cuidar los océanos es cuidar la vida’, se busca concienciar sobre la necesidad urgente de proteger estos ecosistemas. “Cada acción que tomemos hoy en favor de nuestros océanos es una inversión en nuestro futuro y en la vida misma”, añadió.
Los océanos también son vitales desde el punto de vista económico. Alvarado detalló que “son una fuente importante de alimentos para millones de personas, particularmente en las zonas costeras. La pesca y la acuicultura son industrias fundamentales para muchas economías, y sectores como el turismo y el transporte marítimo dependen directamente de los océanos. Las actividades económicas relacionadas con el mar son el sustento de muchas comunidades costeras y fomentan el desarrollo económico a nivel global”.
Magdalena VelásquezFundación MaRvIVALos océanos están siendo afectados por la sobrepesca, el cambio climático y la contaminación marina. Por eso, todos debemos hacer nuestra parte, incluso quienes no somos biólogos, científicos o no vivimos del mar. ¿Qué podemos hacer? No contaminarlo”,
En un esfuerzo continuo por proteger los ecosistemas marinos y reducir la contaminación en Panamá, las fundaciones Marea Verde, MarViva y Promar han trabajado en la concientización y acción en torno a los desechos que afectan los ríos y mares.
A través de sus campañas, programas educativos y proyectos, las organizaciones buscan promover un cambio profundo en la mentalidad de la población y las empresas sobre la gestión de residuos.
Laura González, directora ejecutiva de la fundación Marea Verde, señaló que el cambio de comportamiento en la población comprende un proceso largo y complejo, pero afirma que en los últimos seis años su trabajo ha tenido un impacto significativo en la percepción del problema de la basura en los ríos de Panamá.
“Al retener la basura, visibilizamos el problema y su escala. Wanda, nuestra barrera flotante, ha evitado que 240.000 kilos de desechos lleguen al mar en solo un río. Antes de Wanda, no conocíamos la magnitud del problema”, comentó González.
Sin embargo, Magdalena Velázquez, gerente de comunicaciones de la Fundación MarViva, aseguró que en el año 2007, cuando entró a la organización, se hablaba muy poco de las oenegés, era un tema exclusivo para científicos.
”Tengo 17 años en la Fundación, así que te puedo decir que sí, la mentalidad ha cambiado. La gente está viviendo más de cara al mar y está tratando de conservar el ambiente. La sociedad civil ya ha asimilado esa información, cada vez más las oenegés comparten datos que no son tan técnicos, sino que cualquiera que no sea especialista puede entender. Eso ayuda a que más personas estén conscientes de estos temas”, compartió.
El presidente de la Fundación para la Protección del Mar (Promar), Ricardo Wong, concordó en que ha habido un cambio, especialmente entre los jóvenes. “La juventud tiene un mayor interés en mantener un ambiente sano. Aunque el sistema actual de manejo de desechos sólidos en Panamá ha caducado, hay una expectativa general de que este problema se resuelva en esta administración”.
En cuanto al impacto en empresas y organizaciones, las fundaciones coinciden en que las acciones de concientización han logrado involucrar a todos los sectores, para que cada uno haga su parte de la manera más responsable posible.
Marea Verde, por ejemplo, ha logrado alianzas con empresas que comparten su misión, alineándose con voluntarios y corporaciones hacia la causa de un Panamá más limpio. “Hemos creado sinergias con otras organizaciones, emprendedores y artistas vinculados a esta causa”, explicó González.
Wong añadió que Promar ha trabajado en la expansión de redes y en la implementación de proyectos piloto para el manejo de distintos tipos de desechos, como plástico, vidrio, madera y residuos orgánicos. “Lo que sigue es escalar estos proyectos para tener un mayor impacto”.
En el caso de MarViva, la fundación tiene voceros en tres países: Panamá, Costa Rica y Colombia, en los que trabaja con ordenamiento espacial marino. “Los océanos están siendo afectados por la sobrepesca, el cambio climático y la contaminación marina. Por eso, todos debemos hacer nuestra parte, incluso quienes no somos biólogos, científicos o no vivimos del mar. ¿Qué podemos hacer? No contaminarlo”, expresó Velázquez.
Las Fundaciones reconocen la importancia de llegar a las comunidades cercanas a los ríos para generar conciencia sobre el impacto de la contaminación. Marea Verde ha implementado programas educativos en escuelas ubicadas en la cuenca del río Juan Díaz.
El centro de educación ambiental, ‘La Casa de Wanda’, ha recibido más de 1.200 visitantes en solo dos meses. “El 40% de los visitantes provienen de escuelas públicas. Estamos dedicados a crear conciencia e inspirar acción sobre la contaminación por plástico”, compartió González.
MarViva trabaja en el Golfo de Chiriquí y en el Golfo de Montijo. “Colaboramos con comunidades pesqueras que están haciendo las cosas bien. Esos pescadores, que son quienes verdaderamente conocen el mar, están capacitándose para ser más sostenibles y seguir viviendo de lo que el mar nos provee. Es importante que la sociedad civil sepa que hay personas haciendo las cosas bien y que sí se puede replicar”.
Promar, sin embargo, no ha podido llegar a las comunidades. “Necesitamos más voluntarios y esfuerzos coordinados entre el gobierno y la sociedad civil para informar sobre los impactos que están sufriendo los ecosistemas marinos”, declara Wong.
De cara al futuro, Marea Verde planea extender su intervención a las siete cuencas que desembocan en la Bahía de Panamá. “Si logramos replicar el éxito de Juan Díaz, podríamos evitar que más de 1.500.000 kilos de desechos lleguen al mar anualmente”, afirmó González.
Asimismo, Promar centrará sus esfuerzos en concientizar sobre el uso racional del plástico y su correcta disposición, apoyando la responsabilidad extendida del fabricante y promoviendo un sistema de logística inversa para empaques y desechos plásticos. Wong subrayó que “este es uno de los mayores desafíos ambientales en el país”.
En el marco de la celebración del Mes de los Océanos, que se conmemora cada septiembre, Mónica Alvarado, presidenta de MAG Comunicadores Estratégicos y miembro del Comité del Mes de los Océanos, destacó la importancia de los océanos para el equilibrio ambiental, económico y social del planeta.
Los océanos cubren más del 70% de la superficie de la Tierra y juegan un papel crucial en la regulación del clima, absorbiendo dióxido de carbono y liberando oxígeno. Este proceso es esencial para mantener la estabilidad atmosférica. “Los océanos no solo son el pulmón del planeta, sino también una fuente de vida y diversidad”, explicó Alvarado,
Este año, bajo el lema ‘Cuidar los océanos es cuidar la vida’, se busca concienciar sobre la necesidad urgente de proteger estos ecosistemas. “Cada acción que tomemos hoy en favor de nuestros océanos es una inversión en nuestro futuro y en la vida misma”, añadió.
Los océanos también son vitales desde el punto de vista económico. Alvarado detalló que “son una fuente importante de alimentos para millones de personas, particularmente en las zonas costeras. La pesca y la acuicultura son industrias fundamentales para muchas economías, y sectores como el turismo y el transporte marítimo dependen directamente de los océanos. Las actividades económicas relacionadas con el mar son el sustento de muchas comunidades costeras y fomentan el desarrollo económico a nivel global”.